Por escurridiza que sea la definición del amor, todos sabemos reconocer cuándo estamos enamorados, aunque cada cual tenga sus propios sentimientos y modos de manifestarlo.El enamoramiento es ese deseo de estar con el otro, compartir los días e imaginar un futuro en común, un sentimiento de primera instancia en el que el erotismo es manifiesto. Y si es recíproco y sin impedimentos, la pareja es un hecho.Pero pasar del enamoramiento al amor significa un proceso de conocimiento, un avance a una instancia superior que puede concretarse o no. Formar una pareja no siempre es para toda la vida.Mirá también
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El desenamoramiento puede darse como un proceso de desgaste en uno o ambos miembros de la pareja, o puede ser repentino ante la aparición de un tercero o algún otro elemento disruptivo.Cuando se trata de un proceso, es más difícil ir detectando los indicios, empiezan y se desarrollan de a poco, pero en algún momento terminan haciéndose evidentes y explícitos. ¿Cómo reconocer si estamos transitando ese proceso? La pregunta es independiente del deseo o capacidad de continuar o terminar con la relación.
Señales de que ya no estás enamorada
No lo extrañas cuando no está, buscas excusas para no verlo, coqueteas con otros. Indicios a tener en cuenta. Foto: Shutterstock.El apego, la costumbre, el cariño, el tiempo compartido, los intereses comunes a veces no nos dejan ver con claridad lo que sentimos en un rincón secreto del alma.Salvo en caso de ruptura abrupta por causas ajenas a la relación, el desamor es un proceso sistemático, lleva meses y es difícil de afrontar porque implica asumir que hay que construir una nueva vida.La psicología nos ayuda a detectar conductas que podrían quitar el velo y demostrarnos que hemos perdido el candor y deseo de los primeros momentos. El sitio Cuerpo Mente, abocado a temas de salud física y emocional, nos da las claves para poder observarnos a nosotras mismas y quitarnos esa duda que corroe nuestra intimidad.Mirá también
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1) Pérdida de interés. Disminuye el deseo y la voluntad para participar de los intereses, actividades y espacios propios de la pareja. Te dejas llevar, te mueves por inercia, rutina o costumbre. Te gana el tedio. Ya no intentas ser la primera en llamarlo o comunicarte. Ya no dices “te quiero” o “te amo”.2) No lo extrañas cuando está ausente. Puedes pasar días sin su compañía o abocada solo a tus proyectos personales o laborales. Buscas excusas para aislarte y no encuentras placer en los momentos compartidos. Pides más espacio, aire e independencia.3) El erotismo y la vida sexual pasan a segundo plano. No te interesa seducirlo ni crear situaciones románticas. Los encuentros sexuales se distancian porque ya no encuentras placer en la intimidad. Este es uno de los índices más claros para la psicología.Mirá también
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4) Le encuentras más defectos que virtudes. O si antes no les dabas importancia, ahora los defectos de tu pareja se hacen más evidentes, pasan a ser un problema y los usas para desvalorizarla. Te irrita.5) Te aburren sus temas profesionales. Pierdes interés en sus proyectos, su profesión o sus cuestiones personales. No preguntas ni te interesa escuchar sus comentarios laborales.
El erotismo y la sexualidad pasan a un segundo plano. Postergas decisiones como tener hijos o comprar una casa. Foto: Shutterstock.6) Ya no piensas a largo plazo. No te planteas metas en pareja o proyectos en común. El futuro se ve incierto. Rechazas o postergas decisiones importantes, como tener hijos o comprar una casa. Te centras en el presente.7) No haces concesiones. Inicias peleas intrascendentes, te alteras fácilmente y buscas justificaciones cuando te hacen notar tu falta de compromiso o indecisión. Ya no eres tan amable y pierdes la paciencia.8) Piensas en ti y no en conjunto. Te descubres coqueteando con otro, sea en serio o como un juego. Ya no valoras como antes la fidelidad física o emocional. Síntoma clarísimo, para la psicología, de que estás en tránsito de desamor.Mirá también
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9) Guardas secretos. Si bien no hay porqué contarlo todo y conservar un grado de intimidad es común, ahora hay una actitud de ocultamiento voluntario que linda con la mentira. Lo que callas es tan importante como lo que dices, y lo que dejas de hacer es tan importante como lo que haces.10) Evitas los encuentros con otras parejas. Se hace difícil compartir momentos con otros porque queda en evidencia tu situación distante. Solo puedes establecer encuentros cortos y en situaciones no románticas.En fin, si ya percibes todas estas señales, es probable que la ruptura sea inminente, pero no necesariamente tienes que estar en una situación límite.Si sólo uno o dos de estos indicios se están expresando, con una conversación sincera o una terapia de pareja, si fuera necesario, quizás se pueda revertir el curso de la relación y generar una nueva estabilidad.
