En la vida, tenerlo todo (dinero, salud, familia, amor…) no te protege de sufrir una depresión. Jugadores profesionales como Álvaro Morata, Ricky Rubio, Raphinha o Andrés Iniesta son solo algunos ejemplos de personas que han sufrido o que sufren depresión. En algún momento de sus vidas ocurre algo que les hace cambiar su forma de ver el mundo y que les hace más vulnerables al trastorno depresivo que, según datos del Ministerio de Sanidad, afecta en nuestro país al 4,1% de la población, sobre todo en las mujeres. Son datos de personas que tienen un diagnóstico establecido, sin embargo, las cifras pueden ser peores ya que según advierten los expertos en salud mental, el 50% de quienes padecen depresión están sin diagnosticar.
En el caso de los deportistas, la psicología del deporte es clave para afrontar todo lo que les ocurre. Como informa a CuídatePlus José Martín del Pliego, psicólogo afincado en Segovia y colegiado por colegios de Psicólogos de Madrid y de Castilla y León, “lo emocional es fundamental en todas las personas porque mente y cuerpo son uno y van en consonancia”. Los futbolistas, explica, “queman etapas vitales desde que son pequeños sin vivir la vida de los otros niños o adolescentes. Además, están en el foco desde los 10 años hasta el final de su vida deportiva”, y esto les afecta mucho.
Por otra parte, en su carrera, “hay muchísima presión por mantenerse entre los mejores, para jugar titulares en sus equipos, soportar la presión mediática y de los aficionados”. Por eso, “ser fuertes mentalmente es básico cuando se lesionan de forma repetida o grave y tolerar malos partidos o rachas sin marcar o con mal rendimiento. Son capaces de manejar todo esto hasta que hay alguna situación, a veces de su vida personal, que colma el vaso y es cuando la capacidad de tolerancia se agota apareciendo la sintomatología ansiosa o depresiva”.
Porcentaje alto de deportistas con problemas
Sin embargo, no siempre se puede prevenir una depresión. En el caso de Iniesta, su problema empezó a gestarse tras la muerte repentina de su amigo Dani Jarque, que falleció de un infarto en 2009. Ahora, ya recuperado de la depresión, aún sigue cuidándose: “Continúo yendo a terapia porque necesito arreglarme conmigo mismo. Me gusta escuchar a los profesionales hablar sobre enfermedades mentales y depresión. Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera”, afirma el futbolista.
Los datos dicen que entre el” 10-25 % de los deportistas pueden tener algún síntoma significativo ansioso-depresivo, pero mucho mayor con un cuadro más leve”, señala el psicólogo.
Factores como “lesiones graves o repetidas jugando con dolor en muchos casos, estrés crónico a la sobreexposición a la que se ven sometidos, la necesidad de una alto nivel de rendimiento pueden causar un desgaste que deriva en problemas de salud”.
Además, cuando se acaba su carrera, advierte, “esto se dispara a datos entre el 25-40 %”. Tal vez por “sentir la falta de atención de la que antes disfrutaban, se les acaba su estructura vital con la que llevaban desde niños, a veces problemas económicos, lesiones crónicas o falta de oportunidades para una nueva vida profesional siendo muy jóvenes”. Además, apunta, “es fácil caer en el aislamiento social si no se está bien vinculado, ya que mucha gente desaparece cuando el futbolista se retira”.
Cómo es posible caer en depresión si lo tienes todo
Cuando un deportista de élite dice públicamente que tiene depresión es habitual que la gente no entienda el porqué ya que, aparentemente, son personas que lo tienen todo. Como explica el psicólogo, “cuando en el presente, aparentemente todo va bien y caemos en ansiedad o depresión, estamos conectando con una memoria grabada en nuestro sistema nervioso, tal vez de origen infantil o adolescente”. El estrés o las cargas vitales “aumentan la probabilidad de conectar con esas memorias que no tenemos porqué saber de dónde vienen”.
El futbolista Álvaro Morata. (Foto: Pablo García EFE/RFEF)
Cómo se trabaja con los deportistas
El plano psicológico cada vez cobra más importancia entre los deportistas de élite. En la actualidad, la mayoría de clubs tiene psicólogos que les ayudan, entre otras cosas, a rendir mejor y en la prevención de problemas. Como explica Martín, “si hablamos de rendimiento, de ser más competitivos, se trabajan fundamentalmente los siguientes puntos”:
Gestión del estrés y la ansiedad generada por la competición y el entorno presionante que hay alrededor del fútbol.
Mantenerles enfocados y concentrados. El psicólogo, junto con el resto del equipo técnico, tiene que mantener al jugador enchufado y motivado en los entrenamientos, con temporadas supercargadas. Mantener la disciplina en los entrenamientos es central.
Mantener el foco, genera mucha fatiga física y sobre todo emocional por la que todos los jugadores pasan.
Desarrollo de la resiliencia mental para manejar los picos en la temporada y los momentos bajos de forma, lesiones, mal juego o resultados adversos. Se trata de que el jugador se recupere lo antes posible.
Deportistas con depresión
En el caso de que el deportista sea diagnosticado con un problema con una depresión, por un lado, “se interviene de manera individualizada, con la técnica más adecuada según su psicólogo, que en este caso, ya no será deportivo sino clínico”. En el caso del experto, siempre trabaja “con técnicas que trabajan de forma directa el cuerpo y la emoción negativa”.
Por otro lado, “el equipo técnico y los compañeros deben ser un apoyo para que el jugador perciba la conexión básica que ayuda a que la recuperación se acelere, eso sí, sin verse presionado ni aislado”. Los compañeros pueden ser “básicos para la terapia”.
La depresión “tiene que ver con la respuesta vago dorsal, que es una respuesta de congelación del sistema nervioso, por lo que es una interferencia importante en el rendimiento deportivo en general, pero sobre todo en el de élite”.
¿En qué puede afectar al rendimiento deportivo? Entre otras cosas, “falla la energía, hay más fatiga, desaparece la motivación y se duerme y se come peor”, señala el experto. También “aumenta la probabilidad de lesiones y que el jugador se vaya aislando del resto de compañeros, soportando peor la presión mediática”.
Cómo prevenir problemas de salud mental en el deportista
En cuanto a la prevención, el psicólogo señala que “se trabaja con los niños desde las academias de fútbol, donde se trabaja que el niño esté centrado, estudie y se le dé otros caminos fuera del fútbol, que es lo que le va a pasar a casi todos”.
Es importante, eso sí, “detectar ciertos síntomas desde pequeños para poder tratarles y facilitarles su vida”. Recordemos el caso de Iniesta en la Masía en sus comienzos.
“Entrenarles en la capacidad de regularse, calmarse y ser capaces de expresar lo que les pasa, en todas las fases vitales del jugador” es vital.
Por otra parte, el psicólogo destaca también la importancia de que “haya una red de apoyo”. Está demostrado que “si la pareja, amigos y padres del futbolista funcionan de forma saludable, es mucho más difícil que aparezcan problemas emocionales en los jugadores”. El propio equipo, opina, “se puede convertir en una red de apoyo unos para otros. Eso es lo que hace un equipo”.
También es fundamental, “ofrecer atención a las transiciones en las carreras de los futbolistas, cuando su rol cambia y tratar de hacer detección temprana, por parte del personal del club, cuando se detecta que algo está pasando con el jugador que no es habitual y poder poner en marcha una terapia si es necesario