30 abril, 2025

El debate logró encender la campaña porteña | Los 17 candidatas y candidatos porteños expusieron antes de las legislativas


No haría falta entrenar a ninguna inteligencia artificial para responder cuál es la palabra que más se pronunció en la noche del debate de candidatos a legisladores porteños, el martes en el canal de la Ciudad. Contra “el kirchnerismo”, más que contra cuestiones como la inseguridad, la suciedad en las calles, los déficits en educación o en salud, o incluso contra preocupaciones urgentes del orden nacional, parecen venir a luchar muchos y muchas entre los 17 candidatos que aquí se presentaron. Cumpliendo con lo que, por ley y desde 2018, establece el Código Electoral porteño, esta fue la primera y única vez en que se pudo ver y escuchar a todas y todos los candidatos juntos, “medirlos” en algún pie de igualdad, evaluar cómo se presentan, qué reivindican y qué critican. Faltan 18 días para las elecciones y el debate, como acontecimiento político, parece haber dado inicio a una campaña que hasta el momento no terminaba de arrancar del todo.    Medido en cada detalle –hasta la forma en que se presentan los candidatos en los  zócalos, con nombre o apodo, con o sin comillas–, y con cada turno, cada cruce y posición –hasta el lugar en la tarima– decidido por sorteo y fiscalizado por el Instituto de Gestión Electoral, el debate se extendió durante casi tres horas. Logró el objetivo de dar a conocer a varios de los candidatos en semejante espectro de opciones, al no haber PASO de por medio. Y aunque lo estructurado y la cantidad de participantes ciñó el ritmo del debate, hubo momentos de cruces más picantes. Y fuera de cámara, puestas en escena para el ingreso frente a los móviles, y un reducido número de acompañantes que en los cortes dio aliento o tiró observaciones a cada uno. 

Uppercut

Silvia Lospennato fue la que probablemente tuvo la posición más incómoda, y la que menos pudo sortearla. Recibió golpes por todos lados –a diestra y siniestra, podría decirse–. Por las críticas al estado actual de la Ciudad (la basura en primer y más evidente lugar), por un lado. Y porque como ella misma se encargó de resaltar con orgullo en su presentación, “vamos a seguir acompañando el rumbo económico de la República Argentina”. A su obsesión por los trapitos como problema acuciante de las y los porteños, la diputada del PRO sumó la necesidad de aclarar que Rodríguez Larreta “se fue del partido, lo abandonó; es una lástima, pero fue así”. A su turno, el aludido se enfocó en pegarle exclusivamente a su exfuerza (matizando con algún “kirchnerista” cada tanto): “Quiero agradecer al oficialismo porteño porque están haciendo campaña con todos los logros de mi gestión, y no inauguraron una sola obra pública. Solamente una plaza que fue un proyecto mío, y ni siquiera me invitaron a la inauguración”, chicaneó.Leandro Santoro le recordó a Lula Levy que “si no hubiese sido por Martín Lousteau, no se hubiese aprobado la Ley Bases, porque él acompañó esa ley”. La candidata de Evolución mostró el más flojo desempeño en su primer debate, con malas pasadas jugadas por los nervios. Otra debutante, Eva Koutsovitis, optó por leer.Se escucharon risas fuertes en el estudio cuando Mila Zurbriggen directamente le preguntó a Yamil Santoro por qué imitó toda la estética de otra lista, por qué fue “el que más copió en la campaña”. Sin ningún empacho, el candidato copión le respondió que “esa fue una estrategia de marketing”, y pasó a otro tema. Más tarde, Ramiro Marra y Yamil Santoro acusándose de “copiarse las propuestas” en relación a “los fisuras” fue otro momento gracioso de la noche. “Mas tarde o más temprano el kirchnerismo va a volver a gobernar el país. La solución es llevar el modelo de la motosierra a todos los rincones del país”, evaluó Adorni. Con el mismo tono canchero, el portavoz repitió lo que antes de venir había escrito en un tuit: que cerraría el canal de la Ciudad en el que se hizo el debate –con impecable despliegue técnico–.A su turno, Marra casi lastimosamente le pidió unir fuerzas “en la batalla contra los zurdos y contra el kirchnerismo”. Es curioso: además de que el kirchnerismo nunca gobernó ni fue mayoría en la Legislatura de la Ciudad, ninguno de los aquí presentes se reivindicó como kirchnerista (incluso Juan Manuel Abal Medina dijo que hizo cosas muy buenas en el gobierno de los Kirchner, pero al mismo tiempo los criticó fuertemente). Sin embargo, el gran cuco fue el que atravesó el debate, de principio a fin. 

El abandono y la crueldad

Leandro Santoro tomó como ejemplo el tema de la basura como paradigmático: “Limpiar la ciudad de Buenos Aires sale cuatro veces más caro que lo que sale en Madrid. Mucha gente no sabe que el servicio está dividido en siete zonas, seis de las cuales son privadas. La solución está en controlar a las empresas tercerizadas”, planteó. Con tono canchero, Manuel Adorni le preguntó si “no le da verguenza ser kirchnerista”. Santoro citó como respuesta el slogan “Adorni es Milei”: “Santoro es Santoro, yo no me escondo atrás de nadie. Vine a este debate a dar una pelea contra el abandono de Jorge Macri en la Ciudad y la crueldad de Javier Milei en el país. Hay más negocios que gestión. Y  hay una competencia de la política para ver quién es peor persona, ahí nosotros no entramos”, respondió.”No te voy a hacer ninguna pregunta porque creo que ningún comunista tiene habilidad moral para ocupar ningún cargo publico”, le espetó con una sonrisa Adorni a Federico Winokur, de La Izquierda en la Ciudad. “¡Facho!”, se escuchó el grito en el estudio. “Me parece bárbaro que te llames a silencio, con tu gobierno el 70 por ciento de los jubilados cobra 366 mil pesos, no veo de qué te reís”, le respondió el joven docente. 

