Si los habitantes de Corea del Sur no son capaces de lanzarse a tener citas de pareja… serán las citas las que acudan a los surcoreanos. Previa mediación de sus políticos, claro. Su alarmante tasa de fertilidad, que se sitúa ya en 0,55, ha llevado a las autoridades de Seúl ha poner sobre la mesa una propuesta peculiar: además de encargarse de la gestión del tráfico, vivienda, residuos y demás encomiendas habituales en la administración municipal, el Ayuntamiento de la capital surcoreana quiere encargarse de una tarea extra: la del celestinaje.
El motivo es muy sencillo. Su alcalde lleva tiempo pensando cómo ponérselo más fácil a sus convecinos para encontrar pareja… y tener hijos, por supuesto.
Alcalde… y casamentero. Esa podría ser una buena tarjeta de presentación para Oh Se-hoon, el regidor de Seúl. En su extensa hoja de servicio se encuentra su faceta de político, de abogado, de integrante de la Asamblea Nacional de Corea y de primer edil de Seúl, primero entre 2006 y 2011 y más tarde en una segunda etapa que arrancó en 2021; pero eso no parece ser suficiente para Oh, empeñado además en ejercer de celestino entre sus convecinos. Durante una entrevista reciente con Bloomberg TV el primer edil de Seúl reconoció abiertamente estar dándole vueltas a la idea de lanzar un programa municipal de emparejamiento.
A la segunda… ¿Va la vencida? No es la primera vez que la ciudad pone una idea similar sobre la mesa. Como le recuerda durante la entrevista el reportero de Bloomberg TV, el año pasado la ciudad ya le dio vueltas a lo de organizar un evento de emparejamientos, aunque en aquella ocasión acabó quedándose en solo eso: un proyecto. La idea no era mala, pero generó cierta polémica. “Aplazamos de forma indefinida su puesta en marcha porque hubo críticas sobre si las instituciones públicas debían aplicar políticas en ese ámbito”, confiesa Oh antes de reconocer que el tener que abortar la iniciativa dejó “bastante gente decepcionada”.
“Era un intento muy bueno. Así que estoy pensando en intentarlo de nuevo”, admite el regidor de Seúl. No sería el primero en dar un paso similar. Ni siquiera en la propia Corea del Sur. A finales del año pasado el gobierno local de Seongnam, próxima a la capital, lanzó una medida parecida con decenas de hombres y mujeres de entre 20 y 30 años dispuestos a participar en citas a ciegas. En Japón incluso han echado mano de la IA para establecer parejas e impulsar así la natalidad.
Objetivo: ponerlo fácil. Lo del programa municipal para buscar pareja puede resultar curioso, pero no es ni de lejos la única iniciativa lanzada por los dirigentes surcoreanos para impulsar la natalidad. El objetivo está claro: ponérselo fácil a sus convecinos para que se multipliquen y suavizar así, al menos en parte, el crudísimo invierno demográfico que azota el país. El propio Oh reconoce que lo de las citas a ciegas está bien, pero no deja de ser una estrategia “secundaria” y se suma a otras políticas centradas en uno de los grandes hándicaps que pueden disuadir a las parejas a la hora de decidirse a tener uno o varios hijos: la economía.
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Más allá de Seúl. “Se están aplicando varias políticas para aliviar la carga financiera de la crianza de los hijos”, recuerda Oh. Y por más que Seúl sea la capital y ciudad más poblada de la república, las políticas de fomento de la natalidad van mucho más allá de las medidas lanzadas desde el Consistorio seulense.
El Gobierno decidió que desde 2022 las familias reciban dos millones de wones —equivalente a unos 1.400 euros— por cada bebé nacido, suma que se eleva a los tres millones (casi 2.100 euros) a partir del segundo. Para hacerles la crianza aún más llevadera a los padres y madres, el país ofrece además ayudas mensuales y medidas que les permiten compaginarla con su trabajo. De hecho, Corea del Sur encabeza el ranking de “permisos remunerados existentes para los padres” publicado hace solo unos días poco por ESADE con datos de todos los países de la OCDE.
Pero… ¿Es tan grave el problema? Sí. Que el alcalde de Seúl o las autoridades de Corea del Sur dediquen tanta atención y esfuerzos a incentivar la natalidad no es casualidad. La crisis demográfica supone un problema grave en el país, al que se suele señalar como la nación con la tasa de fertilidad más baja de todo el planeta. Según el Banco Mundial, en 2021 estaba en 0,8, empatada con Hong Kong y Palau. En febrero la agencia Reuters publicaba que el indicador había seguido cayendo hasta situarse en 0,72, lo que lo confirmaría como el más bajo del mundo.
La tasa surcoreana se sitúa así muy por debajo de los 1,24 que llegó a marcar hace apenas una década, en 2015, y sobre todo se aleja aún más los 2,1 niños por mujer que marca la tasa de reemplazo. Y lo peor es que las proyecciones estadísticas del país ahondan en la caída. Con ese telón de fondo, la capital sale especialmente mal parada, con una tasa de fertilidad de 0,55. Ese es el escenario que aspira a cambiar ahora Oh, aunque para ello necesite vestirse de vez en cuando de casamentero.
Imágenes | Markus Winkler (Unsplash) y Visual Capitalist
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