Las personas que han padecido cáncer de piel corren un mayor riesgo de volver a padecerlo. De hecho, entre el 2% y el 10% de los supervivientes de un melanoma desarrollarán un segundo melanoma primario. Además, entre el 30% y el 50% de aquellos que han enfrentado un cáncer de piel no melanoma (CPNM) tienen probabilidades de desarrollar un segundo CPNM en un lapso de 5 años.
Estas estadísticas subrayan la importancia de una vigilancia continua y un seguimiento dermatológico adecuado para aquellos que han superado el cáncer de piel, con el fin de detectar cualquier signo temprano de recurrencia y proporcionar un tratamiento oportuno.
En este contexto, proteger la piel frente al sol y vigilarla una vez al mes son la base para disminuir el riesgo de aparición y promover un buen pronóstico. Por ello, la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), a través de su campaña anual Euromelanoma, quiere centrarse en esta edición en los pacientes de cáncer de piel, con el objetivo de promover el apoyo físico y psicológico de estos pacientes tras el diagnóstico. Una iniciativa que refleja el compromiso de Euromelanoma con la salud y el bienestar integral de quienes enfrentan esta enfermedad. Del 3 al 30 de junio, los dermatólogos de la Fundación Piel Sana de la AEDV retoman un año más las exploraciones altruistas a pacientes con la novedad de que en la presente edición podrán ser tanto de carácter presencial como telemático.
Durante el acto, celebrado en Madrid, Eduardo Nagore Enguídanos, dermatólogo y coordinador de la campaña con Europa, ha recalcado la importancia de la autoexploración: “Dedicar a la autoexploración de la piel durante un minuto al mes es suficiente para no morirte de un cáncer de piel” y es que, “un minuto al mes te puede salvar la vida” ¿Por qué? Porque “podemos detectar lesiones muy incipientes en nuestra piel que pueden ser cancerígenas y no saberlo”. En este sentido hay que recordar que la autoexploración incluye las partes expuestas al sol y las que no ya que hay cánceres o lesiones que pueden aparecer en sitios como “las plantas de los pies, el cuero cabelludo o los genitales”. De ahí, la importancia de la autoexploración.
“El cáncer de piel es uno de los pocos cánceres que podemos detectar nosotros mismos, por lo que es importante que la gente conozca su propia piel y compruebe si hay signos de cambio. Si se ha padecido cáncer de piel con anterioridad, la necesidad de vigilancia es aún más necesaria. Además de proteger la piel de nuevos daños solares, es esencial hacerse revisiones cutáneas periódicas y acudir a las citas de seguimiento”, ha señalado Ángeles Flórez, coordinadora nacional de la Campaña Euromelanoma.
Como ha indicado Yolanda Gilaberte, presidenta de la AEDV, “es clave enseñar a la autoexploración desde pequeños y a detectar cambios en la piel ya que hay tumores de la piel que pasan rápidamente de pequeñas lesiones a metástasis y que pueden ser mortales!”. En opinión de la dermatóloga, “debería ser un básico de salud para la población general”, como lo es “lavarnos los dientes todos los días”, apostilló Nagore.
Avances en el tratamiento
El melanoma continúa aumentando de forma lenta y progresiva la incidencia, aunque se atisba un descenso de la incidencia en los grupos de edad de personas nacidas a partir de finales de los 90, cuando comenzaron las campañas de concienciación acerca de los peligros del exceso de radiación solar.
Nagore Enguídanos ha destacado el avance significativo que representa el tratamiento con inmunoterapia en el ámbito médico. “La inmunoterapia ha mostrado ser prometedora en el tratamiento del cáncer, y se están investigando constantemente nuevos fármacos y combinaciones para mejorar aún más sus resultados. Además, su aplicación en la neoadyuvancia, es decir, antes de la extirpación del tumor, está demostrando aumentar su eficacia de manera significativa”, ha asegurado este especialista.
Este enfoque refleja el continuo progreso en la lucha contra el cáncer y ofrece esperanza para mejorar los resultados de tratamiento en pacientes afectados.
En esta misma línea, Nagore ha recordado que no hay que olvidar que haber padecido un cáncer de piel es un hecho que informa de que se tiene una mayor probabilidad de padecer otro, por lo que “se deben extremar las medidas de prevención, sobre todo la autoexploración mensual de la propia piel y el examen periódico por un dermatólogo.”.
Por otra parte, el dermatólogo ha insistido también en la necesidad de generar consciencia acerca de aquellos factores que podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel, como pueden ser la aparición de nuevos lunares o el crecimiento atípico de los lunares que ya teníamos previamente y que requieren de una valoración con nuestro médico.
Desde la Fundación Piel Sana de la AEDV aconsejan que, ante cualquier cambio percibido en la piel, se trate de una lesión nueva o antigua y con apariencia diferente a otras manchas, consultar con un dermatólogo. Además, recomiendan prestar atención a posibles cambios de forma o color, picores, escozor o dolor.