La ciruela es un alimento que tiene unas propiedades nutricionales muy interesantes. Como señalan desde la Federación Española de Nutrición, en la actualidad, “existen más de 200 variedades, pero la reina de las ciruelas, por su sabor y calidad, es la variedad llamada claudia en honor a la reina Claudia, primera esposa del rey Francisco I de Francia”.
Las ciruelas se pueden clasificar en función de su color en:
Ciruelas amarillas (de sabor ácido y abundante jugo)
Ciruelas rojas (muy jugosas y de sabor más dulce que las anteriores)
Ciruelas negras
Ciruelas verdes (Claudias, de carne firme y jugosa y gran dulzor).
Composición y propiedades
El principal componente de las ciruelas es “agua”, seguido de “hidratos de carbono”, entre los que destaca “la presencia de sorbitol, de leve acción laxante”, de ahí que este alimento sea muy utilizado frente al estreñimiento, entre otras cosas.
El aporte de vitaminas no es relevante, ya que, según informan desde la FEN “tienen un contenido pequeño en provitamina A (más abundante en las de color oscuro) y vitamina E”.
En lo que se refiere a su contenido en minerales, “el más elevado es el potasio”, por lo que es un alimento muy recomendado también para los deportistas.
Las ciruelas, aportan además, “ácidos hidroxicinámicos, entre los que destacan los ácidos cafeico y p-cumárico, y en menor cantidad, ácido ferúlico. También se han aislado en las ciruelas isómeros del ácido clorogénico como el ácido neoclorogénico y el ácido criptoclorogénico”, informan.
Las ciruelas rojas “contienen además antocianinas (que se localizan en la piel y son responsables del color), compuestos con actividad igualmente antioxidante”.
Claudy Bloom: qué es
Una de las particularidades de la ciruela, en todas sus versiones, es el polvo blanco que las recubren y que, a diferencia de los que muchos creen, no es suciedad sino todo lo contrario. Como explica Boticaria García “este polvillo blanco que recubre a las ciruelas es lo que se denomina claudy bloom y es un manto natural de cera que no es tóxico”, más bien, todo lo contrario.
Este polvo que tienen las ciruelas y que muchas veces limpiamos creyendo que es suciedad, “sirve de autodefensa”.
Tiene tres funciones protectoras:
Protector solar. Ya que limita las radiaciones que le llegan y evita que entren dentro de la ciruela y que la dañe.
Repelente de insectos. Esta barrera natural protege a la ciruela de los bichos
Impermeable. Este polvo repele el agua y así no se estropea.
Por tanto, resume Boticaria García: “Este polvo blanco es un protector 3 en 1, un kit básico de supervivencia para el verano”.