4 febrero, 2025

Adiós a la depresión: nueva opción para los casos que no responden al tratamiento


La depresión va mucho más allá de la tristeza. Es normal sentirse desdichado en algún momento y por motivos concretos. Pero si el sentimiento de desánimo o desesperación se prolonga durante semanas o meses, o bien se agrava tanto que empieza a tener un impacto claro en distintos ámbitos del día a día, es muy posible que se trate de una depresión y sea necesario pedir ayuda.
El tratamiento de la depresión es complejo y requiere la combinación de diferentes modalidades terapéuticas; fundamentalmente, psicoterapia, medicación y cambios en el estilo de vida. Sin embargo, en un porcentaje importante de casos, los tratamientos tradicionales farmacológicos y psicológicos no son efectivos, lo que da lugar a lo que se conoce como depresión resistente, es decir, que no responde a la terapia. Se calcula que la depresión resistente al tratamiento afecta hasta al 30% de los adultos con trastorno depresivo mayor.
Este tipo de depresión supone todo un reto para el que se están investigando nuevas opciones, algunas de las cuales ofrecen resultados muy prometedores. Es el caso de la estimulación del nervio vago. Según un estudio recientemente publicado, esta técnica mejora de forma significativa los síntomas de los pacientes con depresión grave resistente a los antidepresivos y otras terapias.

Qué es el nervio vago y cómo afecta a la depresión

El nervio vago tiene un papel fundamental en muchos aspectos relacionados con la salud, ya que es el responsable de conectar casi todos los órganos esenciales al cerebro: corazón, pulmones, estómago, intestino, páncreas, hígado… Es el más largo del organismo, pues recorre todo el cuerpo desde el cerebro hasta el abdomen en dos divisiones, por el lado derecho y por el izquierdo. 
Los nervios vagales son los principales componentes del sistema nervioso parasimpático, que controla funciones corporales específicas como la digestión, el ritmo cardíaco y el sistema inmunológico. Estas funciones son involuntarias, lo que significa que no es posible controlarlas conscientemente.
Entre las funciones sensoriales y motoras involuntarias en las que está implicado el nervio vago se encuentran las siguientes:
Digestión.
 
Frecuencia cardíaca.
 
Presión arterial.
 
Respiración.
 
Respuesta del sistema inmunitario.
 
Sensibilidad cutánea y muscular.
 
Gusto.
 
Estado de ánimo.
Este último, el estado de ánimo, constituye la principal conexión con la depresión y abre la posibilidad de utilizar este nervio con fines terapéuticos.

Beneficios de la estimulación del nervio vago

Las últimas evidencias científicas sobre los beneficios de la estimulación del nervio vago en personas con depresión resistente al tratamiento se han publicado en la revista Brain Stimulation. Casi 500 pacientes participaron en un ensayo clínico en Estados Unidos que mostró que aquellos que fueron sometidos a esta terapia alcanzaron una mejora significativa de los síntomas de depresión, que se reflejó en su calidad de vida y su capacidad para llevar a cabo las tareas diarias.
Este tratamiento consiste en implantar un dispositivo similar a un marcapasos debajo de la piel en el pecho con un cable conectado al nervio vago izquierdo en el cuello. Al estimular el nervio, este envía, a su vez, pulsos eléctricos a áreas del cerebro relacionadas con la regulación del estado de ánimo. En el ensayo clínico se implantó este aparato a todos los participantes, pero solo se activaron aproximadamente la mitad de ellos. Ni los pacientes ni los médicos que los trataban sabían quienes tenían el dispositivo activado y en qué casos estaba apagado. 
Los dos primeros meses se dedicaron a realizar ajustes a los dispositivos y a partir del tercer mes y durante un periodo de seguimiento de 12 meses efectuaron evaluaciones mensuales de los síntomas de los participantes. También se instó a todos ellos a que autoevaluaran tanto su calidad de vida como la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas. 
Todos los pacientes estaban recibiendo tratamiento farmacológico o psicológico para la depresión antes de iniciar el ensayo clínico y continuaron haciéndolo durante el periodo de un año que duró el estudio, pero se instó a sus médicos de familia y psiquiatras a que no iniciaran ningún nuevo tratamiento con antidepresivos. 
En términos generales, las personas cuyos dispositivos fueron activados experimentaron síntomas depresivos durante menos tiempo que aquellos a los que no se les aplicó la terapia. La remisión completa de la depresión fue muy infrecuente en ambos grupos, pero las personas con los dispositivos en funcionamiento percibieron una mejora superior en su calidad de vida y capacidades funcionales.

Bibliografía

Conway CR, Aaronson ST, Sackeim HA et al. (2024). Vagus nerve stimulation in treatment-resistant depression: A one-year, randomized, sham-controlled trial. Brain Stimulation. DOI: 10.1016/j.brs.2024.12.1191

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