El gazpacho y el salmorejo son dos de las comidas o bebidas más consumidas en España durante el verano. Ambas tienen cosas en común, por ejemplo, que son sopas frías, pero ¿cuál es más saludable? ¿cuál tiene menos calorías?
Como recuerda Mª José Monje, miembro de la Comisión de Nutrición Comunitaria del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), “el gazpacho es un plato refrescante, ligero, saciante y lleno de nutrientes ya que aporta grandes cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes”.
Tal y como explica a CuídatePlus Meritxell Rafael, dietista y coach nutricional, “el gazpacho es una sopa vegetal cruda consumida especialmente en verano y que está hecho a base de”:
Tomate
Pepino
Pimiento verde
Cebolla
Ajo
Aceite de oliva
Vinagre
Y suele acompañarse de tropezones de vegetales y/o de picatostes de pan
Aunque, como recuerda Monje, “cada vez más encontramos versiones con frutas de temporada, como el gazpacho de fresas, de cereza, de sandía o de melón entre otros”.
Su elevado contenido en verduras convierten al gazpacho en un alimento rico “en vitaminas A, C y E, antioxidantes y fibra, Además, nos aporta minerales como el hierro, calcio y fósforo”, señala, pero no sólo eso sino que, también “es bajo en grasas saturadas y colesterol, lo que lo convierte en una opción muy saludable”.
Aunque es cierto que, como señala la experta, “su valor nutricional va a depender mucho de la calidad de los ingredientes, como el tipo de aceite utilizado, y de la cantidad de los mismos”.
Por su parte, el salmorejo es “otra sopa cruda fría típica española pero que, a diferencia del gazpacho, tiene una textura más espesa y cremosa, puesto que lleva más cantidad de tomate, pan, aceite y no contiene pepino ni pimiento, de ahí que sea menos líquido”, informa Rafael.
Al igual que el gazpacho, no hay una receta única de salmorejo, ya que admite muchas variantes. Teniendo esto en cuenta, podríamos decir que la versión clásica del salmorejo se realiza a base de:
Tomate rojo maduro
Pan
Ajo
Aceite de oliva
Sal.
“A menudo se sirve con huevo duro y jamón como guarnición”.
En cuanto a su valor nutricional, informa la nutricionista, no se aleja de la del gazpacho, puesto que “también es rico en vitaminas A y C, antioxidantes, y grasas saludables del aceite de oliva, contiene fibra procedente de la parte vegetal cruda”. Es una fuente potente de “antioxidantes gracias al tomate, que ayuda a combatir el envejecimiento celular y las enfermedades crónicas. Además, el aceite de oliva contribuye con grasas monoinsaturadas beneficiosas para el corazón. El ajo presente también añade propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas”.
Calorías y saciedad
Las calorías de ambos productos dependerán de la calidad y de la cantidad de los ingredientes que se utilicen para hacer este gazpacho o este salmorejo. Teniendo esto en cuenta.
Como informa Monje, “un vaso de gazpacho tradicional aporta unas 100 kcal, pero el valor calórico puede aumentar dependiendo de los ingredientes y sus cantidades. Ya que si añadimos demasiado pan y aceite de oliva dejaría de ser un plato bajo en calorías”.
Por su parte, señala, “un vaso de salmorejo aporta unas 170 kcal, aunque su valor calórico depende de la cantidad de pan y aceite que se incorpore a la receta”.
El gazpacho y el salmorejo son dos platos saludables de nuestra gastronomía y su valor calórico va a depender de la cantidad de pan y aceite de oliva que se añada. Si nuestro objetivo es perder peso, “la mejor opción sería el gazpacho con una mayor cantidad en agua a partir del tomate, pimiento y pepino”.
Sin embargo, “por su mayor contenido en pan y aceite, y por el acompañamiento, toppings de huevo o jamón, hacen que el salmorejo sea más saciante” y también que sea “más calórico y denso que el gazpacho”.
Por otro lado, decir que el efecto saciante también es positivo a la hora de perder peso ya que el salmorejo “al ser más denso y calórico que el gazpacho”, puede llevar a que “las raciones sean diferentes, es decir, menores, básicamente por el mayor efecto saciante del salmorejo”. Dependiendo de la cantidad de pan y aceite utilizado, “su efecto saciante será mayor y con ello la proporción o ración también variará”.
