Tomate, pepino, cebolla, pimiento verde, aceite de oliva, vinagre y sal. Habrá quien añada pan, ajo u otros ingredientes, pero a grandes rasgos esos son los ingredientes del gazpacho. Es posible que no haya un alimento más veraniego, pero además de refrescar este plato tiene múltiples beneficios para la salud.
Marta Otero, miembro del Consejo General de colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, explica a CuídatePlus que “desde el punto de vista nutricional, podemos decir que el gazpacho es una buena fuente de vitaminas y minerales”. Así podemos destacar entre sus propiedades la presencia de:
Vitaminas A, C y E que destacan por sus propiedades antioxidantes.
Minerales: fósforo, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, cobre, potasio y sodio.
Fibra vegetal.
Licopeno, un betacaroteno que destaca por su poder antioxidante y es responsable del color rojo del tomate.
Por otro lado, si le echamos pan será un plato más saciante ya que éste es fuente de hidratos de carbono complejos. Si dudamos sobre qué aceite echar, hay que tener en cuenta que el aceite de oliva virgen extra sería el más adecuado. “Éste es rico en ácidos grasos monoinsaturados, que destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Entre los principales ácidos grasos se encuentra el ácido oleico que es beneficioso frente a enfermedades cardiovasculares”.
Además, contiene otros ácidos grasos poliinsaturados como el Omega 3 y el Omega 6, ácidos grasos esenciales, “es decir, el organismo no los puede sintetizar y deben ser proporcionados por la dieta”.
Gazpachos de otros sabores
La verdad es que el gazpacho da para innovar en la cocina y cada vez es más común encontrar gazpacho de fresa, de sandía, de mango, de remolacha… Las posibilidades son casi infinitas, igual de ricas, de saludables y de nutritivas.
Según Otero, “el de fresa aporta un componente dulce que es muy apetecible a todas las edades, sobre todo entre los más pequeños”, apunta Otero. Lo mismo pasa con el gazpacho de sandía o melón, frutas apropiadas para el verano al ser de temporada. “Ambas son fuente de agua, vitaminas, fibra dietética y componentes nutricionales que actúan como antioxidantes para el organismo”.
Quizá el menos habitual sea el de remolacha, que aporta un toque dulzón y para el que puede usarse remolacha cruda o cocida previamente. “Destaca además por su gran contenido en hierro”, añade la nutricionista.
El efecto de licuar las verduras
No debemos olvidar que no es lo mismo tomar fruta fresca que un zumo, ya que al licuarlo tomamos menos fibra y más azúcar y tiene un menor poder saciante. ¿Ocurre lo mismo con el gazpacho? En este sentido Mónica Herrero, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas Nutricionistas de Aragón, afirma que “los hidratos de carbono que contiene serán los mismos. Lo que cambia es su disponibilidad, al estar licuados son más fáciles de absorber, debido a que la fibra se ha roto y esta retiene menos los azúcares y pasan más fácilmente a absorberse por el intestino. Con lo cual el índice glucémico del gazpacho es mayor que si lo tomado en forma de ensalada”.
Gazpacho, ¿acompañamiento o primer plato?
“Al ser un plato cuyos ingredientes se preparan en crudo, conserva gran parte de sus vitaminas y minerales lo que hace que el gazpacho sea nutricionalmente un plato muy completo”, añade Otero. Sin embargo, el hecho de que estén triturados hace que el contenido en fibra sea menor. Por tanto, “sería conveniente complementarlo con un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, ya sea de origen animal o vegetal, para tener un menú equilibrado. Cabe recordar que para conseguir una proteína completa cuando tomamos legumbres debemos también tomar algún cereal como el arroz para conseguir un alto valor nutricional del plato”, explica Otero.
¿Sirve el gazpacho para hidratarnos?
En momentos de mucho calor parece que beber un gazpacho nos reconforta y, en cierto modo, nos ayuda a reponer fuerzas. En cualquier caso no hay que confundirse, para hidratarnos debemos recurrir al agua, aunque el gazpacho contenga una gran cantidad. “Podemos tomarlo como tentempié, almuerzo, merienda, como primer plato en la comida o en la cena, pero no para reponer líquidos, ya que es un alimento, que contiene calorías, nutrientes, sal, etc..”, explica Herrero.
¿Gazpacho como bebida isotónica?
Tras el ejercicio en verano sí podría ser una buena alternativa a las bebidas isotónicas, más si éstas tienen azúcar en su composición, ya que el gazpacho contiene electrolitos, calorías, sal y nutrientes. “El problema viene en que el tomate es un alimento muy ácido y puede provocar acidez de estómago, y si además lo tomamos con el estómago vacío después de horas de ejercicio, podría sentar bastante mal”, apunta Herrero.
La nutricionista de Aragón aconseja tomarlo como algo puntual, no para hidratar, “más bien como si fuera una ensalada, pero en este caso licuada, con sus propiedades, y sabiendo sus desventajas”.