22 diciembre, 2024

Adiós a las quemaduras solares: estos son los consejos de los dermatólogos


En verano, las quemaduras solares están a la orden del día. Y es que, aunque nos pongamos protector solar, muchas veces no es suficiente ya que o no cubrimos todo el cuerpo con la crema o no reaplicamos las veces necesarias para prevenir las quemaduras solares. Como informa a CuídatePlus Isabel Del Campo, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral, “una quemadura solar es una inflamación de la piel como consecuencia del daño que ha ocasionado a radiación ultravioleta (UV), cuando una exposición excesiva sobrepasa los mecanismos de defensa natural protectores ante la radiación UV”.
Esto quiere decir que el sol “ha provocado un daño en el ADN celular de la piel lo que se traduce en enrojecimiento, ardor, inflamación y, en algunos casos, ampollas, que si no se tratan adecuadamente puede acabar desembocando en una infección bacteriana al haberse producido un desgarro de la ampolla”.
No todas las personas tienen el mismo riesgo de quemarse. “Los bebés y los menores de 3 años son los que más riesgo tienen de sufrir una quemadura solar, ya que no tienen el mecanismo de defensa de la piel totalmente desarrollado”, apunta la dermatóloga. Por eso, no es recomendable exponerlos al sol, y, si se hace, que sea siempre “con el factor de fotoprotección más alto que exista y que esté formulado especialmente para pieles pediátricas”.
A este grupo hay que añadir el de “las personas que tienen fototipos bajos (I y II), que se caracterizan por tener la piel, cabello y piel muy clara”. Ellos “se queman muy rápido y no se ponen morenos”.

Cómo evitar una quemadura solar

Las quemaduras solares se pueden evitar de una forma sencilla, sólo hay que hacer caso a las recomendaciones de los expertos. Según Del Campo, estos son los consejos que hay que seguir:
Utilizar protector solar de amplio espectro y alta protección UVB/UVA.
 
No tomar el sol en las horas centrales del día, cuando la radiación es más fuerte.
 
Utilizar accesorios para completar la protección solar: gorros, sombreros, gafas, sombrillas, ropa con protección UV.
 
Durante los períodos de mayor exposición solar se puede complementar la fotoprotección tópica con suplementos orales que actúan como antioxidantes y ayudan a proteger las células de la piel de los efectos nocivos de la radiación UV.
 
No utilizar cabinas de rayos ultravioleta, ya que se suele utilizar fotoprotector porque el objetivo es broncearse. Además, se sabe desde hace ya más de 10 años que este tipo de cabinas tienen efectos directos sobre la aparición de cáncer de piel.

Este es el mejor protector solar

El mejor protector solar es, sin duda, el que tiene un factor de protección 50. Este deberá usarse “durante el verano o cuando vayamos a estar mucho tiempo expuestos al sol en cualquier época del año cuando haya sol”. Por ejemplo, apunta, “si vamos a hacer deporte al aire libre, montañismo e, incluso, si vamos a hacer tareas del hogar en el exterior también debemos usarlo”. Durante el resto del año se puede emplear uno de factor 30.

Cómo hay que usar el protector solar para no quemarnos

Así hay que usar el protector solar para evitar quemaduras:
Aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición en forma generosa y uniforme.
 
Replicarlo cada 2-4 horas cuando se esté expuesto al sol, o después de nadar, o sudar excesivamente.
 
Ser generosos con la cantidad de crema solar. Se deben aplicar 2mg de crema por cada cm2, lo que equivaldría a un vaso de chupito.
 
Aplicar el fotoprotector por igual en todas las partes del cuerpo.
 
No utilizar protectores solares o con índices de protección muy bajos

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