La obesidad es una enfermedad y, además, es muy compleja. Hace unos años apenas se mencionaba y era la gran ausente de muchos foros sanitarios, pero ahora se empieza a hablar más de ella. Así lo ha reconocido Arantxa Sáez, presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (Aecat). El problema, ha asegurado, es la perpetuación de muchos mitos y conceptos erróneos: “No estamos hablando de la obesidad de forma adecuada porque todavía persiste la idea de que es una cuestión estética, un número en la báscula o un problema que afecta a la fuerza de voluntad del paciente”.
Comparte esta opinión Cristóbal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo). “Debemos repensar esta enfermedad con mayúsculas, para la cual lo más importante es la prevención, pero sin olvidar que no debemos dar la espalda a las personas que viven con este problema y necesitan un seguimiento mantenido en el tiempo”, ha resaltado. Sáez como paciente experta y Morales como profesional sanitario entablaron una conversación sobre los tabús en torno a la obesidad en el foro Pilares de la Salud, impulsado por el Área de Salud de Unidad Editorial y que ha contado con la colaboración de HM Hospitales, Lilly, MSD y la Consejería de Salud de la Región de Murcia.
Una enfermedad con más de 250 complicaciones
En palabras de Morales, un paciente “no elige ser obeso; la obesidad lo elige”. Según su parecer, esta enfermedad no empieza cuando el paciente llega a la consulta del médico, sino “en la guardería, el colegio, e incluso en el vientre materno”. Dentro de la complejidad que caracteriza a esta enfermedad, el componente genético “es muy importante”, pero también lo es el social y todas las complicaciones a las que puede dar lugar.
Cristóbal Morales, endocrinólogo.
Los últimos estudios muestran que un 55,8% de la población mayor de 18 años residente en España presenta exceso de peso: un 18,7% tiene obesidad y el 37,1%, sobrepeso. “No es un factor de riesgo, que es lo que se pensaba antes, sino la puerta de entrada o el gatillo para el desarrollo de más de 250 complicaciones”, apunta el especialista. Estas son algunas de ellas:
El estigma y la culpa ‘acompañan’ a las personas con obesidad
A todas estas complicaciones hay que añadir, tal y como expresa Sáez, el estigma que rodea a la obesidad, que lleva a que muchas personas no pidan ayuda porque se sienten culpables. “Muchos pacientes con obesidad no consideran que estén enfermos; simplemente creen que están gordos porque comen mucho”, relata la paciente experta. Y si alguna vez llegan a la consulta de un profesional, este suele seguir el siguiente esquema: “Te da una dieta de 1.500 calorías que saca del cajón para que te la lleves a tu casa y te dice: ‘adelgace’”. Esto supone, según Sáez, “poner el foco en el paciente, en su fuerza de voluntad y en que va a seguir esa dieta, pero a lo mejor la hace y no adelgaza; entonces, vuelve a la consulta y el profesional le dice: ‘es que lo ha hecho usted mal’”.
Arantxa Sáez, paciente experta.
Al final, el paciente no se siente ni apoyado ni escuchado porque “todavía se considera que está en su mano” poner remedio a su enfermedad. Cuando esa persona se somete a cirugía de la obesidad, el estigma le lleva a pensar: ‘me han tenido que operar porque no he hecho nada antes’. Este estado de cosas pasa factura desde el punto de vista emocional. La solución no es fácil. Los ponentes de Pilares de la Salud consideran que hay que empezar por dar un giro radical al manejo de la obesidad y “ofrecer los medios, el apoyo psicológico y el acompañamiento al paciente durante todo el proceso”, resalta Sáez.
Mucha ciencia… y empatía
Ante tantas ideas erróneas y formas equivocadas de actuar, Morales extrae un aspecto positivo (o un triste consuelo): “Lo hemos hecho tan mal que ya solo podemos mejorar”. Su propuesta es impulsar un cambio radical: “Cambiar este sistema sanitario para abordar mejor una enfermedad con mayúsculas que es crónica y recidivante”.
Ha llegado la hora de abandonar el objetivo de bajar el número que refleja la báscula. El verdadero reto es que la persona con obesidad “gane salud, años y calidad de vida, evitando las complicaciones y el estigma”. En este último aspecto, el médico considera que los profesionales “tienen que mejorar mucho”, poniendo sobre la mesa una buena dosis de empatía, además de toda la ciencia disponible (medicación, cirugía, pautas de estilo de vida…).