Entre las incógnitas que la ola tecnológica del siglo XXI ha traído, hay una que supone un verdadero quebradero de cabeza para los padres: ¿a partir de qué edad sus hijos pueden empezar a usar las redes sociales? Esta, sin embargo, no es la pregunta. La correcta, según José Martín Aguado, profesor de secundaria y bachillerato y colaborador de Empantallados.com, es la siguiente: ¿cómo es mi hijo?
“Aunque la mayoría de las plataformas establecen como edad mínima para poder usar las redes los 13 años, la realidad es que cada niño es diferente”, destaca el experto, quien insiste en que lo que deben cuestionarse los padres es si su hijo es una persona equilibrada, “y con equilibrada me refiero a si sabe gestionar bien sus emociones o es muy impulsiva”. Otros aspectos a los que Martín Aguado alude son si el menor sabe organizar su tiempo a lo que realmente importa (familia, estudio, amigos o hobbies) o si presta atención a su cuidado personal (alimentación, sueño o ejercicio).
Según el profesor, “el móvil no va a facilitar el desarrollo en estos ámbitos. En función de qué hábitos tiene el niño, se replicarán en gran medida en el uso que hará del dispositivo”. Para refrendar esto, hace referencia a estudios recientes de la organización Common Sense Media, que demuestran que la madurez emocional y la capacidad para entender los riesgos varían, por lo que “es fundamental que los padres valoren si sus hijos están preparados para asumir la responsabilidad de su huella digital”.
Así, “más allá de cumplir la edad mínima legal, lo ideal es fomentar un uso consciente y supervisado”, resume el colaborador de Empantallados.com, entidad que se encarga de impartir uno de los talleres del VIII Programa Educativo en Salud, organizado por CuídatePlus en colaboración con Fundación Viatris y avalado por la Dirección General de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza, de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid..
¿Qué contenidos no deben publicar los menores?
Los menores (y también mayores), “deberían evitar publicar contenidos que puedan poner en riesgo su seguridad o la de terceros”, advierte Martín Aguado, quien concreta qué no debe ver la luz:
Información personal sensible: direcciones, números de teléfono, datos escolares o detalles familiares, ya que esta información puede ser aprovechada por personas malintencionadas para fines de acoso o robo de identidad.
Contenido comprometedor o íntimo: fotografías o vídeos que puedan ser utilizados en contra del usuario en el futuro o que, una vez difundidos, no se puedan eliminar completamente.
Opiniones extremas o agresivas: publicar mensajes o comentarios que puedan generar conflictos o ser malinterpretados.
“Compartir datos personales abiertamente en redes puede exponer a los menores a riesgos como el ciberacoso, grooming o incluso a fraudes. Diversos estudios, como los realizados por UNICEF (2019), resaltan que la educación digital y la protección de la privacidad son claves para navegar con seguridad en estos entornos”, resalta el experto.
Otras recomendaciones
Para Martín Aguado hay un consejo clave: “Haz lo que a ti te gustaría que te hicieran y al contrario, no hagas lo que a ti no te gustaría que te hicieran”. De este modo, “me parece que es muy difícil equivocarse. Si conseguimos transmitir que las redes sociales no son un mundo paralelo, sino el mismo mundo en el que vivimos, evitaremos innumerables malentendidos y actitudes que pueden dañar tanto nuestras relaciones, como nuestra propia integridad”,
Por último, el experto recomienda lo siguiente:
Configurar correctamente la privacidad. Utilizar las opciones de privacidad que ofrecen las plataformas para controlar quién puede ver la información y los contenidos publicados.
Educar sobre la huella digital. Enseñar a los menores que lo que se comparte en internet puede permanecer en la red de forma indefinida.
Fomentar el pensamiento crítico. Animarles a cuestionar la veracidad de lo que leen o ven y a no difundir rumores o información sin confirmar.
Mantener el diálogo abierto. Es importante que padres e hijos conversen sobre su experiencia en las redes y se sientan seguros para comunicar cualquier situación incómoda.