El pescado, gracias a su contenido en ácidos grasos Omega 3 y varios nutrientes, es uno de los alimentos más recomendados para ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en todo el mundo.A pesar de esta recomendación, bien conocida por la mayoría de la gente, en la Argentina, que posee un extenso litoral marítimo, el consumo de pescado es bajo: unos 7 kg por persona al año, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).Las razones para el bajo consumo son muchas, entre ellas que los argentinos prefieren platos basados en carne vacuna. También porque, muchas veces, el pescado resulta caro en comparación con el pollo, por ejemplo.Otra de las razones es que los pescados tienen espinas, lo cual aleja a muchos por temor a atragantarse con ellas o porque desconocen cómo limpiarlos de manera efectiva.La Asociación Americana del Corazón, de Estados Unidos, recomienda comer pescado rico en grasas insaturadas al menos dos veces por semana (unos 226 g). Añade que “todos los pescados son una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Pero los pescados grasos contienen ácidos grasos omega-3, que pueden mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca”.La Clínica Mayo, también de Estados Unidos, recuerda que “los omega-3 son un tipo de ácido graso insaturado, que ayudan a disminuir la inflamación en el cuerpo que puede dañar los vasos sanguíneos”. Este daño puede derivar en enfermedades del corazón y en accidentes cerebrovasculares.En cuanto a las espinas, vale recordar que forman el esqueleto interno de los peces óseos, que están compuestas de tejido óseo y que se encuentran en varias partes, como la columna vertebral, las costillas, las aletas y la cabeza.La empresa pesquera Esencia del Mar, en España, recomienda los siguientes pescados que tienen muy pocas espinas.