En 2007, la familia McCann se encontraba de vacaciones en Portugal. Kate y Gerry habían elegido las cristalinas aguas de Praia da Luz para disfrutar junto a sus hijos, la mayor -de 3 años- Madeleine y los mellizos -de 2 años- Sean y Amelie. Una noche, 3 de mayo de aquel año, mientras cenaban con sus amigos en el restaurante “Tapas”, la pequeña Maddie desapareció misteriosamente de su cama en el departamento 5A del complejo Ocean Club. Nunca más fue vista. El desesperado grito de búsqueda de sus padres se hizo eco en todos los rincones del mundo. La imagen de Madeleine, con su cabello rubio y ojos cafés, con una característica hendidura en su iris derecha, recorrió todos los medios de comunicación, se imprimió en todas las tapas de diarios y se publicó en todos los portales webs del globo. La investigación, iniciada por la policía portuguesa, no estuvo exenta de controversia. Para algunos se cometieron graves errores al momento de la desaparición de Madeleine, como el no realizar un minucioso rastrillaje casa por casa en las inmediaciones del resort del centro turístico. La hipótesis, cambiante, jamás permitió trazar una línea clara que oriente la búsqueda. En un comienzo se sospechó que se trató de un secuestro. Nombres surgieron como posibles sospechosos. Robert Murat fue el que más resonó. Más tarde, los investigadores apuntaron contra los padres, con la idea de que fue un crimen que trataron de encubrir. Las dudas aumentaron. La policía de Inglaterra y de Alemania se unieron a la investigación. A medida que pasó el tiempo, las pistas decrecieron: 2.000 diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona del hecho y cerca de 10.000 “avistamientos” de la niña en todo el mundo. Sin resultados. Así, las esperanzas de volver a ver a Madeleine se tornaron más lejanas. Las pistas falsan proliferaron. La niña fue vista en Bélgica, Marruecos, Argentina y Malta, entre otros países. Las teorías se intensificaron. Una de ellas es que Madeleine fue secuestrada por una red de pedofilia internacional.El único sospechoso es Christian Brückner, de 47 años, fue imputado por múltiples crímenes sexuales sin relación con Madeleine. Según un testimonio clave, Brückner confesado el crimen durante su tiempo en cárcel preventiva, mientras se llevaba a cabo el proceso judicial. Sin embargo, el hombre alemán fue declarado inocente, por lo que podría quedar en libertad.Hoy Madeleine tendría 22 años. Nació un 12 de mayo de 2003 en la ciudad de Leicester, Inglaterra. A los 100 días de su desaparición, la policía admitió que era probable que nunca la encuentren. Al día de hoy el interrogante permanece. En estos 18 años de incansable búsqueda, la tecnología avanzó a grandes saltos. La inteligencia artificial (IA) es un claro ejemplo de ello. Estar herramientas son capaces de crear contenido nuevo a partir de un gran caudal de datos e información. De acuerdo con Chat GTP, Madeleine McCann hoy tendría una expresión serena y neutra. Su rostro sería simétrico, con forma ovalada y una piel “clara y suave, sin imperfecciones visibles”. Basado en la imagen de la niña a los 3 años, la IA generó una ilustración con las características generales, como color de ojos, cabello y estilo de Madeleine. Así, reimaginó a Maddie con unas mejillas con un rubor natural muy leve y unos ojos grandes, “con un ligero brillo que aporta vida a la mirada”. Sus pestañas se verían largas y oscuras, y sus cejas bien definidas, ligeramente arqueadas y de un tono castaño.Según la IA, Madeleine hoy tendría un cabello lacio, castaño claro, con reflejos dorador y un corte por debajo de sus hombros, el cual enmarcaría su rostro. Sus labios tendrían un tamaño medio, con un tono rosado natural.