13 octubre, 2024

¿Cuáles son los principales síntomas del cáncer de páncreas?


El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los que presentan una tasa de letalidad más elevada. Por suerte, no es un tumor frecuente, pero el diagnóstico tardío de la mayoría de los casos lleva a que su pronóstico sea nefasto. A pesar de ser el decimocuarto cáncer más común por incidencia, es la séptima causa oncológica de muerte. La tasa de supervivencia a 5 años es inferior al 10% y se limita prácticamente a aquellos pacientes que pueden optar a la cirugía. De hecho, al diagnóstico tardío de la mayoría de los casos hay que añadir que es especialmente arduo de tratar con quimioterapia, inmunoterapia o terapias dirigidas.
Ante esta situación, el diagnóstico precoz se perfila como la mejor opción para mejorar la supervivencia de los pacientes. Pero, ¿cómo? No es tarea fácil y es necesario avanzar en la investigación del cáncer de páncreas, pero queda cierto margen para la acción. 
El principal obstáculo es que, en sus inicios, estos tumores apenas dan síntomas o los que presentan son fácilmente confundibles con los de otras enfermedades. Ana García García de Paredes, experta de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y especialista en aparato digestivo en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, subraya que “suelen manifestarse cuando la enfermedad ya está avanzada”. En todo caso, la especialista considera “de vital importancia que la población general sea consciente de cuáles son estos síntomas”.

Signos de alerta de los tumores pancreáticos

La lista de posibles síntomas es muy extensa. Estos son los principales: 

Retos para mejorar el diagnóstico precoz

El despliegue de programas de cribado poblacional como los que se realizan para la detección precoz del cáncer de mama o el de colon es impensable, al menos en la actualidad, en cánceres con una prevalencia muy inferior, como es el caso del de páncreas.
Por eso, los esfuerzos se centran en identificar los grupos de personas con más riesgo de padecer estos tumores, con el fin de intensificar los esfuerzos de diagnóstico precoz en ellos. Para ello, lo primero es conocer los factores de riesgo. 
Los factores de riesgo modificables más importantes son:
Tabaquismo.
 
Consumo de alcohol.
 
Obesidad.
 
Exposición industrial a productos químicos (pesticidas, tintes, metales pesados y derivados del petróleo, entre otros).
 
Una dieta rica en grasas saturadas y carnes procesadas.
 
Sedentarismo.
Entre los factores de riesgo no modificables se encuentra la herencia genética. García advierte que, en el caso del cáncer de páncreas, “solo un 10% de los casos tienen un componente familiar”. Se están haciendo estudios para facilitar la detección precoz en estos pacientes mediante estudios genéticos, teniendo en cuenta que se trata de situaciones muy minoritarias.
La especialista en aparato digestivo cree que es “determinante avanzar en el desarrollo de herramientas de detección precoz que sean precisas y seguras, como fomentar y perfeccionar nuevas tecnologías de imagen para detectar lesiones precancerosas o en una fase muy temprana”. Asimismo, se están llevando a cabo investigaciones científicas para “identificar biomarcadores no invasivos que detecten lesiones precursoras mediante, por ejemplo, biopsias líquidas”.

Tratamiento del cáncer de páncreas

Las opciones terapéuticas del cáncer de páncreas son muy limitadas en la actualidad y, por eso, se están investigando nuevas opciones. Únicamente en torno a un 15-20% de pacientes pueden someterse a una intervención quirúrgica para extirpar el tumor porque todavía está localizado y no hay enfermedad fuera del páncreas. A estas personas se les administra quimioterapia antes o después de la cirugía. 
Hay dos tipos principales de procedimientos quirúrgicos, que se realizan según la localización o extensión del cáncer, denominados pancreatectomía (parcial o total) y duodenopancreatectomía cefálica.
Al 80% restante de pacientes en los que el cáncer se diagnostica cuando la enfermedad está avanzada no se les puede operar y dependen únicamente de la quimioterapia, cuya eficacia es limitada tanto por la amplitud de la enfermedad como por la especial resistencia que presentan los tumores pancreáticos a la quimioterapia y la inmunoterapia.

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