Es difícil encontrar una pausa en la vida del expresidente de Bolivia, Evo Morales. Sus días transcurren entre los encuentros multitudinarios con la militancia, las peleas feroces con funcionarios del actual gobierno y el cuidado de su chacra en el Chapare, donde se dedica a la cría de peces. En diálogo con Página/12, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) insiste en que la irrupción de un grupo de militares y civiles en el Palacio Quemado fue “un autogolpe y un show montado”. Dispara contra sus ex aliados, el ex vicepresidente Álvaro García Linera y el presidente Luis Arce, y se muestra optimista: “Si soy candidato en 2025, vamos a ganar de lejos”. – Usted dice que el gobierno miente al tildar de intento de golpe lo ocurrido en Bolivia el 26 de junio. ¿Qué lo lleva a sostener esa postura?– El 26 de junio a las 11 de la mañana recibí llamadas de algunos militares diciendo que había acuartelamientos. Yo pregunté si había alguna circular o instrucción pero me dicen que no, es una orden verbal del comando de división a los comandos de grandes y pequeñas unidades. A las dos de la tarde estaba rumbo a mi chacra para ver los pescados, y veo tanques de las Fuerzas Armadas entrando a la plaza Murillo. Inmediatamente redacto un tuit convocando a la población a un paro general indefinido y bloqueo de caminos para defender la democracia. Pasan los minutos y veo al ministro Eduardo del Castillo golpeando un tanque. ¿Qué clase de golpe es ese? ¿Cómo los supuestos golpistas no le dan un culatazo? El ministro dentro del Palacio Quemado riéndose y hablando con un militar. No sé si has visto la entrevista a un capitán (Sergio Castro) que se había exiliado en Estados Unidos y confirma que es un autogolpe preparado desde el año pasado. Esa entrevista hunde al presidente. Zúñiga es amigo intimo de Arce. ¿Cómo su comandante de confianza va a dar un golpe de Estado? Todo esto me hace pensar que este es un show montado o un autogolpe.
– ¿El Ejército al mando de Zúñiga planeaba no dejar que usted sea candidato?– Antes del 26 de junio el general Zúñiga dijo: -Si Evo es candidato, podemos detenerlo. Ningún ministro ni presidente desmintió ni desautorizó. Y el martes toda la gente se volcó a la calle contra el general y contra el gobierno. Y hablamos con muchos compañeros y amigos internacionales: ese era el golpe contra Evo. Lamentablemente el gobierno no tiene un plan para salvar económicamente a Bolivia, el único plan es quitar la sigla del MAS o proscribir al MAS y fundamentalmente inhabilitar a Evo como candidato. A mí me pueden tergiversar, o tal vez decir que hablo mal, pero nunca miento. En mi experiencia como líder sindical, después político, yo llegué a la presidencia sin formación académica, gracias a la verdad y a la honestidad.– Pese a la inhabilitación del Tribunal Constitucional, ¿usted sigue pensando como el primer día en ser candidato o hay un plan B en mente? – No hay ninguna inhabilitación del Tribunal Constitucional. El año pasado un candidato a magistrado del orden constitucional hizo una demanda a una sala constitucional por libertad de expresión. La sala constitucional autorizó y lo envió a revisión al Tribunal Constitucional de Sucre. El 29 de diciembre del año pasado dos magistrados autoprorrogados del Tribunal Constitucional en la parte considerativa comentaron que no había elección continua. En la parte resolutiva solo dice que no hubo libertad de expresión. En toda esa resolución constitucional no se habla de Evo. Segundo, (el expresidente) Tuto Quiroga hizo una demanda sobre la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). La resolución de la opinión consultiva no prohibe la reelección discontinua, se refiere a la reelección de presidentes que están en el poder. Es una campaña mentirosa decir que Evo esté inhabilitado. ¿Por qué el gobierno defiende a los magistrados que fueron habilitados inconstitucionalmente? Porque ellos sacarían un fallo para inhabilitarme.– Álvaro García Linera habló de una guerra “fratricida” entre usted y Arce, y dijo que sólo piensa en dejar fuera de competencia al presidente. ¿Cómo lo tomó?