28 mayo, 2025

Loratadina y desloratadina: cómo utilizar estos antihistamínicos para la alergia


Cuando los índices de polen se disparan, muchos alérgicos recurren a los antihistamínicos para reducir sus síntomas. Entre los medicamentos más utilizados se encuentran la loratadina y la desloratadina. Pablo Caballero, farmacéutico del área de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, explica cómo utilizar de forma adecuada estos fármacos.
En general, se adquieren con receta médica, pero existen algunas presentaciones que son de venta libre en farmacias para el tratamiento puntual de las manifestaciones alérgicas. Si los síntomas persisten, es recomendable acudir al médico para que evalúe bien el problema y prescriba el medicamento más adecuado.

Cómo actúan y diferencia entre loratadina y desloratadina

Estos dos fármacos son antihistamínicos que, según explica Caballero, “actúan como agonistas inversos del receptor H1 de histamina”, aunque antes se pensaba que eran antagonistas de dicho receptor. “Lo que hacen los agonistas inversos es disminuir la actividad que tiene el receptor, mientras que los antagonistas lo bloquean”.
La histamina actúa cuando se une a sus receptores en el cuerpo. Los antihistamínicos se unen a esos receptores, impidiendo que lo haga la histamina para ejercer su efecto. Por lo tanto, tal y como señala Caballero, “no impiden que se produzca histamina, que puede estar en el organismo, pero no puede desplegar sus efectos porque los receptores están ocupados por el fármaco”.
Los efectos de la histamina que disminuyen con el empleo de antihistamínicos son fundamentalmente los siguientes: picor corporal, rinitis (moqueo y picor nasal), picor de ojos, de garganta… “Cuando nos exponemos a un alérgeno, ya sea en la piel, los ojos, la nariz o la garganta, causa picor, enrojecimiento y otros síntomas, y tanto la loratadina como la desloratadina evitan estos efectos”, confirma el farmacéutico. Se utilizan, sobre todo, frente a la alergia al polen y la urticaria crónica.
En cuanto a las diferencias entre estos dos medicamentos, el experto comenta que la loratadina tiene “su propio efecto antihistamínico, pero en el cuerpo se convierte en desloratadina, que es un metabolito, es decir, un derivado que produce el cuerpo cuando la loratadina se metaboliza”. La desloratadina es, por lo tanto, un derivado “con todavía más potencia antihistamínica”. Por eso, a partir del descubrimiento de este metabolito se desarrolló la loratadina de forma sintética. 

Cómo se administran estos fármacos

Se trata de dos moléculas muy parecidas, pero la desloratadina, al ser más potente, se usa con una dosis inferior. La dosis habitual de loratadina es de 10 miligramos una vez al día, mientras que la de desloratadina es de 5 miligramos, es decir, la mitad.
Ambos medicamentos se pueden administrar en comprimidos y en forma de solución oral o jarabe. En el caso de la loratadina, a veces se combina con pseudoefedrina, que es un descongestivo “que se ha visto en estudios que no es muy eficaz”. En este caso, se trata de una presentación de liberación prolongada. Además, hay comprimidos bucodispersables de desloratadina, que se deshacen en la boca sin necesidad de tragar con agua.
Se pueden tomar a cualquier hora y con independencia de las comidas.

Efectos adversos

Los efectos adversos de estos dos medicamentos son muy similares y, según el farmacéutico, “son poco comunes porque son bastante seguros”. A diferencia de los antihistamínicos de primera generación, es raro que produzcan sueño.
Entre los muy escasos efectos secundarios que pueden producir cabe señalar el dolor de cabeza, boca seca, malestar o fatiga. No obstante, Caballero puntualiza que estos síntomas son muy comunes en primavera y podrían deberse a lo que se conoce como astenia primaveral.

Consumo con alcohol

En principio, estos antihistamínicos no interaccionan con el alcohol, pero la recomendación de los profesionales sanitarios es “evitar su ingesta o reducirla con cualquier medicamento y en la vida en general”. Ahora bien, si a alguien le producen somnolencia la loratadina o la desloratadina, el alcohol la va a potenciar porque “también es un depresor del sistema nervioso central”.

Administración en el embarazo

En el embarazo se consideran fármacos relativamente seguros, teniendo en cuenta, según Caballero, que “en la medida de lo posible se debe evitar cualquier medicamento durante la gestación”. En todo caso, si se toma durante este periodo, ha de ser siempre con receta médica y con el seguimiento oportuno del médico. Además, hay que tener en cuenta que durante el embarazo “es muy habitual que los médicos prescriban un fármaco para evitar las náuseas que es un antihistamínico: el Cariban (doxilamina)”. De ahí que se considera que si una mujer ya lo está tomando no necesita ingerir ningún otro frente a la alergia. 

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