El curry es, según la definición de la Real Academia de la Lengua, que prefiere llamarlo curri, “un condimento originario de la India compuesto por una mezcla de polvo de diversas especias”. Determinar sus propiedades para la salud es complicado porque, para empezar, no existe una lista cerrada de las especias que contiene, sino que su composición es muy variable.
Junto con el cilantro y el comino, la cúrcuma suele ser uno de sus componentes principales. La cúrcuma, también denominada azufre de Indias, es una planta con una gran versatilidad gastronómica. Al rallar y desecar su rizoma -tallo que crece por debajo de la tierra y en horizontal- se obtiene un polvo amarillo o naranja que contiene entre un 2 y un 5% de curcumina, compuesto al que se achacan los beneficios para la salud de la cúrcuma.
Componentes del curry
La lista de ingredientes del curry puede ser muy extensa, aunque no siempre se usan todos: cúrcuma, cilantro, comino, alholva, jengibre, ajo, semillas de hinojo, canela, clavo, semillas de mostaza, cardamomo verde, cardamomo negro, macis, nuez moscada, pimienta roja, pimienta larga, pimienta negra…
Tipos de curry
Existen múltiples tipos y clasificaciones del curry. La más básica es la que se basa en su color:
Curry rojo. Contiene pimiento de ese color y, en ocasiones, tomate. Suele ser el más picante, aunque depende del tipo de pimiento que se use.
Curry amarillo. El ingrediente primordial es la cúrcuma y también suele llevar comino, jengibre, ajo y pimiento. Es el que se utiliza en el famoso pollo al curry.
Curry verde. Generalmente, contiene cilantro, albahaca, pimientos verdes, ajo y chalotas.
Qué se sabe sobre los beneficios del curry y la cúrcuma
Los beneficios para la salud que se atribuyen tanto al curry como a la cúrcuma se deben, principalmente, a su contenido en curcumina. En este punto conviene aclarar que las evidencias científicas actuales no son suficientemente sólidas.
En palabras de Beatriz Robles, tecnóloga alimentaria y dietista-nutricionista, la curcumina reduce “la producción de mediadores de la inflamación y los radicales libres, lo que hace que popularmente se le atribuyan propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que tendrían efectos beneficiosos en el tratamiento de patologías como la dislipemia (colesterol alto), la artrosis, las enfermedades de la piel, las úlceras gástricas, la diabetes o, incluso, el cáncer”.
Sin embargo, la realidad es que no existen pruebas concluyentes sobre esos beneficios. “La evidencia científica en torno a su eficacia para reducir la inflamación es prometedora pero limitada”, asegura la experta.
La evidencia científica sobre los beneficios de la cúrcuma es limitada. (Foto: Alamy/Cordonpress)
Un ejemplo reciente de la necesidad de ahondar más en la investigación es la revisión que se acaba de publicar en la revista Phytomedicine este mes de noviembre de 2024 sobre el potencial de la curcumina frente al melanoma. Al parecer, este extracto puede inhibir el crecimiento del cáncer de piel más agresivo. Hasta ahí todo bien, pero hay un detalle importante que no se puede omitir: la investigación realizada hasta la fecha solo se ha realizado en el laboratorio y en animales. Además, todavía no se trata de estudios a gran escala. Por lo tanto, es preciso realizar estudios más amplios y, sobre todo, ensayos clínicos en humanos, para poder confirmar estos esperanzadores resultados frente al melanoma.
Seguridad y usos de la cúrcuma y la curcumina
Según el informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el riesgo asociado al consumo de complementos alimenticios que contienen curcumina como ingrediente, “la curcumina se encuentra autorizada como aditivo colorante en la Unión Europea con el código E-100. Como tal, proporciona color amarillo y se puede utilizar en gran diversidad de productos”.
Además de su “uso como aditivo en gran variedad de alimentos, o de su presencia en algunos platos como el curry, actualmente, la cúrcuma, los curcuminoides y la curcumina se utilizan como ingrediente en multitud de complementos alimenticios comercializados en la Unión Europea”.
Últimamente se han puesto de moda las infusiones de cúrcuma, por sus potenciales beneficios para incrementar la secreción biliar y para el tratamiento de la indigestión, sensación de plenitud, flatulencias o digestiones lentas
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha fijado una ingesta diaria admisible (IDA) para la curcumina de 210 mg/día en un adulto con un peso corporal de 70 kg.