En medio de un frenesí arancelario que impulsó a muchos consumidores a comprar un iPhone por miedo a un incremento descomunal en el precio, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una exención impositiva por tiempo limitado para algunas unidades con pantalla. En este contexto, ¿cuánto podría subir el precio del teléfono y de otros dispositivos populares?El iPhone no es solo un objeto suntuoso. Es un símbolo de estatus y una pieza clave del ecosistema Apple. Representa innovación, estilo y una conexión profunda con la tecnología que define la vida moderna de los norteamericanos.La compañía vende más de 220 millones de iPhone al año y es uno de los mayores distribuidores. Y aunque en su etiqueta dice “diseñado en California”, 9 de cada 10 se procesan en China, en Foxconn, Zhengzhou. Mientras que sus avanzados System-on-Chip (SoC) que realizan millones de cálculos, se elaboran en Taiwán, en TSMC.Además, siete de los diez dispositivos más vendidos del mundo son iPhone, destacando su gran reputación a nivel global. En Estados Unidos, su sistema operativo iOS domina el mercado con una cuota del 57,36%, según StatCounter Global Stats.
Radiografía del iPhone
El iPhone por dentro.El costo de producir el iPhone 16 Pro de 256 GB ronda los 550 dólares, según un desglose del WSJ. Sin embargo, con la ejecución de los nuevos aranceles, el monto podría elevarse a 847 dólares, lo que representa una suba del 54%.Además, esta política arancelaria podría inflamar los precios de productos como MacBook, iPad y AirPod, según entienden los analistas. A su vez, este encarecimiento podría frenar la demanda y seguir aplastando las acciones de Apple, que han bajado un 22% en lo que va de año.Previendo la inminencia de una guerra comercial, la firma hizo los arreglos para diversificar su sistema logístico. Actualmente, ensambla ciertos modelos de iPhone, Mac e iPad en India, Irlanda, Tailandia y Malasia.Los componentes internos del iPhone, especialmente aquellos fabricados en China como la batería, los módulos de cámara y el montaje del chip, serían los más afectados. Además, la producción recibiría una importante carga, debido a los aranceles impuestos a Vietnam, Corea del Sur y Taiwán.Los expertos sospechan que Apple baraja tres alternativas: idear un plan para evitar el aumento de precios, aplicar el incremento para compensar las nuevas tarifas y la menos probable, que rebaje su margen de ganancias y retrase la actualización de sus equipos.La discusión de fondo que más preocupa a la empresa es que la Casa Blanca todavía insiste en trasladar las fábricas de iPhone a suelo estadounidense. Argumentan que disponen de personal idóneo y la asistencia robótica necesaria.El problema, según el consejero delegado de Apple, Tim Cook y su predecesor, el fallecido Steve Jobs, es que su país no cuenta con la mano de obra calificada y la cantidad de ingenieros especializados que estas industrias demandan.Para aplacar las aguas, Apple se comprometió a invertir 500.000 millones de dólares en EE.UU., en una nueva planta de fabricación en Houston para producir servidores que soporten la IA de Apple. El compromiso no incluía el montaje de hardware de consumo en Estados Unidos.”En China existe todo un ecosistema para apoyar el ensamblaje que incluye desde la empresa que procesa tornillos, la que suelda los circuitos de una placa, hasta la que modela las fundas. Llevaría años replicar esto en cualquier otra parte del mundo”, indica Jason Miller, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad de Michigan.
Un cielo rojo escarlata
Tim Cook en persona, supervisa la fabricaciónd de los iPhone 16.China es quien abastece a Estados Unidos de la gran mayoría de sus líneas electrónicas. Solo los celulares y notebooks representan más del 16% de todas las importaciones. Esta es parte de la razón por la que la administración Trump realizó algunas concesiones.Sin embargo, esta semana, el gobierno anticipó que muchos equipos, sobre todo los que contienen semiconductores, podrían enfrentar nuevas tasas. Estos aranceles, motivados por razones de seguridad nacional, buscan proteger la infraestructura tecnológica de su país y reducir la dependencia de productos extranjeros.No es casualidad que el mercado estadounidense de celulares haya crecido más del 5% en el primer trimestre de 2025, según IDC. Este ascenso se debe en parte a la “urgencia de comprar antes de posibles aumentos de precios”, explicó Anthony Scarsella, director de Investigación de IDCEsto dificulta que los compradores no sepan a qué atenerse y también, obliga a las empresas tecnológicas a ajustar sus cadenas de suministro ante las posibles fluctuaciones de la demanda. Todo esto mientras intentan mantener unos precios razonables, lo que añade una capa extra de complejidad.”Suponiendo que todo vaya en la dirección que esto apunta, podría causar escasez y probablemente subidas de precios en la mayoría de los dispositivos. Pero todo eso es muy difícil de pronosticar “, señaló Ben Bajarin, CEO y analista principal de Creative Strategies.
Tiembla el hardware mundial
Muchos componentes de hardware quedarán atrapados por el impuesto. APOtro problema adicional es que los aranceles estadounidenses también podrían desencadenar una crecida en los precios de los suministros gamers del país, afectando tanto a las consolas como los videojuegos.Ante una eventual corrida, Logitech remarcó un 25% sus precio en una amplia gama de productos. A diferencia de otros fabricantes, como es el caso de HYTE, que lo atribuyó a los aranceles, la empresa de gadget no brindó ninguna explicación.Otro de los que ajustará sus listas es Sony quien remarcará los precios un 25% para la PlayStation 5 en Australia, Europa y Nueva Zelanda. Esto debido a que los aranceles impactan de forma directa sobre las cadenas de montaje.Aunque hay un grupo importante de empresas como Xbox, HP, AMD e Intel que están atentas a cualquier señal, habrá que esperar para conocer sus planes de respuesta a los aranceles impuestos por Donald Trump.Y aunque muchos productos se beneficiaron por las excepciones, hubo otros, como cables de carga USB, baterías portátiles, auriculares y consolas de videojuegos, que fueron atrapados por la red contributiva.Siguiendo este mismo razonamiento, algunos accesorios, como cargadores de teléfono, baterías externas y auriculares, ya incrementaron su valor en Amazon.La gran excepción es la Switch 2 que, tras un breve intervalo, retomó las preventas de la consola respetando los 450 dólares que había anunciado. Sin embargo, los accesorios verán un aumento significativo en su valor.”Pedimos disculpas por el retraso en los pedidos y esperamos que esto reduzca la incertidumbre de nuestros consumidores”, declaró en un comunicado oficial.