15 abril, 2025

El Gobierno renuncia a extraer los residuos mineros que sepultaron la bahía de Portmán en Murcia | Clima y Medio Ambiente

Los 60 millones de toneladas de residuos mineros que se tiraron directamente a la bahía de Portmán y la hicieron desaparecer, en el municipio murciano de La Unión, entre los años 1957 y 1991, no serán extraídos del mar. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha presentado un proyecto para la regeneración ambiental de la zona que rompe con las dos principales exigencias de los vecinos y con el acuerdo alcanzado por las administraciones en 2006: la retirada de los estériles contaminantes y la recuperación parcial de la antigua línea de costa, que avanzó 600 metros mar adentro. Desde el Ministerio alegan que no quieren más “intentos fallidos” en la triste historia de este enclave. Para los vecinos, el Ayuntamiento y la comunidad autónoma, el nuevo proyecto “firma la sentencia de muerte” de la bahía.El nuevo proyecto planteado por el ministerio llega seis años después de la última intervención realizada en la bahía. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, indicó este jueves en la comisión de seguimiento para estos trabajos, que la intervención “va a implicar sí o sí un sellado de unos volúmenes de aportaciones de la actividad minera que son imposibles de trasladar. En ningún momento puede plantearse la alternativa de sellado sí o sellado no”.La bahía en 1933 cuando todavía no se habían producido los vertidos de la mina PeñarroyaLa bahía en 1933 cuando todavía no se habían producido los vertidos de la mina PeñarroyaEl informe trasladado a la comisión se ha elaborado con los estudios del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), que analiza hasta cinco alternativas (desde no hacer ninguna intervención hasta retranquear la línea de playa y habilitar el antiguo puerto, la solución hasta ahora consensuada), y las descarta. Como opción, plantea una solución híbrida en la que “se propone estudiar la viabilidad de la alternativa de dragado mínimo”, sin dar prioridad al retroceso de la actual orilla y llevando a cabo un recubrimiento de los materiales contaminados para evitar que lleguen a pie de playa.Morán cifró los costes de este proyecto en “no menos de 50 millones de euros”, e insistió en que es viable técnicamente y que ya se ha llevado a cabo en escenarios similares, como la ría de O Burgo, en Galicia, con buenos resultados. Además, señaló que el proyecto no es definitivo, sino que se abre ahora un periodo de un mes para que todos los actores interesados puedan hacer aportaciones. La intención del ministerio es plantear una “solución definitiva” antes del verano para poder licitar las obras “no más allá de 2026″.La propuesta, sin embargo, ha caído como un jarro de agua fría en la administración local, la regional y los vecinos de la zona. Mari Carmen García, secretaria de la asociación Liga de Vecinos de Portmán, considera que recuperar, al menos parcialmente, la antigua “forma de concha” de la bahía es una cuestión de “dignidad”.Hace tiempo, explica a EL PAÍS, que los vecinos renunciaron a recuperar totalmente la línea de costa anterior a 1957, cuando la mina Peñarroya comenzó su actividad para extraer plomo, plata y pirita de la Sierra Minera de La Unión. Los reactivos utilizados para sacar el metal, mezclados con restos de plomo, cinc o cadmio, entre otras sustancias, eran arrojados al mar por una tubería que, cada cierto tiempo, tenía que cambiar de sitio, porque ya no quedaba agua. Así ocurrió hasta que cesó su actividad 34 años después.Para entonces, la forma de la bahía, que los vecinos comparan con la de la playa de La Concha, en San Sebastián, había desaparecido, la línea de playa había avanzado unos 600 metros y los estériles mineros se extendían hasta 12 kilómetros mar adentro. García recuerda que, tras años de negociaciones, se acordó retranquear la actual línea de playa un mínimo de 190 metros, una distancia que permitiría recuperar el antiguo puerto de usos pesqueros tradicionales. Para ello, sería necesario extraer parte de los residuos contaminantes que, en su momento, se planteó que se convertirían en inertes y se trasladarían a las cortas mineras de la vertiente sur de la Sierra Minera, regenerando así también ese ecosistema.La representante vecinal lamenta que en la reunión de ayer, “muy escueta”, se les dijo que esa extracción supone un riesgo medioambiental, sin dar más explicaciones. Los vecinos insisten en que a día de hoy hay medios técnicos suficientes para garantizar la seguridad de la extracción y alternativas de depósito a las cortas mineras. Pese al duro golpe, señala García, la Liga de Vecinos “no pierde la esperanza” de recuperar esa forma de bahía y el antiguo puerto. Lo contrario, asegura, “sería muy canalla, sería una humillación después de treinta años de lucha”.En el Ayuntamiento de La Unión, el golpe también ha sido duro. “Hoy es el peor día de la historia reciente de Portmán. Hoy se ha firmado la sentencia de muerte de Portmán y de su municipio. Hoy el Gobierno de España ha venido a Portmán para decir que va a sellar su bahía, que va a romper un consenso histórico que se alcanzó en 2006, y con este sellado pone en jaque el futuro de Portmán y del municipio”, señaló el alcalde de La Unión, Joaquín Zapata, este jueves tras la comisión de seguimiento. Este viernes, en conversación telefónica con EL PAÍS, ha considerado que en el proyecto planteado por el ministerio “no hay justicia ambiental, porque no se devuelve su terreno al mar, ni siquiera parcialmente”.Además, “paraliza el progreso turístico” de la zona, al eliminar la posibilidad de recuperar el puerto tradicional y el desarrollo urbanístico y hotelero que se había previsto ligado al mismo. Zapata insiste en que los vecinos y las administraciones siempre fueron conscientes de que era “utópico” plantear una extracción total de los vertidos contaminados, pero ha insistido en que “enterrar lo contaminado”, sin un tratamiento previo para descontaminar los residuos e inertizarlos, solo servirá para que los mismos no salgan a la superficie, pero “seguirán contaminando el Mediterráneo por debajo del nivel del mar”. Ha insistido en que el Ayuntamiento hará “cuanto esté en su mano” para recuperar el proyecto anterior, aunque reconoce que la competencia exclusiva de este proyecto es estatal, por tratarse de una actuación en el dominio marítimo-terrestre.El consejero de Fomento de la Región de Murcia, Jorge García Montoro, también se ha mostrado muy crítico con la propuesta porque, ha insistido, no atiende a ninguna de las demandas condensadas previamente por las tres administraciones. “Es inadmisible que, tras esta larga espera, la propuesta sea negar el convenio de 2006″, lamentó ante los periodistas tras la comisión. No obstante, Hugo Morán ha insistido en que esta propuesta ofrece la “garantía ambiental del mínimo riesgo posible” y también de que el proyecto pueda ejecutarse “en un tiempo razonable”, de manera que “no nos aboque al fracaso” tras largos años de espera y de proyectos que no han llegado a materializarse.

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