14 febrero, 2025

Esta es la sencilla prueba que permite detectar a tiempo una enfermedad respiratoria


Más vale prevenir que curar, se dice. En el sentido literal de esta expresión y si se habla de las enfermedades respiratorias, no hay cura que valga. Sí, está claro que la prevención a través de hábitos saludables es clave para evitar sufrir patologías tan serias como son la EPOC o la fibrosis pulmonar. Sin embargo, hay otro pilar fundamental que los expertos se empeñan en resaltar: el diagnóstico. Por ello, más vale detectar a tiempo que lamentar.  
El intento de hacer hincapié en la detección precoz lo justifican estos datos: el 11,8% de la población española mayor de 40 años sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología que provoca una grave limitación en la capacidad respiratoria y que supone la cuarta causa de muerte en nuestro país. El 74,7% de estos pacientes se encuentra aún sin diagnosticar. 
“Hay que dar más visibilidad a estas enfermedades porque a pesar de que son muy prevalentes, son desconocidas. Es importante reconocer los signos de las patologías respiratorias para que las personas acudan a su médico, se preocupen y conciencien a toda la sociedad de lo esencial que es tener unos pulmones sanos”, ha destacado Mercedes Fernández de Castro, vicepresidenta y directora del área de medicinas de uso general de GSK en España. Lo ha hecho en la presentación de la campaña Pulmón sano, futuro sano “sobre ruedas”, una campaña organizada por la compañía biofarmacéutica, junto con diferentes sociedades médicas y la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F), y que estará presente en diferentes puntos del país. 
Durante el encuentro, los expertos han insistido en la necesidad de realizarse una espirometría, un análisis que evalúa la función de los pulmones y que sirve para diagnosticar algunas enfermedades respiratorias. Belén López-Muñiz, especialista en Neumología en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, ha explicado que se deben someter a esta prueba las personas mayores de 35 años que presenten síntomas que puedan advertir de un problema respiratorio: “Todo el mundo tiene acceso a ella. Es muy sencilla, no invasiva y no se tarda mucho en hacer”. En concreto, el paciente debe respirar a través de una boquilla que va conectada a un instrumento llamado espirómetro, que mide la frecuencia y la cantidad del aire inspirado y espirado. 
Eso sí, los especialistas reclaman que se realice más esta prueba en Atención Primaria. “Hay espirómetros en todos los ambulatorios, pero en muchas ocasiones no se hace porque los profesionales derivan al paciente a neumología, lo que supone un retraso importante del diagnóstico y en el tratamiento necesario”, ha subrayado Nicole Hass, portavoz de la Asociación Española de Pacientes con EPOC (APEPOC), quien ha agregado que el paciente no debe tomar una actitud pasiva y pedir a su médico una espirometría, especialmente si cuenta con factores de riesgo como el tabaquismo o tener antecedentes familiares con estas afecciones. 
Asimismo, la experta ha coincidido en que esta prueba no duele y tiene un coste muy reducido: “El problema más relevante está en la información, pues muchas personas no conocen los beneficios de las pruebas de función pulmonar ni han sido informados por su médico de cabecera”. 

Principales factores de riesgo prevenibles

Muchas de las enfermedades respiratorias son prevenibles y tratables porque el principal factor de riesgo es el tabaquismo. López-Muñiz aclara que este hábito engloba cualquier forma de fumar: tanto el cigarro convencional como los nuevos productos (vapeadores, cachimbas o tabaco calentado).
Más allá del tabaquismo, hay otro elemento que contribuye al desarrollo de estas afecciones y que no se tiene tanto en cuenta: la contaminación atmosférica y el cambio climático. Según Hass, “hay mucha evidencia científica que lo demuestra. Por ello, hay que difundir y correr la voz sobre la importancia de la salud respiratoria”. 
“Muchas veces por desconocimiento, estas enfermedades van a estar infradiagnosticadas. A veces esa tos con la que comienza el fumador o esa sensación de ahogo inicial van a ir progresando y van a hacer que se limiten las actividades diarias del paciente, como el ejercicio físico”, recalca López-Muñiz. 

Hábitos saludables 

“No cabe duda de que un estilo de vida activo, que incluya actividad física regulada y controlada por un especialista mejora el bienestar y la calidad de vida de las personas con patologías respiratorias, ya que al margen de los beneficios físicos tales como el fortalecimiento de los pulmones, mejora la capacidad respiratoria, reduce la sensación de cansancio y, algo esencial para cualquier paciente, provoca un bienestar psicológico”, declara Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga F. 
Además del ejercicio, otros hábitos saludables que se quieren impulsar con esta campaña son:
Alimentación equilibrada. Se recomiendan alimentos ricos en omega-3, vitaminas A, C y E y minerales.
 
Mantenerse bien hidratado, pues la deshidratación es un riesgo para enfermedades como el asma.
 
Evitar el tabaco, causante del 82% de los cánceres de pulmón en Europa.
 
Cuidar la postura. Mantener la espalda recta y dormir de lado con una almohada de altura media.
 
Evitar la contaminación, como gases tóxicos y partículas en suspensión. 

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