22 octubre, 2024

Qué es la “memoria muscular” y por qué ayuda recuperar la forma más rápido

El término  “memoria” no sólo se refiere a algún acontecimiento ocurrido que se almacena en el cerebro. Existen otros tipos de memoria como, por ejemplo, la de nuestro sistema inmune que tiene memoria para reconocer patógenos (por ejemplo, virus) en aquellas personas que han estado expuestas previamente. 

No confundir con la memoria neuronal 

A veces se confunde la capacidad del sistema nervioso central para aprender, almacenar y recuperar patrones de movimientos específicos, o sea, la memoria neuronal, con la memoria muscular, según explica Miguel del Valle, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, editor de Archivos de Medicina del Deporte y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte. 

 Se sabe que el músculo esquelético es capaz de responder a determinados estímulos ambientales. Esto fue demostrado por primera vez en 2013 por Kristian Gunderson. 

La memoria muscular esquelética es un tipo de memoria que reside a nivel celular y molecular en el tejido muscular, en concreto, en las células musculares o miocitos. Se puede definir como la capacidad del músculo esquelético para responder de manera diferente a los estímulos ambientales positiva o negativamente, dependiendo del tipo de estímulo, si estos estímulos musculares, por ejemplo en un entrenamiento, se han tenido previamente, es decir, que son repetitivos.  

Recuperar el estado de forma tras una parada 

“Los músculos, según algunas investigaciones, son capaces de recuperar el estado de forma que tenían antes de una parada (por una lesión u otros motivos) de manera más rápida que si fuera la primera vez que entrenan”, señala Miguel del Valle. 

Por tanto, hay evidencias científicas que dicen que desarrollar músculo es más fácil para quienes los hayan ejercitado anteriormente, debido a que éstos retienen “una memoria” de su anterior estado de forma, incluso mientras se deterioran por falta de uso, explica este experto en Medicina del Deporte. 

Así, el entrenamiento incrementa: 

Dos posibles mecanismos para explicar el fenómeno 

Aunque la base molecular de la memoria muscular aún no se ha dilucidado por completo existen dos posibles mecanismos que pueden explicar este fenómeno: 

Mecanismo “celular” de la memoria muscular. Se basa en que el entrenamiento de fuerza provoca modificaciones en las fibras musculares entre las que destaca un aumento del número de núcleos. Estos nuevos núcleos adquiridos durante las fases de hipertrofia de las fibras musculares o miocitos, gracias a la memoria muscular, se conservan durante un tiempo o de forma permanente.  

La conservación de los núcleos celulares durante periodos de desentrenamiento se asocia con una mejor adaptación al reentrenamiento posterior tras un nuevo estímulo. “No debemos olvidar que las fibras musculares esqueléticas (células musculares) son células multinucleadas de gran tamaño (cada una de ellas contiene entre cientos y miles de núcleos) y en los núcleos se encuentra el DNA”, resalta Miguel del Valle.  

Por tanto, según esta teoría la memoria muscular se debe a una acumulación extra de núcleos en las células musculares generados durante el entrenamiento. Dichos núcleos son capaces de sintetizar proteínas musculares más rápidamente tras periodos largos de inactividad (o envejecimiento), permitiendo al músculo cuando se entrena volver mucho más rápidamente a su estado anterior que si no hubiera sido entrenado previamente. 

Mecanismo “epigenético” de la memoria muscular. La epigenética es un tipo de memoria molecular y celular provocada por los cambios que se producen en la expresión génica, pero sin que haya alteraciones en la secuencia del ácido desoxirribonucleico (ADN). Esos cambios pueden provocar que los genes se activen o desactiven en función de los estímulos externos (como el entrenamiento).  

Esas modificaciones en el ADN del músculo esquelético después, por ejemplo,  de un crecimiento muscular inducido por el entrenamiento en un momento anterior, se conservan, incluso cuando se suspende el ejercicio. Y están asociadas con la mejora de las respuestas moleculares y, por lo tanto, la adaptación al reentrenamiento posterior. 

“La mayoría de estos descubrimientos han sido realizados en animales de experimentación por lo que los resultados en humanos todavía hay que tomarlos con cautela. Hacen falta más investigaciones”, matiza Miguel del Valle. 

Por qué los deportistas recuperan con más facilidad 

Gracias a la memoria muscular los deportistas que abandonan el deporte durante un tiempo recuperan más fácilmente su forma física y tienen mucha más facilidad que otras personas que nunca han hecho deporte a la hora de volver a hacer determinados ejercicios. 

Esa recuperación más rápida de la forma física se cree que se debe, precisamente, a la memoria muscular. Teniendo en cuenta la teoría de la memoria muscular, los músculos previamente entrenados adquieren fuerza y ​​volumen mucho más rápido que los músculos no entrenados. 

La memoria muscular también está relacionada con la genética y con otros factores como la edad y el estilo de vida. 

Cambios con el entrenamiento repetitivo 

La memoria muscular se relaciona con la memoria del sistema nervioso central  y periférico. Los entrenamientos repetitivos provocan una serie de cambios: 

Así, el entrenamiento provoca que el SNC incremente el reclutamiento de fibras musculares mejorando la coordinación y del trabajo neuromuscular, lo que permite realizar el movimiento de manera más fluida y precisa. 

El entrenamiento muscular también produce cambios metabólicos que mejoran la capacidad del músculo para obtener y almacenar energía durante el ejercicio. 

Cambios

En conjunto, las investigaciones realizadas (en modelos animales) hasta la fecha sugieren que los estímulos para incrementar la masa muscular y los estímulos que imitan los ejercicios de fuerza pueden promover la adquisición de nuevos núcleos por las células musculares, y que la mayoría de ellos pueden conservarse y, por lo tanto, pueden servir para permitir una respuesta mejorada al mismo estímulo hipertrófico o a uno similar en el futuro, indica Miguel del Valle.  

Sin embargo, añade este experto, parece que todavía hay cierta controversia sobre si el músculo humano retiene núcleos en las células después de un crecimiento inducido por una carga fisiológicamente intensa, como el entrenamiento de fuerza. “Esto, probablemente se deba a que los estudios de intervención en humanos son muy limitados y no se ha observado una respuesta homogénea entre individuos, o grupos musculares. Por lo tanto, se requieren más investigaciones en humanos”. 

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