Domingos, feriados y días sin compromisos es un placer dar vueltas en la cama antes de poner los pies en el suelo y entablar el contacto con la jornada. Es el permiso que nos damos para recuperarnos, haciendo fiaca, del ritmo que impone la rutina.¿Pero qué pasa si notamos que cuando el mundo, la familia, el trabajo o lo que sea demanda nuestros servicios? ¿Es normal despertarse y entrar en la vigilia sin mediar un lapso de tiempo para algunos necesario? Hay casos en que es tan normal que algunas personas se ponen el despertador unos minutos antes para disfrutar de ese ratito en que la mente se prepara para responder a consciencia.Mirá también
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Pero si así y todo no arrancamos, nos cuesta, una parte de nosotros se resiste, no quiere encarar el día, habría que preguntarse qué está pasando. Algo no está funcionando como la “normalidad” indica. Veamos qué dice la psicología sobre este tema.
Por qué no puedo despegar de la cama por la mañana
A veces cuesta levantarse porque se durmió poco o mal Pero si es frecuente puede ser un trastorno. Foto: Pexels/ Andrea Piacquadio.Hay una inercia del sueño que, en algunas personas, hace más lento el proceso del despertar. El sitio español Tu Canal de Salud lo atribuye al tiempo que necesitan los lóbulos frontales del cerebro para activar la voluntad y el razonamiento después del sueño. Y también indica que hay que atender a la homeostasis del sueño: si uno ha dormido bien nos despertamos lúcidos; si no hemos descansado lo suficiente el sistema homeostático exige dormir un poco más.Si uno detecta que con cierta frecuencia se despierta sin energía para tomar contacto con la realidad, lo primero es revisar si cumple con las pautas que organizan el ciclo del sueño: mantener horarios regulares (acostarse a la misma hora y dormir entre 6 y 9 horas), no ingerir estimulantes por la noche (café o alcohol), alejarse de las pantallas, hacer actividad física durante el día y procurar un ambiente cómodo, silencioso y oscuro por la noche.Mirá también
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Si, a pesar de estos cuidados, este síntoma persiste, habrá que consultar con un médico porque es probable que estemos frente a un caso de hipersomnia o dysania o clinomanía, como lo explica el psiquiatra Mark Salter en una entrevista otorgada al medio británico BBC Mundo.“La dysania es una incapacidad crónica de salir de la cama, un comportamiento que puede verse en personas que padecen un trastorno depresivo mayor y les produce ansiedad tener que levantarse”, advierte Salter. Lo define como un trastorno que puede ser de origen físico o psicológico, como depresión o fatiga crónica.Mirá también
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Por clinomanía la psicología entiende el deseo de permanecer en la cama todo el día; pero antes de diagnosticarla, Salter entiende que hay que descartar algún problema físico. Si ese problema para despegar de la cama está asociado con trastornos del sueño, despertar demasiado temprano o letargo diurno posiblemente estemos hablando de depresión.Claro que si no hay síntomas extra “es muy probable que no se te dé bien levantarte por la mañana”, tranquiliza el profesional.
La clinomanía es el deseo de permanecer en la cama todo el día y está asociado con la depresión. Foto: Shutterstock.Puede que necesites un tiempo mayor para recargar energía, pero solo podrás confirmarlo si consultas con un médico o un psicólogo, sugiere el portal Terra.En caso de detectarse una clinomanía, hay que estar atentos porque este trastorno afecta a la salud mental, las relaciones sociales y la vida privada. ¿Cómo se detecta? Además de demorar el momento de entrar en acción por la mañana, la clinomanía o clinofilia se anuncia con cambios de humor, falta de motivación, tristeza, incapacidad de trabajar, falta de contacto social, sedentarismo y ganas de acostarse fuera del horario habitual.
