5 febrero, 2025

El ejercicio de fuerza, vital en pacientes con cáncer por estos motivos


Hace no tantos años, a los pacientes con cáncer se les recomendaba llevar una vida activa y caminar diariamente. Pero se ha visto que un ejercicio más estructurado, individualizado, adaptado e, incluso, intenso, no solo no resulta perjudicial para quienes se encuentran en pleno proceso oncológico, sino que promueve unos beneficios significativos.
Respecto a cómo debe ser ese ejercicio, junto a la actividad aeróbica, cada vez hay más pruebas de que la fuerza muscular es igualmente importante porque incide en una mejor salud y calidad de vida, reduce la pérdida de masa muscular (sarcopenia) e, incluso, puede llegar a aumentar la supervivencia.

Razones para el ejercicio antes, durante y después del cáncer

Los beneficios del ejercicio físico en pacientes con cáncer son múltiples. Estos son los más destacados:
Reduce la sensación de cansancio o fatiga.
 
Disminuye la pérdida de masa muscular y ósea.
 
Mejora la fuerza muscular.
 
Contribuye a disminuir la depresión y ansiedad.
 
Ayuda a dormir mejor.
 
Mantiene o mejora la habilidad física para ejecutar las tareas diarias.
 
Fortalece el sistema inmunitario.
 
Aumenta el apetito.
 
Ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable.
 
Reduce la probabilidad de que ciertos tipos de cáncer vuelvan a aparecer.
 
Contribuye a mejorar la supervivencia y reducir la mortalidad.
 
Mejora la calidad de vida.
 
Reduce los efectos secundarios del tratamiento oncológico.

Cómo debe ser el ejercicio en los pacientes oncológicos

El tipo y la intensidad del ejercicio físico dependerán del estado general del paciente con cáncer, sus características individuales y la fase del tratamiento en la que se encuentre.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha publicado un documento de posicionamiento en el que aconseja combinar los ejercicios aeróbicos con los de fuerza y resistencia, así como con los de flexibilidad y equilibrio, ya que, “todos ellos son componentes esenciales de un programa integral de ejercicio”.  

Los ejercicios aeróbicos, como caminar, correr, montar en bicicleta o nadar “mejoran la capacidad cardiorrespiratoria, reducen la fatiga y aumentan la calidad de vida del paciente con cáncer”.
Los ejercicios de resistencia y fuerza, que implican el uso de pesas u otros métodos para fortalecer los músculos (como las bandas elásticas), son esenciales porque “ayudan a contrarrestar la debilidad y la pérdida de masa muscular -que suelen estar presentes en los pacientes con cáncer como efectos secundarios del tratamiento-, mejorando la capacidad funcional y reduciendo la fatiga”, afirman desde la SEOM.
Los ejercicios de flexibilidad, como pueden ser los estiramientos o el yoga, ayudan a mantener o mejorar el rango de movimiento y reducir la rigidez muscular, lo cual es particularmente importante para aquellos pacientes “que pueden tener una movilidad reducida debido al tratamiento, incluido el quirúrgico”. 
Finalmente, los ejercicios de equilibrio, como los que se practican en el tai-chi y el entrenamiento específico del equilibrio, pueden ayudar a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de caídas. “Esta modalidad de ejercicio es de particular importancia para los pacientes con cáncer que padecen pérdida ósea o metástasis”, resaltan los oncólogos.

Demostrado: el ejercicio de fuerza reduce la mortalidad

Un estudio publicado en British Journal of Sports Medicine revela que la fuerza muscular y una buena condición física están vinculadas a un riesgo significativamente menor de muerte por cualquier causa en personas con cáncer.
La principal conclusión de esta revisión de estudios es que, en comparación con aquellos con poca fuerza muscular y bajos niveles de capacidad cardiorrespiratoria, quienes se encuentran en condiciones óptimas en estos dos parámetros tienen una probabilidad de morir de forma prematura entre un 31% y un 46% inferior. Además, este riesgo se reduce en un 11% adicional con cada unidad de aumento de fuerza muscular.
Teniendo en cuenta estos resultados, los autores del análisis resaltan que la fuerza muscular podría “utilizarse en la práctica clínica para determinar el riesgo de mortalidad en pacientes con cáncer en etapas avanzadas y, por lo tanto, los ejercicios de fortalecimiento muscular podrían emplearse para aumentar la esperanza de vida”.

Bibliografía

Herrero López B. Cardeña-Gutiérrez A., Godoy Ortiz A. et al. (2025). Exercise in cancer patients: assistance levels and referral pathways-a position statement from the Spanish Society of Medical Oncology. Clinical and Translational Oncology. DOI: 10.1007/s12094-024-03546-w
 
Bettariga F., Galvao D., Taaffe D. et al. (2025). Association of muscle strength and cardiorespiratory fitness with all-cause and cancer-specific mortality in patients diagnosed with cancer: a systematic review with meta-analysis. British Journal of Sports Medicine. DOI: 10.1136/bjsports-2024-108671
 

Fuente

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