9 febrero, 2025

Cáncer de cérvix: por qué vacunarse es la mejor forma de prevenirlo


Erradicar el cáncer de cuello de útero en 2030. Lograr el 90-70-90 es otra forma de decirlo: que el 90% de todas las niñas de 12 años se encuentren vacunadas contra el virus del papiloma humano (VPH), que el 70% de las mujeres adultas estén bien cribadas a través de tests de alta sensibilidad y que el 90% de las lesiones premalignas detectadas sean tratadas antes de que se conviertan en cáncer. Tres datos sobre los que se insistieron en la presentación de la octava edición del Congreso Virtual en Vacunas, organizado por la compañía biofarmacéutica MSD y que se celebra del 27 de enero al 2 de febrero bajo el lema “Tomando acción por la vacunación”. 
A pesar del ambicioso objetivo, Jesús de la Fuente, coordinador de la Unidad de Patología TGI-VPH del HU Infanta Leonor Vallecas-Madrid y presidente de la Asociación HPV Madrid, reconoce que se cree que la eliminación total del también llamado cáncer de cérvix provocado por el VPH no se dará hasta 2120, “pero no debe quitarnos empeño por ser algo que no vamos a ver nosotros”. 
Este virus, que se transmite por contacto sexual, es el responsable del 98% de los casos de este tumor. Se trata de uno de los más habituales en mujeres a nivel mundial, con más de 500.000 nuevos casos al año. En España, en cambio, es un cáncer poco frecuente. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se calcula que a 2.037 personas se les diagnosticará este tumor en 2025.
“Cuando hablamos de erradicación no nos referimos a que desaparezca este cáncer, que ojalá. Lo que queremos decir es que queremos transformar este tumor en una enfermedad rara. Eso ya es muchísimo logro y avance”, destaca de la Fuente. Asimismo, el experto aclara que hay cientos de tipos de VPH, pero no todos son capaces de producir esta patología: “Son cepas muy concretas las que hay que intentar descubrir con las pruebas de detección precoz y que son las que somos capaces de prevenir con la vacunación”. 

Y de nuevo, el 90-70-90. Tras la infección por VPH y su posterior cronificación, hay una larga evolución hasta la aparición de la lesión premaligna y el desarrollo del cáncer invasor. Por ello, la vacunación contra este virus se impone en la actualidad como la mejor estrategia de prevención de este cáncer. De acuerdo con el especialista, “en torno a un 65% de casos de cáncer de útero sucede en mujeres que no se han cribado”. Eso sí, indica que debe darse un cribado poblacional que equilibre dos situaciones: por una parte, las mujeres que están demasiado cribadas; y por otra, las mujeres que no acuden a realizarse las pruebas diagnósticas. 

¿En qué partes de España no se llega a la tasa de vacunación deseada?

Una de las metas mencionadas es alcanzar el 90% de niñas de 12 años vacunadas contra el VPH. Sin embargo, en siete zonas de España no se está llegando a esta tasa: Ceuta, Melilla, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Canarias, Aragón y La Rioja. ‘‘Hay que dar un impulso más porque todavía no se está implantando en todo el territorio nacional”, lamenta de la Fuente. Sobre las barreras específicas respecto a la diferencia de cobertura de vacunación del VPH según el territorio, el experto apunta que aquellos en los que las dosis se administran en centros escolares tienen una tasa de cobertura mucho mejor que en los que sólo de administran en los centros de salud. 
El experto también alude ”a las barreras de concienciación de adolescentes y sus padres, que tienen parte de la decisión de que se vacunen. Deben saber que es una medida para prevenir el cáncer, no sólo de infecciones de transmisión sexual (ITS)”. 
Además, el experto insta a la necesidad de tener sistemas de registros de vacunación para así poder valorar la puesta en marcha de programas o campañas y comprobar si son eficaces. Por otra parte, ha subrayado el papel de la vigilancia epidemiológica. “¿Cuántas lesiones premalignas estamos tratando?”, se pregunta el experto, quien se responde: “No hay registros. Esto es un proceso lento, por lo que es importante llamar a la acción para que a esto se le meta una marcha más”.  
Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), se enfatiza en la importancia de que las mujeres realicen sus revisiones periódicas con regularidad, para así poder diagnosticar y localizar el tumor y sus lesiones precursoras en estadios iniciales, o que, si presentan síntomas o detectan algún problema, acudan a su ginecólogo lo antes posible. Los principales síntomas o signos del cáncer de cérvix son:
Manchas de sangre o sangrado leve entre o después de la menstruación.
 
Sangrado menstrual más largo y abundante de lo normal.
 
Sangrado después de mantener relaciones sexuales o durante el examen pélvico en la consulta del ginecólogo.
 
Aumento de la secreción vaginal.
Los expertos recuerdan que a pesar de que el VPH es la principal causa del cáncer de cérvix, existen otros factores de riesgo a tener en cuenta, todos vinculados a estilos de vida poco saludables, como el tabaquismo o el consumo de alcohol. Por ello, aconsejan adoptar hábitos saludables como realizar ejercicio físico de forma regular y llevar una alimentación equilibrada.

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