– Duele mucho viniendo de Álvaro. Pregúntele a él cómo trabajé en 2005 para que sea candidato a vicepresidente. Nunca tuvimos problemas, en toda mi gestión me ha apoyado. A la derecha la sacamos del gobierno y se van a las universidades, ¿no? Se hacen independientes, neutrales, analistas políticos. Ahora Álvaro también es analista político. Entonces, ¿qué clase de guerrillero habrá sido? Porque por levantar armas estaba en la cárcel. Álvaro dijo: – Evo no puede ser candidato porque Evo no es profesional. Ah, ¿por qué estuvo detrás de Evo si no es profesional 14 años entonces? Además dijo que el mejor ministro es Eduardo del Castillo. Para mí es el peor. Nosotros dijimos desde el Trópico de Cochabamba al presidente que termine su gestión, pero cambie a los ministros que no están haciendo buena gestión. Oportunamente en septiembre de 2022 dije que el gobierno no estaba respetando las políticas del MAS. Si yo no rayaba la cancha con Lucho, en este momento el MAS estaría hundido igual que Lucho, igual que Choquehuanca, igual que el gobierno.– ¿Por qué está tan enfrentado con el presidente?– Con Lucho tenemos diferencias ideológicas, programáticas, éticas y ahí me quedo. ¿Por que ideológicas? Lo ha dicho Choquehuanca: el cóndor necesita dos alas para volar, la derecha y la izquierda. En política, en mi forma de pensar, somos machos o hembra, somos del pueblo o del imperio, somos izquierda o derecha. Para mí no hay neutro o independiente, ellos siempre están con el lado opresor de la gente humilde. En Argentina Javier Milei ha eliminado seis, siete, ocho ministerios. Lucho eliminó cuatro: Comunicación, Deportes, Cultura y Energía. ¿Cómo va a eliminar el ministerio de Energía? Si servía para acelerar la inversión, para cambiar la matriz energética del país. Usted sabe como periodista, la receta del Banco Mundial o del FMI es achicar el Estado. Ese Estado mínimo no invierte y quien invierte son las transnacionales. La diferencia de carácter programático tiene que ver con la política de contracción económica de este gobierno. ¿Y cuál es la diferencia ética? En Bolivia que un partido haga política con su familia no se acepta. En 2021 vino Lucho a mi casa en Cochabamba, yo dije: – Lucho, se comenta que tu hijo (Marcelo Arce) está metido en negocios. Antes de las elecciones ya estaba metiendo plata de las empresas privadas e internacionales para la campaña. ¿Lucho va a ser líder? Será líder de los corruptos, por favor…– ¿Se arrepiente de haber apoyado la candidatura de Arce en 2020?– Me equivoqué, me equivocamos. Todos nos arrepentimos. Yo pensé que como había sido el ministro de Economía iba a poder potenciar la economía. Lamentablemente ha hundido a Bolivia. En este momento estamos peor que en tiempos neoliberales. En tiempos neoliberales no faltaba combustible ni faltaba dólar. Cuando yo llegué a la presidencia la inversión pública eran 600 millones de dólares para toda Bolivia. En 2019 había programados más de ocho mil millones de dólares para inversión pública. En 2021 cuatro mil millones y en 2022, cinco mil millones. Estaba contento porque estaba subiendo. Claro, los golpistas arruinaron la economía. Pero en 2023 y 2024, otra vez cuatro mil millones de dólares y la cuenta sigue bajando. Están pensando en negocios familiares y no están pensando en hacer buenos negocios para la gente humilde de Bolivia. Esa es nuestra profunda diferencia.– En Argentina la alianza entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández llevó al peronismo al poder, pero terminó con varios cortocircuitos y un triunfo de la extrema derecha. ¿No teme que pase lo mismo en Bolivia?– Yo soy muy optimista. No pierdo contacto con muchos sectores sociales, incluso empresarios pequeños y grandes. Mi última experiencia fue hace unos dos semanas. Me ha invitado al cumpleaños un empresario que me decía: – Evo, vas a ir a la elección. A mí no me gusta la ideología, pero tú has garantizado la estabilidad económica. Presenta un buen programa económico que te vamos a apoyar. Y así hablé con otros que también me decían: -Evo, cuando tú estabas de presidente nos decías eso va, eso no va. Y donde va nos metíamos a ganar plata. Ahora con Lucho no sabemos adónde vamos. Lucho no tiene un plan para salvar a Bolivia, el único plan es inhabilitarme políticamente. Si soy candidato vamos a ganar de lejos. Nuestra experiencia en la política no se hace con plata ni con prebendas, se hace con principios, programas y sobre todo pensando en la Patria. Entendemos que la política es una ciencia de servicio, esfuerzo y sacrificio para la gente humilde.