Aproximadamente, uno de cada cinco hombres españoles sufrirá en algún momento de su vida eyaculación precoz. Este problema, informa a CuídatePlus Nayara Malnero, psicóloga y sexóloga, “es cuando el hombre está habitualmente insatisfecho con sus tiempos porque no disfruta plenamente de sus relaciones sexuales, bien porque el orgasmo llega antes de lo que desearía, bien porque su pareja siempre está insatisfecha o bien porque, independientemente de la práctica sexual en la que tenga más dificultades, él no puede disfrutar plenamente porque no le da tiempo o porque tiene que estar siempre controlando no tener un orgasmo”.
Esto, indica la experta, “no quiere decir que tenga que ocurrir sólo en penetración”. Y es que, recalca, “puede pasar en cualquier práctica sexual y, por supuesto, también a los hombres homosexuales ya que no hace falta que haya penetración vaginal, de hecho, a muchos hombres les ocurre a solas”.
En opinión de Malnero, “esto es muy importante para entender bien la definición de eyaculación precoz y para tener una apertura un poco más amplia de su significado ya que hay muchos hombres que sufren por esta situación porque no les da tiempo a disfrutar o porque siempre tienen que estar pendientes y no pueden alargar un poquito más ese disfrute de sus relaciones para compartir con su pareja o incluso ellos solos”.
Tratamientos para la eyaculación precoz
La parte buena de este problema es que todos los que se ponen manos a la obra pueden encontrar una solución que no tiene por qué ser con el uso de medicamentos. Es cierto que en muchas veces cuando un paciente acude al urólogo por un problema de este tipo se les prescribe un tratamiento farmacológico que, a juicio de la experta, no siempre es la mejor opción.
Y es que, desde su punto de vista, “suele existir mucha desinformación sobre los tratamientos porque se suele decir que la eyaculación precoz no tiene cura, y la realidad es que no tiene cura porque no es una enfermedad”. De hecho, “los tratamientos clásicos han sido a base de antidepresivos ya que estos medicamentos actúan retrasando el proceso de excitación y de orgasmo”. Esto en opinión de la experta, “es una barbaridad, porque recomendar un medicamento psiquiátrico para alguien que no tiene un problema psiquiátrico es muy grave”.
Por otro lado, añade, “se encuentran otros tratamientos, como cremas o spray analgésicos que ayudan a retrasar la eyaculación pero no permiten sentir”. Esto, opina, “no tiene mucho sentido”. Para Malnero estas opciones deberían usarse “como complemento pero no como tratamiento y no en todos los casos”.
PAE: Programa de Alta Efectividad
Sus estudios le han llevado a diseñar una metodología de tratamiento específico para abordar la eyaculación precoz llamada Programa de Alta Efectividad (PAE). “Es una metodología que patentamos el año pasado y que asegura la mejoría, en todos los chicos con eyaculación precoz”, afirma Malnero.
En esta metodología “no necesitamos fármacos ni complementos, ni juguetes”. Lo que se hace es un cambio a tres niveles: “La parte física, la parte mental-emocional, y la parte relacional y de pareja”.
En la parte física, explica, “trabajamos tanto con herramientas de suelo pélvico como herramientas de masturbación terapéutica, incluso técnicas más físicas para utilizar en la relaciones sexuales o con uno mismo”. También “evaluamos muchísimo cómo está el chico físicamente para aprovechar todas sus potencialidades, ya que, físicamente, muchas veces no somos conscientes de la cantidad de hábitos que podemos mejorar tanto a nivel de ejercicio, de alimentación y de descanso”.
Todo eso, asegura, “está en nuestro cuerpo y solo cuidando nuestro cuerpo se puede mejorar muchísimo la respuesta sexual”.
A nivel psicológico y emocional, trabajan “con todas esas creencias y toda esa educación sexual que muchas veces les falta para que ganen seguridad y herramientas que reduzcan su ansiedad”. Utilizamos, además, “herramientas de lo que se llama sexfulness, (mindfulness aplicado a la relaciones), que les ayuda a reducir su frustración y a mejorar su autoestima, diciendo adiós a la ansiedad”. Esto, afirma la experta, “es esencial, ya que la mayoría de los chicos reconocen sufrir mucha ansiedad sexual”.
Por último, también trabajan con la pareja. “Cuando no hay pareja estable también les ayudamos a aumentar las probabilidades de conocer personas nuevas y a enfrentarse a esas relaciones que generan, a veces, tanto nerviosismo y tanta inseguridad”.
En opinión de Malnero, hay que trabajar todas estas patas que “muchas veces se olvidan por los terapeutas”. Es muy importante “tener una visión holística integral para que se lleven todas sus herramientas y que todos puedan aprovechar aquellas que más falta les hacen, las implementen y las adapten a sus necesidades, para generar el cambio que necesitan”, concluye.
