Los humanos necesitamos sudar moderadamente para estar sanos. Sin embargo, el sudor es una sustancia que puede contribuir a irritar las paredes de los poros o de los folículos pilosos. Si se suda mucho, se crea un buen ambiente para que vivan las bacterias. Es decir, una temperatura y humedad adecuadas propician la proliferación de bacterias. Aunque el sudor expulsa las impurezas, cuando se mezcla con productos como los cosméticos o suciedad puede irritar la piel si permanece mucho tiempo. Así que hacer ejercicio en un gimnasio sin desmaquillarse es un muy mal hábito que puede provocar problemas en la piel, especialmente en las de tendencia acneica.
Pese a que el sudor puede empeorar el acné cuando interactúa con otras sustancias o el sebo de la piel porque los poros se taponan, una sudoración excesiva no provoca el acné clásico de la cara. En este caso, la mayoría de las veces se debe a una causa hormonal. Al no existir una correlación entre sudar mucho y el acné, las personas que sudan mucho no necesariamente tienen más acné.
Lo que sí puede desencadenar sudar en exceso es lo que se conoce como foliculitis, una afección que se confunde con el acné porque a la vista ambas se parecen mucho: “La foliculitis es un tipo de acné que aparece en el tronco, en el pecho y la espalda. Puede salir por la sudoración excesiva o por bacterias, por ejemplo, un hongo. A la vista son como granitos de pus”, explica Cristina Ciudad Blanco, dermatóloga del Hospital Gregorio Marañón, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV (GEDET).
La especialista detalla que la lesión principal del acné clásico de la cara es el comedón (puntos negros), el cual se origina porque se obstruye la salida de las glándulas sebáceas. La foliculitis en el tronco del cuerpo, en cambio, no da lugar a comedones, sino a pequeños granitos rojos y pústulas en las zonas de salida del vello.
El acné de la mujer adulta o el acné típico de los adolescentes depende del folículo pilosebáceo que se tapona por alteraciones hormonales que hacen que el epitelio se cierre un poquito más. Eso sí, la doctora aclara que “no es que se tengan alteraciones hormonales porque luego los análisis son normales, pero debe haber algo en los receptores de las hormonas que están más sensibles a la acción de las hormonas y que causan acné”.
Tratamiento de la foliculitis
Para tratar la foliculitis y que desaparezcan los granitos en el tronco del cuerpo, la especialista combina una crema antibiótica con un jabón antiséptico. “Nunca indicamos un antibiótico solamente para no generar resistencias. Y si la enfermedad es leve, con el jabón antiséptico sería suficiente, alguno con clorhexidina. Y luego podemos poner un spray con sustancias como retinol o peróxido de benzoilo que hacen un efecto peeling”.
¿Los granitos me volverán a salir?
Según la dermatóloga del GEDET, cuando los granitos de la foliculitis desaparecen pueden salir de nuevo, pero quizás no. “Que te suceda una vez no quiere decir que vaya a pasar siempre. Depende de muchos factores, como la época del año, el estado inmunológico, si se toma la píldora o no, la humedad, el estado emocional o la flora de la piel en ese momento”. Lo que se debe hacer siempre, recalca la experta, es intentar evitar humedad y secarse bien el sudor. “Si se tiene tendencia a que salgan en el tronco, una buena alternativa es usar un gel un poquito más antiséptico y ropa de algodón para absorber el sudor. Y mejor no echarse mucha crema hidratante porque se tapona la salida del folículo”.
Las dos enfermedades que causan granos en la cara
Si te salen granos en la cara pueden ser dos afecciones, acné o rosácea, comenta la especialista. En la primera enfermedad está implicada la glándula pilosebácea y una bacteria llamada Propionibacterium acnes. La rosácea, que suele salir a partir de los 20-25 años como muy pronto y que también salen granos de pus, “es un trastorno más vasodilatador en principio de los vasos sanguíneos, pero luego también hay un parásito que vive en la piel, denominado Demodex, que tiene mucha relación con estos granos de pus. Pero estos suelen salir más a partir de los 25-30 años en pacientes adultos”.