Las redes sociales se han coronado como las reinas de las medias verdades. La mentira, el bulo y el mito deambulan a sus anchas y, por eso, es tan importante que la voz del experto se haga notar. La de Celia Padilla lo hace y mucho. Matrona y conocida como @ohmamma.matrona en Instagram, reúne a más de 200.000 seguidores en esta plataforma. Embarazo, parto, lactancia… son los temas por los que esta comunidad se interesa y que ahora la experta aborda también en el libro que acaba de publicar Oh, la maternidad.
A lo largo de sus páginas, Padilla no sólo aclara con rigor y evidencia todas las dudas que una mujer puede tener desde que se queda embarazada, sino que ahonda en la parte más afectiva y empática de ello, compartiendo su propia experiencia como madre. Por ejemplo, como la experta afirma a CuídatePlus, el parto es mucho más que un proceso biológico: “Creo que la mayoría de madres se enfrenta a él desde el miedo y la incertidumbre, pero al final es una experiencia transformadora. Es el momento en el que, después de tanto tiempo sin conocer a la criatura, la madre se encuentra con ella al otro lado de la piel. Esto es una explosión brutal de sentimientos”. Eso sí, la matrona aclara la necesidad de un “acompañamiento de calidad”, que respete las decisiones y el proceso de la mujer.
Por ello, aunque es lógico sentir temor ante una situación que se desconoce, también hay que empezar a pensar en lo que realmente supone, poner el enfoque en lo importante, que es el hecho de conocer a un hijo, verlo y abrazarlo. “Si nos mantenemos en esta idea, probablemente la mirada hacia el parto sería mucho más amigable”, afirma.
Los cambios físicos que experimenta una mujer tras el mismo es otro aspecto que le puede afectar de algún modo. Según Padilla, “es normal que en los primeros meses desde el parto conviva con un cuerpo que no parece el suyo, pero poco a poco se va a ir recuperando y sanando, sólo que esto requiere de tiempo”. En este sentido, continúa, “lo que nos juega una mala pasada es la expectativa social, incluso la de nosotras mismas acerca de cómo vamos a estar después de parir”. Y, de nuevo, hay que volver a mencionar las redes sociales, que pueden ser una trampa cuando se ve cómo otras mujeres se han recuperado tan pronto del embarazo.
“Hay que entender que el cuerpo necesita tiempo para recuperarse, que no es de hoy para mañana; y también asimilar que algunas de las huellas de esta etapa permanecerán. Conviene acostumbrarnos a vivir con ellas”, subraya, y añade: “Al final, hay que agradecer al cuerpo lo que ha hecho porque a veces no nos lo decimos lo suficiente. Hemos creado una vida y la hemos traído al mundo”.
La maternidad, ¿un sueño o una pesadilla?
Hasta hace bien poco se vendía una imagen de la maternidad idílica. Una teoría que luego chocaba con la práctica. Sin embargo, en los últimos años se está imponiendo una tendencia más bien contraria, la de una maternidad real vista como “terrible y totalmente desastrosa”. Bien, pues de acuerdo con Padilla, ni una cosa ni la otra: “Creo que tenemos que encontrar el equilibrio o entender que la maternidad no sólo es parte positiva ni sólo parte negativa. En cualquier fase importante de la vida se pasa por una montaña de emociones”.
Afrontar esta etapa de una manera realista es algo sobre lo que insiste la experta, pues es frecuente que la presión o la sensación de no ser suficiente o perfecta desarrollen un sentimiento de culpa. “Si están bien nuestros hijos, fenomenal. Si no, ya pensamos que es nuestra culpa. Es parte de la responsabilidad que sentimos”, comenta Padilla.
“Parece que de alguna forma tenemos que criar como nuestras abuelas y trabajar como nuestras madres. Nuestra generación se ha visto obligada a trabajar como si no tuviéramos hijos y a tener hijos como si no tuviéramos que trabajar. Al final hay que encontrar el equilibrio y no sentirnos culpables por querer redescubrir nuestra identidad”.