15 enero, 2025

¿Qué se hace en una primera revisión ginecológica?


Vergüenza, miedo y muchas dudas. Los motivos por los que muchas mujeres se niegan a ir al ginecólogo son variados. Sin embargo, conviene superarlos todos. Los expertos recomiendan acudir, al menos, a una revisión ginecológica anual, ya que puede ser clave para la detección precoz de una patología tumoral en el útero, el cuello del útero o los ovarios.
‘‘Lo más frecuente ante una primera visita al ginecólogo es el nerviosismo y el miedo a experimentar dolor en la exploración, pero es un paso fundamental para cuidar la salud’’, destaca a CuídatePlus Ana Boldó Roda, tesorera de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). 
La especialista aconseja hablar abiertamente con el profesional, entender los procedimientos y confiar en que todo está orientado al bienestar: ‘‘Esto ayudará a reducir el miedo y a ver la consulta como una oportunidad para la salud. Por parte del profesional, explicar paso a paso lo que se va realizando y en qué momentos puede notar alguna manipulación determina la confianza y relajación de la paciente’’. 
Boldó agrega que una de las mejores formas de superar la vergüenza es entender que el ginecólogo está acostumbrado a tratar con todo tipo de situaciones. Además, ‘‘es importante elegir un médico con el que la persona se sienta cómoda. Fomentar un ambiente de confianza es clave para hacer que la experiencia sea más relajada’’.
Un temor de muchas mujeres es el dolor que les pueda ocasionar la revisión. En este sentido, aclara que no tiene por qué ser dolorosa. ‘‘A menudo, puede haber algo de incomodidad, pero es un procedimiento rápido y generalmente bien tolerado’’, tranquiliza la experta, quien insiste: ‘‘Se trata de una oportunidad para que las pacientes hagan preguntas y aprendan sobre su salud reproductiva y sexual’’.

¿En qué consiste la revisión?

Inicialmente, y como en cualquier primera visita médica, se realiza una serie de preguntas sobre el historial médico, antecedentes familiares, ciclo menstrual, vida sexual, hábitos de salud, entre otros. ‘‘Esta parte ayuda al ginecólogo a conocer mejor a personalizar la revisión, según las necesidades de la mujer’’, detalla Boldo.
En cuanto a la exploración realizada, el pilar principal es el examen pélvico, que consiste en que el ginecólogo examina los órganos reproductivos a través de un examen visual y táctil. De acuerdo con la tesorera de la SEGO, ‘‘puede ser realizado mediante la inserción de un espéculo en la vagina para observar el cuello uterino y la vagina, y también con las manos para palpar los ovarios y el útero. Durante esta exploración, puede realizarse la toma de citología que es la prueba que se realiza de screening para detectar lesiones cervicales como método preventivo del cáncer cervical’’. 
Por último, la exploración se completa con el examen ecográfico que puede realizarse vía vaginal o vía abdominal. Esta es una prueba complementaria de imagen que valora detalladamente la normalidad de los genitales internos (útero, trompas y ovarios).
‘‘Como parte de los genitales de la mujer, las mamas tienen que ser valoradas mediante palpación para detección de nódulos o alteraciones y también puede completarse con un estudio ecográfico, individualizando los casos’’, concluye Boldó. 

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