20 abril, 2025

8 claves para afrontar las críticas de modo constructivo


Todo lo que vivimos desde nuestra infancia hasta el momento actual nos condiciona para formarnos unos pensamientos y creencias sobre nuestra valía personal, lo que los demás piensan de nosotros, la importancia de la opinión de los demás, la necesidad de ser bien valorados, entre otras cuestiones. Y en función de estas creencias cada persona encajará de mejor o de peor manera las críticas que recibe, explica la psicóloga clínica Laura Fuster.
Por ejemplo, una persona que desde la infancia haya escuchado en su familia que tiene que quedar bien con los demás o que la opinión de los otros es importante, es probable que no encaje bien una crítica porque tendrá pensamientos como “mi jefe no me valora”, “necesito encajar en este trabajo”, “necesito que tenga una buena imagen de mi”, explica esta experta. En este caso, una crítica puede desencadenar emociones de tristeza y frustración.
En cambio, si una persona ha sido educada con fuertes valores de justicia, ante una crítica puede desarrollar pensamientos como: “no me merezco esta opinión” o “no están siendo justos con mi trabajo”. Las emociones que desencadenan estos pensamientos serán rabia o enfado.
“Como vemos, ante la misma situación, diferentes pensamientos desencadenan diferentes emociones y maneras de actuar”, explica Laura Fuster.

Reacción a emociones y pensamientos acumulados

“En general, las personas solemos reaccionar a nuestros pensamientos sin detectarlos ni saber cómo nos están afectando en ese momento. Podemos creer que estamos reaccionando a una situación pero realmente estar basándonos en emociones acumuladas, por experiencias pasadas y darle demasiada importancia a algo que no la tiene”, añade.
En este sentido, una crítica de un jefe puede ser mal encajada, por ejemplo, si en un trabajo no se recibió del responsable de entonces un trato adecuado o se produjo un despido de malas maneras.
“Por tanto, lo que deberíamos hacer es revisar los pensamientos y emociones que tenemos al recibir una crítica y analizar si son objetivos o se basan en elementos del pasado que ya nada tienen que ver con nuestra vida actual”, indica Laura Fuster.

Respetar a quien hace la crítica pero también a nosotros mismos

La clave a la hora de enfrentarnos a una crítica es hacerlo con asertividad, es decir, “respetar a la persona que me realiza una valoración negativa pero también respetarme a mí mismo”. Para ello, los pasos a aplicar serían los siguientes:
Escuchar la crítica de la manera más neutra posible (no a la defensiva).
Valorar si la crítica tiene sentido y si es objetiva y real.
Si la critica es coherente y se ha hecho con respeto, aceptarla y pensar en cómo mejorar y qué puede ser necesario cambiar.
Si la crítica no se basa en nada o está hecha de malas formas será recomendable refutarla y poner límites a la persona que la ha efectuado.
Para poder seguir estos pasos es importante “tener las emociones bajo control para no sentirnos atacados y ponernos a la defensiva”. Una clave para lograrlo es saber detectar los pensamientos propios y trabajarlos para que sean lo más objetivos posible.

Cómo entender que la crítica puede ser beneficiosa

También es importante entender que las críticas pueden ser beneficiosas si se hacen con respeto y tienen una base lógica y coherente. “Si conseguimos tomárnoslas como una oportunidad de mejora pueden hacernos ver algunos aspectos propios a mejorar que nosotros mismos no detectamos”, explica Fuster.
Que las críticas causen daño sin son destructivas es normal, añade. “Para estos casos debemos trabajar nuestra autoestima, aprender a ser asertivos y poner límites”.
También es aconsejable detectar posibles creencias limitantes que nos estén haciendo ser “más sensibles” a críticas constructivas, es decir, “que me hagan una crítica de buena fe pero a mí me afecte de manera negativa”.

Importancia del contexto

Es importante también tener en cuenta el contexto en el que se produce la crítica. Así, si es en el entorno laboral es probable que vaya a recibir críticas de la jefatura. “Esto no quiere decir que yo lo haga mal, sino que entre las funciones de los responsables está encontrar y corregir posibles tareas que no se estén realizando de la manera correcta”. Intentar que en un ámbito como éste no se produzcan críticas “es buscar algo imposible e irracional, que nos llevará a la frustración”, aclara Fuster.

Claves para afrontar las críticas

Afrontar una crítica de manera constructiva requiere madurez, autoconocimiento y comunicación efectiva. Esta psicóloga clínica resume en 8 las claves para conseguirlo:
1. Escucha activa. Para ello es necesario:
Prestar atención.
No interrumpir.
Mantener una actitud abierta para comprender el punto de vista de quien critica.
2. Control emocional. Para lograrlo:
Evitar responder impulsivamente.
Respira
Mantén la calma, incluso si la crítica no parece justa al principio.
3. Valora la intención
Distingue entre críticas constructivas (que buscan ayudarte a mejorar) y destructivas (que pueden tener motivaciones negativas).
Si no queda claro, pregunta amablemente: “¿Cómo crees que podría mejorar en eso?”.
4. Evita la defensiva
En lugar de justificarte de inmediato, considera frases como: “Gracias por la observación, lo revisaré”.
Si algo no es cierto, responde con datos objetivos sin confrontación.
5. Pide ejemplos concretos
Esto puede ayudarte a entender mejor el punto de mejora.
Pregunta: “¿Podrías darme un ejemplo específico de lo que mencionas?”
6. Reflexiona antes de actuar
Tómate un tiempo para analizar la crítica antes de tomar decisiones.
Pregunta: “¿Qué parte de esto es realmente útil para mí?”
7. Agradece el feedback
Ello implica valorar el tiempo que alguien se tomó para dar una opinión, incluso si no se está de acuerdo, fortalece las relaciones y muestra profesionalismo.
8. Aplica los aprendizajes
Implementa cambios si consideras que la crítica tiene fundamento.
Haz un seguimiento para mostrar mejora: “Apliqué el consejo que me diste y esto fue lo que cambió”.
 

Fuente

Comparte esta noticia:

Otras noticias:

Noticias relacionadas