23 febrero, 2025

‘Irse de cañas’ es un planazo, pero con riesgos (y no pocos)


“El [insertar día de la semana] me voy de cañas”. Amigos,  cervezas, una terraza al sol… ¿qué más se puede pedir? Alcohol, desde luego, no. “Venga ya”, pensarán los lectores de estas líneas, “¿ahora tampoco voy a poder tomarme un par de dobles entre colegas?” Como poder, se puede; pero que tiene sus riesgos, también. Y es que desde que el cuerpo recibe la primera gota de alcohol, la salud queda expuesta. 
“El mensaje debe ser que cuanto menos, mejor. Al final, cualquier consumo de alcohol puede ser nocivo”, afirma a CuídatePlus Fernando Alonso Ecenarro, vocal de la Junta Directiva de Socidrogalcohol. El experto añade que, evidentemente, “es peor tomar todos los días alcohol que una vez a la semana. Dentro de esto, tenemos que saber que el mejor consumo es el consumo cero”. En este sentido, insiste en que incluso la ingesta esporádica de esta sustancia “es perjudicial”. 
Según Alonso Ecenarro, “el problema es que se cree que el consumo ocasional de una vez a la semana, tomando cuatro o cinco bebidas alcohólicas, no es peligroso; pero lo es igualmente”. 

¿Qué me puede pasar si bebo una vez a la semana?

Cardiovasculares, neuropsiquiátricas, hepáticas… todas son enfermedades que se asocian al consumo de alcohol. Hay una, sin embargo, menos conocida, y que empieza en el mismo momento en que se empieza a beber: el cáncer. En este sentido, el alcohol es el responsable del 4% de los casos mundiales de esta patología. No obstante, menos del 50% de los europeos conoce esta relación, según datos de la campaña #RedefineAlcohol, lanzada por la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa. 
En concreto, la ingesta de esta sustancia es causa de siete tipos de cáncer: de intestino grueso (58.000 casos de colon y de recto en 2020, según las últimas cifras europeas de la OMS); de boca, garganta, esófago y laringe (un total de 54.000); de mama (26.200); y de hígado (15.000). Cada año, casi 70.000 muertes por cáncer en la Unión Europea son atribuidas al alcohol, siendo indiferente de qué bebida alcohólica se trate (cerveza, vino o licores). 
Alonso Ecenarro insiste en que incluso un consumo mínimo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir cáncer. ¿En cuántas cervezas o copas se traduce esto? En dos o una bebida alcohólica al día. “Estamos hablando de una asociación muy, muy potente”, subraya el experto, quien lamenta el poco conocimiento que existe al respecto.
 

Consumo por atracón

Otra falsa idea de la que hay que desprenderse es que no ocurre nada si no se bebe durante la semana, pero al llegar al viernes hay vía libre para ello. Es lo que se conoce como consumo en atracón, cada vez más generalizado. De acuerdo con el miembro de Socidrogalcohol, “las últimas estadísticas nos dicen que en el último mes, hasta un 15% de las personas entre los 15 y los 64 años ha hecho un consumo por atracón. Se trata de una frecuencia muy alta”. El efecto acumulativo que esto tiene a largo plazo, continúa, “se ve en el aumento de las tasas de cáncer, de arritmias, etc. “. 
Por último, Alonso Ecenarrio subraya el pensamiento actual de que salir implica beber: “De hecho, es casi extraño que tú salgas y digas que no quieres beber alcohol”. Por ello, destaca la importancia de concienciar a la población de los riesgos del consumo de esta sustancia. “Hay que intentar elegir bebidas alternativas al alcohol y no beber por beber, ni para sentirse integrado en un grupo. En el momento en el que se bebe para integrarse, hay un problema de base”. 

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