El cannabis sigue siendo, con diferencia, la droga ilegal más consumida en España. Así lo muestra la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2024), en la que se documentan las sustancias con mayor prevalencia de consumo en los últimos 12 meses en nuestro país.
Esta sustancia ha sido consumida alguna vez en la vida por el 43,7% de la población. El 12,6% de los individuos de 15 a 64 años reconoce haberla tomado en alguna ocasión en los últimos 12 meses y el 10,5%, en el último mes. El porcentaje global de quienes lo fuman a diario es del 2,5%.
Forma predominante de consumo de cannabis
El porro es la modalidad de consumo elegida por el 98,8% de los consumidores de cannabis. El restante 1,2% lo consumen por vía oral (por ejemplo, en pasteles), pipas de agua o cigarrillos electrónicos.
Atendiendo al tipo de cannabis, históricamente la marihuana está más extendida que el hachís entre aquellos que han consumido cannabis en los últimos 30 días, según se refleja en la encuesta EDADES. El 53,8% indica haber fumado principalmente marihuana, porcentaje que se reduce significativamente para aquellos que han consumido principalmente hachís (21,7%).
Diferencias por sexo y edad
El 51,3% de los hombres han consumido cannabis alguna vez en la vida, frente al 36,0% de mujeres, lo que supone una diferencia de casi 16 puntos porcentuales.
El 13,4% de los hombres reconoce haber consumido cannabis en el último mes, proporción que se reduce notablemente entre las mujeres (7,6%). En términos evolutivos se observa en ambos sexos unas prevalencias de consumo superiores a las registradas en la anterior encuesta (2022).
En cuanto a la edad, el pico máximo de consumo de porros se sitúa entre los 15 y los 24 años, según los resultados tanto de EDADES como de la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), en la que se recogen las cifras de consumo de sustancias en estudiantes de 14 a 18 años. La prevalencia de consumo de cannabis supera el 20% en los menores de 25 años y desciende progresivamente a medida que avanza la edad, de tal manera que entre los 55 y los 64 años se reduce al 2,6%.
Consumo de riesgo y personas más vulnerables
Un grupo de profesionales expertos en adicciones llegó el año pasado al consenso de que el consumo de 5 o más porros a la semana implica un riesgo alto para la salud de la población sana mayor de 21 años. Por debajo de esa edad, los peligros del cannabis son incluso más elevados, ya que el cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a los efectos de esta sustancia. Estos son los colectivos de especial riesgo:
En el riesgo para la salud no solo influye la cantidad, sino también la intensidad. Los expertos en adicciones afirman que cualquier consumo de cannabis con más del 10% de THC (tetrahidrocannabinol) -su principal componente activo- es un consumo de riesgo. Se ha constatado que el THC es ahora considerablemente más potente que hace 20 años.
Consecuencias de los porros a largo plazo
Según informa el Plan Nacional sobre Drogas, estos son los principales efectos del consumo de cannabis a largo plazo:
Problemas de memoria y aprendizaje.
Trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y de la personalidad.
Psicosis y esquizofrenia (especialmente en individuos predispuestos).
Peores resultados académicos.
Abandono prematuro de los estudios.
Adicción y dependencia.
Enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer.
Trastornos del ritmo cardíaco (arritmias).