11 diciembre, 2024

C. Tangana y su relación con el cannabis: estos son los efectos en el cuerpo de fumar porros


El cantante C. Tangana ha asegurado que dejar de fumar cannabis ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado por los efectos en la salud que sentía cuando fumaba. Tangana ya no consume “porros” porque, en su momento, le “volaron la cabeza” y le “empezaron a sentar mal. Tenía paranoia y sentí que los porros abrieron una ventana que tiene que ver con el miedo y una forma de estar en el mundo un poco paranoide que nunca se ha vuelto a cerrar”.
El cannabis, explica a CuídatePlus Manuel Landecho Fortún, especialista en Medicina Interna de la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra, es una de las drogas más consumidas en España. De hecho, según el Informe 2023 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, es, junto con la cocaína, la droga más consumida por detrás del alcohol y el tabaco. Como explica el experto, “las drogas son sustancias químicas que alteran el funcionamiento normal del cuerpo y/o del cerebro”. A diferencia de los tratamientos, “las drogas nunca solucionan un problema primario en el inicio de su consumo. Es decir, generan un problema y no resuelven nada”. 
En nuestro país, según datos del Ministerio de Sanidad, un 2,8% de la población de 15-64 años consume cannabis a diario o casi a diario, con lo que tienen un patrón de consumo de mayor riesgo para la salud. Además, un 15% de la población española de entre 15 y 64 años piensa que consumir cannabis carece de consecuencias sobre la salud.
Según la encuesta EDADES, el cannabis es la sustancia ilegal más consumida en España. También en Europa y Estados Unidos, y su consumo se encuentra muy extendido entre los jóvenes. En 2022, el 40,9% de la población manifiesta haber probado cannabis alguna vez en la vida, y un 8,9% dice haberlo consumido en el último mes. En los últimos años se ha incrementado el consumo diario de un 1,7% en 2007 a un 2,8% en 2022.

¿Por qué nos enganchamos a las drogas?  

Hay dos tipos de adicción, la física y la psicológica. “La adicción psicológica se produce por la búsqueda del efecto deseado, frecuentemente se trata de evadirse de una realidad determinada o de gestionar una emoción no deseada”, indica el experto. Posteriormente aparece la adicción física “en la que el cuerpo se vuelve dependiente de una sustancia y necesita cada vez más para sentir los mismos efectos”, añade. Esto puede ocurrir por “cambios en la química cerebral y por la necesidad de evitar los síntomas de abstinencia”.
Según el informe ¿Qué riesgos y consecuencias tiene el consumo de cannabis? elaborado por el Ministerio de Sanidad, el cannabis “actúa sobre el sistema de gratificación y recompensa cerebral de la misma forma que lo hacen otras drogas, a través del estímulo de la liberación de dopamina”. Por eso, “el consumo continuado de esta droga produce adicción”. La adicción, informan, “aparece entre el 7 y el 10% de las personas que lo han probado y en 1 de cada 3 de los que lo consumen habitualmente”.

Daños a nivel cerebral y físico

El consumo de drogas puede dañar el cerebro de diversas maneras, como alterar la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control de los impulsos. También puede producir cambios en la estructura y la función cerebral, y aumentar el riesgo de enfermedades mentales. La cocaína, además aumenta significativamente el riesgo de ictus.  
En el caso el cannabis, los efectos en la salud son:
El hecho de fumarse sin filtro, aspirando profundamente el humo, reteniéndolo en los pulmones y apurándolo hasta el final, favorece enfermedades como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar o el cáncer de pulmón. Además, su efecto broncodilatador potencia la absorción de sustancias tóxicas.
 
Altera el sistema cardio-circulatorio, provocando taquicardia, por lo que las personas con hipertensión o insuficiencia cardiaca pueden sufrir un empeoramiento de su sintomatología.
 
Existen datos que indican que podría haber un aumento de la incidencia de depresiones y psicosis por el consumo crónico de esta sustancia.
Además, el consumo prolongado ha sido asociado con enfermedades mentales como: 

Alucinaciones temporales. 

Paranoias temporales. 

Intensificación de los síntomas en los pacientes de esquizofrenia, un trastorno mental grave, con síntomas como alucinaciones, paranoia y pensamiento desorganizado. 

También se ha vinculado con otros problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y la ideación suicida en adolescentes. 

¿Se puede revertir el daño producido? 

Como apunta el experto de la Universidad de Navarra, “no siempre es posible revertir el daño producido, aunque siempre se mejora significativamente cuando se abandonan”. Es posible “revertir algunos de los daños producidos por las drogas, especialmente si se detiene el consumo a tiempo, sin embargo, la recuperación completa puede no ser posible en todos los casos”. Tratamientos como la “terapia cognitivo-conductual, la medicación y el apoyo psicosocial pueden ayudar en el proceso de recuperación”. 
En cuanto al tiempo que se tarda en eliminar los efectos, Landecho Fortún señala: “La duración de los efectos de las drogas en el cuerpo puede variar según el tipo de droga, la dosis, la frecuencia de consumo, la vía de administración y otros factores individuales”. Algunos efectos “pueden desaparecer rápidamente, mientras que otros pueden persistir durante más tiempo o incluso ser permanentes”. 
En general, los efectos agudos de muchas drogas “suelen durar horas, pero los efectos a largo plazo pueden persistir durante semanas, meses o años, incluso después de que se haya interrumpido el consumo”. Por eso insiste en que “no son un juego ni una broma, como piensan muchos jóvenes al iniciarse en su consumo”

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