Un suculento cruasán de mantequilla a la plancha o una barra de pan bien crujiente con sobrasada o mantequilla derretida. El hambre que empuja a la cocina a primera hora del día puede caer en estas u otras tentaciones. Y, ojo, que de vez en cuando tampoco viene mal arrancar la jornada con un capricho, pero el secreto está en buscar otras opciones igual de apetitosas, pero más saludables.
Para untar la tostada, por ejemplo, existen otras alternativas más allá del paté y de la mantequilla: el hummus. Compuesto de sésamo, ajo, aceite de oliva y zumo de limón y, lo más importante, de garbanzos. “Es una buena fuente de proteína vegetal y de carbohidrato de buena calidad porque lleva un nivel de fibra alto”, destaca a CuídatePlus la dietista-nutricionista Paz Pérez.
Al estar hecho principalmente de garbanzos, este alimento aporta todos los beneficios típicos de las legumbres: “Al ser una proteína vegetal de buena calidad, ofrece una serie de vitaminas, minerales, calcio y, principalmente, hierro”. La experta recuerda que la legumbre puede producir malestar digestivo en forma de distensión abdominal o gases. Sin embargo, en el caso del hummus, “el garbanzo está triturado y al no tener el pellejito de fuera, la digestión es muchísimo mejor”.
Además, indica que su buen aporte de fibra repercute de forma positiva a nivel de la microbiota y del tránsito intestinal. Según la experta, “ayuda a la regulación del azúcar en sangre. Ralentiza la absorción de carbohidratos, “de manera que la absorción del nivel glucídico va a disminuir”.
Por otra parte, tanto la fibra como la proteína que contiene este plato favorece la saciedad: “Cuando comemos una legumbre, el nivel de saciedad es bastante alto. Hay que tener en cuenta que el control del apetito es importante”, subraya. Pérez agrega que este alimento no aporta grasa y recuerda que el aceite de oliva es un buen protector cardiovascular.
Tostada de hummus, un desayuno que se puede tomar a diario
Por todo lo expuesto, la nutricionista afirma que el hummus se puede comer todos los días sin que suponga algún problema para la salud. En este sentido, resalta que aunque la proteína de la legumbre no es de tan buena biodisponibilidad como la proteína de los animales, “cuando la tomamos junto con un carbohidrato, estamos haciendo que esa proteína sea de mejor calidad. Con la tostada, comemos pan, que aporta el carbohidrato junto con el hummus”.
En caso de comprar hummus en el súper, Pérez recomienda comprobar que tenga los ingredientes básicos y no muchos más. “Mejor no optar por el que lleve demasiados aditivos o unas grasas que no sean de buena calidad”, advierte la experta, quien apunta que el porcentaje de sal también debe ser el mínimo posible.
