21 noviembre, 2024

El dolor de espalda de Fernando Alonso, ¿es algo frecuente entre los pilotos de automovilismo?


“Mi espalda me duele mucho, tíos. Este rebote no es normal”, lamentaba este domingo Fernando Alonso antes de terminar la carrera del GP de Brasil este domingo. Como reconocía más tarde el piloto, en condiciones normales no habría terminado, pero “había que hacerlo por los mecánicos, por mí también, que he sufrido un poco antes de llegar aquí, por la gente de Valencia, por mucha gente que estaba en peores situaciones que el rebote que tenía yo hoy”. 
Lo cierto es que, tal y como asegura Luis Álvarez Galovich, presidente de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) a CuídatePlus, las lesiones en la espalda en los pilotos no son frecuentes. “Por lo general, el piloto lleva una posición muy ergonómica dentro de la cabina. No está sentado, sino un poco tumbado”, detalla. 
El experto aclara que donde puede haber algún daño es en la zona alta de la columna: “Al igual que ocurre con los pilotos de avión o de caza, la cabeza sufre más con los movimientos en las curvas, las frenadas o las aceleradas”. Esto es lo que se conoce como fuerza g de la aceleración, “lo que hace que sufra un poco más toda la musculatura o, incluso, estructuras como los discos o las articulaciones”. 

Sobre el dolor del que se aquejaba Alonso, el especialista lo achaca a un problema de suspensión o de vibración de su Aston Martin: “Debió tener una vibración continua que es lo que acabó provocando algún tipo de sobrecarga sobre alguno de los discos o de las articulaciones”. 
Álvarez recuerda que la columna es un conjunto de vértebras muy bien sujeto por músculos. “Por lo general, los pilotos son deportistas de élite que tienen una musculatura, sobre todo la zona del core, muy potente. El problema es que cuando en esas velocidades el piloto tiene una vibración continua por problemas de suspensión o fallos del motor, puede estar causando que esos músculos sufran o que incluso los discos o las articulaciones puedan irritarse”, explica el presidente de la GEER. 
Eso sí, aunque todo apunta a que el problema ha sido externo, el especialista agrega que sería conveniente “hacer un estudio de la columna y ver si hay un problema de base estructural que sea el que lo haya provocado”. 

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