17 abril, 2025

Decir palabrotas, el síntoma más incomprendido del síndrome de Tourette


Las personas con síndrome de Tourette se enfrentan a menudo a la incomprensión y al estigma. Esta enfermedad se suele relacionar con uno de sus múltiples posibles síntomas: decir muchas palabrotas. Se trata de la manifestación más llamativa y por eso es frecuente que, cuando en una película o serie de televisión aparece un personaje afectado, empiece a proferir palabras soeces.
Sin embargo, no es lo más característico y la mayoría de los pacientes no tienen este tic. Javier Pagonabarraga, neurólogo de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital de Sant Pau (Barcelona) y miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica en qué consiste el síndrome de Tourette: “Es una enfermedad del neurodesarrollo que empieza en la infancia, pero que continúa durante toda la vida y que tiene muchas implicaciones en el desarrollo personal, emocional y social”. Tiene muchos síntomas, que se manifiestan fundamentalmente con tics, pero también “dificultades en el aprendizaje, síntomas obsesivo-compulsivos o, incluso, algunos trastornos de conducta que pueden afectar a la socialización de los pacientes”. Por todo ello, considera fundamental reforzar su diagnóstico y, sobre todo, hacer hincapié en “algo que en España tenemos que mejorar, que es el abordaje multidisciplinar, que quiere decir un trabajo en equipo entre neurólogos, psicólogos y psiquiatras”.

Entre los diversos tics que pueden presentar los pacientes se encuentran los siguientes:
Cierre repetitivo e involuntario de ojos.
 
Movimientos de la boca.
 
Elevación de hombros.
 
Movimientos laterales del cuello.
 
Movimientos de las manos y las piernas.
 
Tocar a otra persona.
 
Oler objetos.
 
Tocarse la nariz.
 
Escupir.
 
Imitar gestos o acciones de otro.
 
Sorber.
 
Gruñir.
 
Carraspear o aclararse la garganta.
 
Gritar.
 
Soplar.
 
Toser.
 
Silbar.
 
Gemir. 
 
Eructar. 
 
Coprolalia (tendencia a decir palabrotas o frases inapropiadas).
 
Palilalia (el afectado repite varias veces la última palabra dicha por él mismo).
 
Ecolalia (el afectado repite lo que está diciendo su interlocutor). 
 
Tararear.
 
Hacer ruidos de animales.
El neurólogo subraya que tener un tic (o varios) durante la infancia no es lo que define esta enfermedad, sino tener tics motores y tics fónicos que cambian en el tiempo en intensidad y en tipo de movimiento. A ellos se añaden los otros problemas cognitivos o conductuales que presentan un amplio porcentaje de los pacientes.

Qué es la coprolalia o tendencia a decir palabrotas

La coprolalia o tendencia a decir palabrotas, insultos o frases inapropiadas es el tic del síndrome de Tourette que más se suele destacar, pero solo lo padecen en torno al 10% de los pacientes. Según explica la Asociación Tourette de América, constituye “uno de los síntomas más confusos y socialmente estigmatizantes” de esta enfermedad. 
Generalmente son palabras sueltas, pero también puede manifestarse mediante frases complejas. Es más frecuente en varones, suele aparecer unos cinco años después del inicio de los tics propios de esta enfermedad y tiende a asociarse con conductas sociales inapropiadas como escupir, olisquear objetos o comportamientos sexuales inapropiados.
Es importante destacar que es un síntoma neurológico y no psiquiátrico. Los pacientes no dicen palabrotas porque estén enfadados, preocupados o frustrados y no necesariamente reflejan sus pensamientos, creencias u opiniones. Tal y como indican los expertos de la asociación estadounidense “no son dichas en un contexto emocional o social concreto”, sino que suelen pronunciarse de forma repetida o compulsiva en cualquier momento y “en tonos más altos o en ritmos vocales diferentes a los que se usan normalmente en una conversación”. 

¿Cuál es la causa de la coprolalia?

Aunque se conozcan los mecanismos cerebrales que intervienen, no se sabe muy bien por qué suceden los tics primarios (los que debutan sin causa aparente, generalmente en la infancia), como los que se producen en el síndrome de Tourette.
La explicación de la coprolalia más aceptada es que se produce por el mismo fallo de los mecanismos inhibitorios del cerebro que están detrás del resto de tics. La habilidad innata que todos tenemos de reprimir movimientos no deseados o expresar pensamientos inconscientes estaría alterada en estas personas, que sienten el impulso irrefrenable de dejar salir esas palabras inadecuadas.

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