La pimienta es la baya del árbol Piper nigrum y se utiliza como especia. Originaria de la India, se cultiva en zonas tropicales de Asia. Según la información sobre condimentos y aperitivos del Ministerio de Agricultura, se utiliza desde la antigüedad: “Ha quedado constancia del uso que hacían de ella los griegos y los romanos”. Ya en España, “al principio de la llegada de las especias en la Edad Media, y antes de ser descubierta la Ruta de las Especias, se utilizaba como moneda de cambio en los mercados”.
La piperina es la sustancia causante del sabor picante de la pimienta y, según explica a CuídatePlus Mónica Pérez, dietista-nutricionista del Consejo General de colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidenta de la Asociación Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Extremadura (AEXDN), “la pimienta negra es la más picante”.
Tipos de pimienta
Los distintos tipos de pimienta se obtienen según el momento de la recolección y posterior tratamiento.
Pimienta negra
La pimienta negra se recolecta antes de la maduración y se seca, volviéndose negra y arrugada. Al molerla pierde aroma porque los aceites se volatilizan.
Pimienta verde
La pimienta verde es el grano inmaduro conservado en vinagre o salmuera. Mediante liofilización se obtiene un grano con aroma suave, afrutado y menos picante.
Pimienta blanca
La pimienta blanca es el grano maduro que, macerado en agua, pierde la piel que lo rodea; de ahí su color. Es picante, pero menos aromática.
Pimienta rosa
La pimienta rosa es la baya del árbol Schinus molle. Se recolecta muy madura. Tiene un sabor dulce y cítrico, no muy picante pero sí aromático, por lo que no hay que abusar de su uso.
Otras clases de pimienta
Otros tipos de pimienta que no proceden del Piper nigrum son:
Pimienta de Java: parecida a la pimienta negra pero más pequeña. Aromática y perfumada.
Pimienta de cayena: se trata de un condimento picante elaborado mediante la molienda de guindillas desecadas.
Pimienta de Jamaica: bayas que al secarse se tornan pardas. También llamada cuatro especias por su sabor a canela, nuez moscada, jengibre y clavo.
Pimienta de Sichuan: fruto seco de una variedad de fresno que se usa como especia por su sabor picante.
Pimienta Ashanti: similar a la pimienta negra, pero menos arrugada.
Propiedades nutricionales de la pimienta
Según expone Pérez, entre los nutrientes de la pimienta destacan las vitaminas A, C y E y minerales como hierro, calcio y potasio. Entre sus propiedades se encuentra “el poder antioxidante, antiinflamatorio, anticancerígeno y antibacteriano, entre otros”.
La piperina, el alcaloide responsable de su sabor picante, “estimula la secreción de enzimas digestivas, mejorando la digestión”. Además, es carminativa, lo que significa que ayuda a reducir los gases intestinales. “Es interesante también conocer que mejora la absorción del calcio”.
No obstante, la dietista-nutricionista advierte que, al usarse en cantidades muy pequeñas, “tanto el valor nutricional como las propiedades contribuyen al total de la alimentación, pero no son parte significativa, aunque sí interesante”.
Cantidad máxima diaria recomendada
Si no existe ninguna patología que lo impida, la pimienta “puede usarse de manera habitual en la cocina”, comenta Pérez, quien puntualiza que no es conveniente un consumo excesivo. Se aconseja “no abusar ni superar 1-2 cucharitas al día, que ya sería una cantidad elevada teniendo en cuenta que su uso habitual no excede de 1g”.
La dietista alienta el consumo frecuente de este condimento porque, al igual que sucede con otras especias, “su uso reemplaza o disminuye la utilización de sal en las comidas, siendo útil a nivel cardiovascular”.
Se aconseja adquirir la pimienta en grano para una mejor conservación y aroma, mantenerla fuera de la luz y la humedad y evitar su consumo si presenta moho, mal olor o características organolépticas alteradas.
Personas que deben moderar el consumo de pimienta
Esta especia, según Pérez, “puede agravar la sintomatología de enfermedades digestivas e incluso interaccionar con la absorción de algunos medicamentos, potenciando sus efectos”.
En concreto, “la pimienta negra es irritante, por lo que se desaconseja su consumo habitual en patologías digestivas como la gastritis, úlcera gástrica, reflujo gastroesofágico, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.”. Asimismo, en caso de hemorroides, su consumo puede aumentar el dolor y el escozor.