Cada vez hay más estudios que hablan de los beneficios de trabajar la fuerza para la salud física y para estar en forma a medida que vamos envejeciendo pero ahora, un nuevo estudio realizado en España, señala otros beneficios más allá de los físico. Investigadores de la Universidad de Granada y del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, en colaboración con expertos internacionales, han visto que la fuerza muscular de los adultos mayores de 65 años que no presentan deterioro cognitivo se relaciona con una mayor materia gris cerebral.
Como recogen los autores, evidencias recientes han señalado a la fuerza muscular como un marcador emergente de la salud cerebral y cognitiva. Por ejemplo, recientemente se ha reconocido que una fuerza de agarre manual alta es un indicador potencial para determinar el inicio y la progresión del deterioro cognitivo.
Este estudio, denominado AGUEDA, ha desarrollado una intervención de fuerza muscular de seis meses de duración para examinar si las mejoras en fuerza muscular tras el programa de ejercicio producen beneficios a nivel de estructura y función cerebral y cognitiva en adultos mayores, e identificar los mecanismos de acción que subyacen a estas mejoras.
Según sus conclusiones, “es la fuerza de prensión manual o tren superior la que muestra una relación con mayores volúmenes de materia gris en áreas corticales y subcorticales del cerebro, y es en la memoria de trabajo espacial (a corto plazo) o en la flexibilidad cognitiva donde mejores consecuencias tiene”.
Este trabajo se ha publicado en la revista Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, y forma parte del ensayo aleatorio controlado Active Gains in brain Using Exercise During Aging (AGUEDA), que incluye a 90 adultos mayores cognitivamente sanos (57% mujeres).
Más y mejor salud cerebral
La científica destaca el vínculo entre la fuerza muscular y la salud cerebral, brindándole importancia a la interacción músculo-cerebro como una estrategia prometedora para mejorar la función cognitiva en la población adulta.
Andrea Coca-Pulido, autora principal del estudio, quien ha realizado este trabajo, ha resaltado la relevancia de los resultados. “Una mayor fuerza muscular durante el envejecimiento podría tener un impacto protector en la salud cerebral, en la cual la fuerza de agarre manual, una medida rápida, económica y reproducible, parece ser el indicador más sólido para predecir el volumen de materia gris en diferentes regiones cerebrales en esta población”.
Así, el estudio vio que la fuerza muscular “mostró una relación positiva con la materia gris en las regiones corticales y subcorticales entre los adultos mayores cognitivamente normales”. Específicamente, “la fuerza de prensión manual fue el indicador más relacionado con diversas regiones cerebrales, que, a su vez, se vincularon con dominios específicos de función ejecutiva (es decir, memoria de trabajo espacial y flexibilidad cognitiva), pero no con la puntuación general de función ejecutiva”.
En opinión del profesor José Mora González, también del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR, añade que “estos hallazgos abogan por considerar la fuerza muscular como un elemento crucial en futuras intervenciones de ejercicio, con el objetivo de contrarrestar el deterioro relacionado con la edad”.