13 mayo, 2025

Blefaritis: ¿qué causa esta enfermedad ocular y cómo se trata?


La blefaritis es una inflamación de los párpados que suele aparecer especialmente en la zona donde nacen las pestañas y en la que se localizan unas glándulas sebáceas llamadas las “glándulas de Meibomio”, encargadas de generar los lípidos y proteínas que contienen las lágrimas y que hacen que estas se evaporen más lentamente, protegiendo así la córnea. “Se trata de un problema que suele ocasionar bastantes molestias y dificulta considerablemente la vida de la persona que la sufre”, explica Rosa Rodríguez-Conde, oftalmóloga de Clínica Baviera Pamplona.   
Por suerte, resalta la experta, además de los tratamientos indicados por el médico, existen diversas pautas que pueden ayudar bastante a aliviar sus síntomas: “Es un proceso común, pero tratable si se siguen los cuidados adecuados en la higiene palpebral y, en algunos casos, si se toman medicamentos recetados por el oftalmólogo”.
En cuanto a las causas, son varios los factores que pueden esconderse tras este cuadro:
Bacterias, que pueden acumularse en los bordes de los párpados, causando inflamación.
 
Problemas en las glándulas sebáceas.
 
Afecciones de la piel, como el acné rosácea.
 
Alergias a los ácaros, aunque esta causa es menos frecuente. 
Respecto a los síntomas, incluyen picazón, enrojecimiento e hinchazón alrededor de los bordes de los párpados, además de descamación de la piel en los párpados, sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo y a veces formación de costras en las pestañas debido a la acumulación de aceite y bacterias. “Estos síntomas pueden variar en intensidad según la persona y la causa subyacente de la blefaritis, pero es importante buscar atención médica si se experimentan para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados”, comenta la especialista. 

Blefaritis y orzuelo, ¿cuál es la diferencia?

La blefaritis y un orzuelo son dos afecciones relacionadas con los párpados, pero tienen diferencias en sus causas y síntomas. Como se ha mencionado, la primera es una inflamación crónica de los párpados, generalmente causada por bacterias, problemas en las glándulas sebáceas o afecciones de la piel como el acné rosácea. 
“Por su parte, un orzuelo es una infección aguda de una glándula sebácea en el borde del párpado provocada por bacterias. Se manifiesta como una protuberancia roja y dolorosa, que puede estar llena de pus. A menudo, se desarrolla rápidamente y puede ser sensible al tacto”, explica Rodríguez-Conde. 

¿Cómo se diagnostica y se trata?

El diagnóstico de la blefaritis se realiza mediante un examen ocular realizado por un oftalmólogo. Según la experta de Clínica Baviera, “durante esta exploración, el médico observa los síntomas visibles y puede realizar pruebas adicionales, como la evaluación de la calidad y cantidad de las lágrimas y la observación de la función de las glándulas sebáceas”.
El tratamiento de la blefaritis suele implicar una combinación de medidas de cuidados en el hogar, que incluyen la limpieza regular de los párpados con soluciones específicas, la aplicación de compresas tibias para aflojar las costras y el aceite acumulado, y la eliminación suave de las costras con un hisopo de algodón.
En casos más severos o crónicos, “el médico puede recetar medicamentos tópicos, como cremas o pomadas para controlar la inflamación y las infecciones bacterianas asociadas. En casos de blefaritis causada por problemas de la piel subyacentes, como el acné rosácea, puede ser necesario tratar la afección subyacente para controlar la blefaritis de manera efectiva”, añade.

Cuidados para prevenir la blefaritis

La experta consultada por CuídatePlus subraya que existen algunas medidas preventivas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar blefaritis o a prevenir su recurrencia: 
Mantener una buena higiene ocular: es recomendable limpiar suavemente los párpados y las pestañas diariamente con un limpiador específico para los párpados o con agua tibia y un jabón suave. Esto ayuda a eliminar la acumulación de aceite, bacterias y costras que pueden contribuir a la blefaritis.
 
Utilizar compresas tibias: aplicar compresas tibias sobre los párpados cerrados durante varios minutos varias veces al día ayuda a aflojar las costras y el aceite acumulado, facilitando su eliminación.
 
Evitar frotarse los ojos: puede irritar los párpados y empeorar la blefaritis. Hay que tratar de evitar este hábito y no tocarse los ojos con las manos sucias.
 
Controlar las condiciones subyacentes: en caso de sufrir acné rosácea u otras condiciones médicas que puedan contribuir a la blefaritis, es importante tratarlas, según las indicaciones del médico.
 
Cuidados básicos con el maquillaje: es conveniente utilizar maquillaje de buena calidad y no usarlo una vez que esté caducado. Tampoco compartir el maquillaje con otras personas y limpiar las brochas y aplicadores regularmente.
 
Proteger los ojos del humo y del polvo: el humo del tabaco, el polvo y otros irritantes pueden empeorar la blefaritis. Se debe evitar estos irritantes tanto como sea posible y utilizar gafas de protección si se está expuesto a ambientes polvorientos o con humo.

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