El estreno de la serie “Síganme”, la ambiciosa producción de Amazon sobre la vida del expresidente Carlos Saúl Menem, con Leonardo Sbaraglia en el protagónico, quedó suspendido por un escándalo que vuelve a exponer las fracturas más profundas de una familia marcada por peleas judiciales, desconfianzas y una larga historia de conflictos no resueltos. La decisión judicial responde a un reclamo encabezado por Antonella Menem, nieta del exmandatario e hija de Carlos Menem Jr., quien denunció públicamente que no fue consultada por los derechos de imagen y aseguró que “nunca nos quisieron dar la documentación” del contrato que habilitó el proyecto.
“Lo que tiene que averiguar el juez es quién firmó, quién autorizó, y qué se pidió en el contrato. Nadie nos informó nada, ni los productores ni Amazon”, explicó Antonella en diálogo con El Disparador por Delta 90.3. “La serie se empezó a filmar después de la muerte de mi abuelo y sin consentimiento de los herederos reales. Estamos en plena sucesión, y ni siquiera sabemos quién cedió los derechos”.
Según la joven, el foco del conflicto está en las imágenes tanto de su padre como de su abuelo. “Yo soy la única que puede autorizar que se usen las imágenes de mi papá. Tengo doble derecho de imagen, porque se trata de mi papá y de mi abuelo”, sostuvo. “No recibí nada, porque todo esto se está investigando con mis abogados”.
El conflicto legal, sin embargo, no se agota en una cuestión contractual. Antonella también relató un complejo entramado familiar, donde el destrato, la invisibilización y los silencios pesan más que los derechos formales. “Mi abuela nunca me quiso. Para ella soy hija de cualquiera. Para mi abuela no existo”, dijo con crudeza. Y agregó: “Los dos ADN dicen que soy hija de Carlitos [Menem Jr.], no de Carlos [Saúl Menem]. Mi mamá no se acostó con toda la familia como ella dice. No puede seguir difamando así”.
En ese contexto, afirmó que recibió amenazas y vivió años de hostigamiento: “La gente conoce toda mi historia y me apoya, sabe lo que vengo luchando desde hace 30 años. Me han amenazado de muerte, tuve que mudarme muchas veces”. Además, reveló que un sector de su familia le impuso un bozal legal para que no los nombre públicamente. “No fue Carlitos Nahir, sino ‘la otra parte’, con la que no tengo ningún vínculo”, dijo en referencia a tía y abuela. También denunció que tuvo que abandonar Buenos Aires y volver a Córdoba, donde actualmente vive en una casa que —según relató— había sido objeto de una estafa inmobiliaria.
La tensión escaló hasta alcanzar directamente a la plataforma Amazon, que según Antonella nunca dio explicaciones: “Nunca nos contaron nada. Se manejaron con total falta de transparencia”. Por todo esto, la nieta del expresidente advirtió que el lanzamiento de la serie está judicialmente paralizado y no tiene fecha prevista: “Va a estar frenado el estreno hasta que no se averigüe bien todo”.
El conflicto no solo retrasa una de las ficciones políticas más esperadas de la temporada, sino que también vuelve a abrir el expediente de una herencia mal cerrada. La historia personal, íntima y dolorosa de Antonella Menem, que alguna vez fue considerada por muchos como un capítulo menor, hoy condiciona una superproducción que pretendía repasar el legado de su abuelo. Pero ese legado, como ella misma demuestra, todavía está en disputa.
por R.N.