En compañía  

A pesar de los rumores previos sobre la posible ausencia de Adorni, Vanina Biasi fue la única ausente con aviso, por estar cursando “un cuadro de neumonía bilateral severa” (con el correspondiente certificado presentado, ya que si la falta no es por fuerza mayor, el partido debe pagar una multa importante); en su lugar participó el segundo de la lista, Luca Bonfante.Cada candidato podía traer tres personas para acompañarlo a ingresar al estudio. Así, Lospennato fue acompañada por la jefa de campaña, María Eugenia Vidal, que llegó al canal un poco después que ella, y fue la única de su fuerza que accedió a hablar con la prensa en el espacio privilegiado del ingreso: inexplicablemente, la candidata se negó a acceder a los micrófonos. Más explicablemente, Manuel Adorni tuvo su misma tesitura, lo mismo Horacio Rodríguez Larreta.A Larreta se lo vio con Jorge Telerman; Santoro vino con su pareja, Ginette Soulas, el jefe de despacho Nicolás Otero y el encargado de prensa, Fernando Sapio. Eva Kousovitis, con Claudio Lozano. Por Adorni llegó el hombre fuerte del gobierno, Santiago Caputo, también lo acompañó su esposa, Bettina Angeletti. A Abal Medina lo acompañó su compañera de lista, Carolina Papaleo.  

Hola, qué tal

La primera ronda de presentaciones, de un minuto cada uno, definió adónde apuntó y adónde pegó cada candidato. “Soy el vocero del presidente Javier Milei”, se presentó Adorni, y aseguró que “hemos hecho logros realmente increíbles”. Evitó hablar de la ciudad y se enfocó en criticar al “kirchnerismo”. Santoro se enfocó en pedir un freno para “el abandono y la crueldad” en la Ciudad y en el país, en criticar la deshumanización de la política. “Es verdad que soy una desconocida, pero creo que también al resto los conocemos demasiado. Escuchen a una nueva generación”, pidió Lula Levy. Lospennato repitió el hit del PRO: “vamos por más”. Larreta se enfocó en la gestión pasada: “vos me conocés”, repitió en cada intervención. Desde el principio se enfocó en criticar la gestión de Jorge Macri: “votemos para recuperar la ciudad que teníamos”; “estuve 16 años en la ciudad, la ciudad de hoy no es la misma, nos da lástima”.“Soy zurdo, soy socialista, soy lo que este gobierno más odia, y me da orgullo”, resaltó Luca Bonfanti, y buscó mostrarse como el único “no coucheado“. Federico Winpcur abogó por “una izquierda que no este obsesionada con los cargos, que además de denuncias, presente proyectos y propuestas”. Alejandro Kim se mostró como un “comerciante, con una propuesta orgullosamente peronista”. Paula Oliveto como una experta en auditar y controlar. “Soy del sector privado, y estoy acá para representar al sector privado, el cual representa a nosotros los ciudadanos de bien”, fue la arenga de Marra, que se definió textualmente como “opositor a todos los kirchneristas y a toda la izquierda”.Caruso Lombardi arrancó con metáforas futboleras livianas, pero enseguida pareció perder el mediocampo, se quedó sin ataque y apeló al fallo táctico. Marcelo Peretta, que ganó celebridad durante la pandemia por su posición antivacunas y se presentaba como integrante de un sindicato farmacéutico que no tiene personería, y, con porte de visitador médico, aseguró que viene a “remediar” los problemas de la Ciudad.

Ingresos coucheados

También los ingresos al canal, que alteraron la tranquilidad a esta hora de la noche de la calle Esparza en el barrio de Almagro (muy cerca de la estación Loria) tuvieron su cuota de espectáculo. Hubo quienes lo prepararon especialmente, hasta con gorro, bandera y vincha. Caruso Lombardi se encargó de ser el primero en llegar, como para no tener competencia, sobre las seis y media de la tarde. Junto a un sonriente y bronceado Oscar Zago desplegó metáforas futboleras varias y se erigió como el rey del ascenso, sin privarse de nombrar a Maradona. “La gente quiere que le hablen fácil, y yo soy uno de ellos”, repitió. Yamil Santoro entró decidido a matarle el punto a Marra a como de lugar: lo primero que dijo, ya antes de entrar al debate, fue que proponía una ley contra los indigentes, no ya para cobrarles multa, como había deslizado en una nota el expulsado liberal, sino para directamente, meterlos presos. No contento con ello, al rato volvió a salir a la vereda donde estaban apostados los móviles. Fue a buscar un perrito con un enorme moño rosa, y así se hizo filmar y fotografiar: “porque los porteños amamos las mascotas, voy a legislar también para ellos”, avisó.Santiago Caputo entró al set y, tras negarse a dar declaraciones y molestarse porque le sacaban fotos, le dijo a un reportero: “Vos sos un desubicado” y sacó su celular para fotografiar la credencial.El que aprovechó la escena llevando una pequeña barra que posó tras las cámaras con remera y gorrita con el logo de su partido (las chicas buscando el ángulo, al estilo Fórmula 1) fue Marcelo Peretta, con su fuerza – slogan “Remedios para CABA”.

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