Las lluvias que trajo el pasado fin de semana la borrasca Jana y las que se han sucedido a lo largo de esta semana han disparado las reservas de los embalses de las cuencas internas catalanas, que han pasado de un 31,3% el pasado viernes a un 43,5% de hoy, un aumento de 12 puntos porcentuales con respecto a su capacidad total (es decir, en siete días el agua que había embalsada ha aumentado casi un 40%), según los datos de la Generalitat. Se trata de la subida más pronunciada desde el temporal Gloria de 2020. Las cuencas internas acumulan a día de hoy 303 hectómetros cúbicos, cuando la semana pasada tenían 218. La cifra, además, irá in crescendo estos días porque los ríos siguen bajando llenos y las previsiones meteorológicas apuntan a más agua y nieve a lo largo del fin de semana en las cabeceras del Ter y del Llobregat.El pantano de Sau, el 1 de abril de 2024 y el 14 de marzo de 2025. MASSIMILIANO MINOCRI La situación con el agua en Cataluña difiere por completo a la que se vivía hace ahora un año, cuando las reservas tocaron su suelo histórico y se situaron en un exiguo 15% ante la sequía más extrema que ha vivido la comunidad desde que existen registros, hace más de un siglo. El Govern se vio forzado entonces a activar la fase de emergencia y aplicar duras restricciones domésticas, industriales y agrícolas. Incluso se barajó la posibilidad de traer agua en barcos desde otros territorios para garantizar el abastecimiento de Barcelona. Un año después, la imagen del agua volviendo a cubrir, tras más de dos años al descubierto, las ruinas de Sant Romà de Sau (Barcelona), pueblo engullido tras la construcción de un pantano en 1963, ilustra la viva imagen de la recuperación.
Otras tomas del pantano de Sau, en las mismas fechas. MASSIMILIANO MINOCRI El pantano de Sau, el segundo con mayor capacidad de la comunidad (165 hectómetros) y símbolo de la crisis hídrica (en el peor momento de la sequía, el pasado año, quedó prácticamente seco), ha sido precisamente el más beneficiado durante esta semana de lluvias en Cataluña. Ha pasado de un 7,3% de hace una semana al 31,7% de este viernes. Susqueda (Barcelona), el de mayor capacidad, ha pasado de un 38,1% a un 41,4%; La Baells (Barcelona) está ya al 72,6% (frente al 53,9% de hace una semana) y ya supera la media de agua acumulada en 10 años. Sant Ponç (Lleida) está al 60,5% (56,4% el viernes de la semana pasada) y Llosa del Cavall (Lleida) alcanza el 40,7% (34,3% hace una semana).
El embalse de La Baells (Barcelona), el 17 de noviembre de 2023 y el 14 de marzo de 2025. MASSIMILIANO MINOCRI La comarca del Alt Empordà (Girona), que parecía maldecida con las lluvias desde hacía más de tres años, ha recibido un enorme balón de oxígeno y su principal embalse, el Darnius-Boadella, ha pasado de un 16% al 35% de este viernes. En los 35 municipios que dependen de este embalse y del acuífero Fluvià-Muga sigue declarada la fase de emergencia, la más grave y que supone limitaciones de 200 litros por habitante al día o la reducción del 80% del riego agrícola. El pasado martes, el Govern, sin embargo, optó por la prudencia (entonces el embalse se situaba al 32%) y decidió no relajar las limitaciones, si bien la portavoz del Govern y consejera para la Transición Ecológica, Silvia Paneque, aplazó la decisión “a cuestión de días”, a falta de reunirse con los agricultores de la zona para pactar los desembalses de agua durante la época de riego.
En Cataluña, todavía hay 542 municipios que aplican restricciones, aunque en la mayoría se trata ya de limitaciones leves, como la prohibición de regar el jardín durante el día. También en Barcelona, donde sigue vigente la alerta por sequía desde hace dos años y medio, pero que al ritmo en que se elevan las reservas podría levantarse en cuestión de semanas y dar por enterrada definitivamente la sequía más extrema.Decrece el riesgo de desbordamiento de ríosEn paralelo, en el resto de la península durante las próximas horas, y previo a la llegada de una nueva borrasca el lunes, las lluvias darán una tregua, favoreciendo el decrecimiento en el caudal de los ríos, lo que disminuirá el riesgo de desbordamiento. En Andalucía, una de las comunidades más afectadas por las lluvias, el riesgo de inundaciones por el río Guadalete había desaparecido este viernes, de momento, por el alivio de las lluvias. En las cuencas del Duero, cuatro tramos fluviales, todos del Adaja, que seguía un día más en alerta naranja, tienen riesgo intermedio, a su paso por Arévalo, en Ávila, y en Valdestillas, en Valladolid, en ambos casos con tendencia decreciente en el caudal. Por su parte, en Castilla-La Mancha la situación de los ríos de Castilla-La Mancha es de “relativa calma” pese a que los desembalses continúan en la región, informa Efe.
El embalse de La Baells (Barcelona), en las mismas fechas. MASSIMILIANO MINOCRI