En los últimos años ha emergido con fuerza en países como Estados Unidos y Canadá un nuevo tipo de opioides sintéticos, los nitacenos (o nitazenos). Las naciones a las que todavía no ha llegado se mantienen en alerta porque no se puede descartar que esta droga acabe introduciéndose, incluso, en España. Por este motivo, los retos asociados a la detección y tratamiento de la adicción a los nitacenos y otras nuevas drogas sintéticas han protagonizado una de las mesas redondas del último congreso de la Red de Atención a las Adicciones (UNAD), que se ha celebrado en Oviedo.
Una de las ponentes de este encuentro ha explicado a CuídatePlus los rasgos esenciales de los nitacenos y hasta qué punto resultan preocupantes. “Son sustancias muy nuevas que han sido diseñadas específicamente para cumplir la función de adulterantes”, resalta Mireia Ventura, directora de los Servicios de análisis de Energy Control-ABD (Asociación Bienestar y Desarrollo). Esta es una de las principales diferencias con respecto a otros opioides. Por ejemplo, el fentanilo es un analgésico muy efectivo, así como un inductor de la anestesia, que fue desarrollado con fines terapéuticos. De hecho, es un fármaco opioide muy usado en todo el mundo que, siempre que sea prescrito y supervisado por el médico, cumple su función frente al dolor a la perfección. El problema es que también se fabrica y distribuye de forma ilegal, sobre todo en Estados Unidos, donde se vende como droga de abuso, con el peligro de adicción y sobredosis que conlleva.
Una droga creada en China
Los nitacenos surgieron en China como alternativa ante el endurecimiento legislativo del tráfico de fentanilo. “A partir de 2019 cambia la legislación en China”, explica Ventura. “Sintetizar y distribuir fentanilos y sus derivados está tipificado con la pena de muerte”. Por eso se diseñaron los nitacenos y se empezaron a utilizar como adulterantes.
Tras esta introducción en el mercado negro del país asiático, la expansión hacia otros lugares del planeta fue muy rápida. Tanto que, en palabras de la experta, “a día de hoy están entrando más nitacenos que fentanilo y sus derivados en Estados Unidos y Canadá”.
Normalmente no se usa la forma pura de estas sustancias, sino como adulterante en combinación con otros opioides. “Pero en los países bálticos si se está consumiendo la forma pura”, advierte Ventura.
En Estados Unidos, los nitacenos se usan como adulterante de la heroína y otros opiáceos “y a veces se vende como falsa oxicodona”. Los cárteles mexicanos también los distribuyen. Y ya han sido detectados en países europeos, como Reino Unido o Irlanda. A finales de 2023 se produjeron una serie de casos de sobredosis por opioides en Dublín y Cork que en un principio se pensó que podrían achacarse a la heroína, pero los análisis de laboratorio revelaron que se trataba de nitacenos mezclados con cafeína y paracetamol.
Hasta 500 veces más potentes que la heroína
El principal peligro que plantean estas sustancias es que son, según Ventura, “mucho más potentes de lo que se ha visto hasta ahora”. Si el fentanilo es hasta 50 veces más potente que la heroína, los nitacenos son hasta 500 veces más potentes que la heroína. “No todos”, aclara la representante de Energy Control. “Algunos tienen la misma potencia que los fentanilos”.
Su empleo como adulterantes de otros opiáceos (de origen natural, como la morfina, que se extrae del opio) y opioides (sintéticos, como el fentanilo) complica aún más el control del riesgo que suponen. Cuando se adultera una droga hay que mezclarla muy bien para conseguir un resultado homogéneo. Sin embargo, tal y como reconoce Ventura, “es muy difícil obtener una muestra que sea homogénea”. Por eso, lo que se consigue viene a ser algo así como una “bomba de relojería”. Un gramo de la sustancia resultante puede contener un 1% resultante, mientras que otra parte de esa misma mezcla puede tener un 10%. Quienes consuman las porciones con mayor concentración de los nuevos opioides serán, lógicamente, los que se enfrenten a un mayor riesgo de sobredosis.
¿Los nitacenos pueden llegar a España?
De momento, no se han detectado nitacenos en España. “La ley de la oferta y la demanda es muy indicativa de lo que sucede en cada país”, expone Ventura. Si hay suficientes opioides para cubrir la demanda, es muy probable que no entren nuevos. A diferencia de lo que sucede en otros países, “en España hay suficiente heroína”. Por eso, en el congreso de la UNAD se hizo un llamamiento a la calma.
Sin embargo, tampoco conviene relajarse del todo porque el mercado de la droga es muy cambiante, vivimos en un mundo globalizado y la situación podría dar un giro en cualquier momento. Es más, hay un factor que no conviene perder de vista: “Ha bajado un poco el cultivo de opio, por lo que podría haber menos heroína en unos meses”.
“Puede ser que vengan y puede que no. Estamos lejos de la situación de Estados Unidos, pero tenemos que estar preparados por si la cosa se complica”, apunta Ventura. “El mercado está sujeto a los cambios geopolíticos”.
En cuanto a los potenciales consumidores de opiáceos, siguiendo la filosofía de Energy Control, Ventura aconseja “no consumir nunca a solas, analizar siempre las sustancias que se van a tomar y probar una pequeña parte”.