¿Te duchas por la mañana o por la noche? ¿Cambiaste de hábitos según fuiste creciendo y dejaste de bañarte antes de ir a dormir? El principal objetivo de la ducha diaria es limpiar nuestra piel pero también hay que tener en cuenta cómo nos hace sentir.
Hay quien afirma que ducharse por la mañana es imprescindible para despertarse y poder funcionar durante el día y quien dice que hacerlo por la noche le ayuda a dormir mejor y a relajarse.
¿Qué produce el agua fría o caliente?
Según la Sleep Foundation estadounidense ducharse con agua caliente o con fría tiene diferentes efectos sobre nuestro cuerpo.
Si nos duchamos o bañamos con agua fría conseguiremos:
Activar el estado de alerta
Mejorar la circulación.
Elevar los niveles de dopamina.
Por el contrario, si nos bañamos o duchamos con agua caliente podremos:
Reducir la presión arterial.
Ayuda a conciliar el sueño mejor y antes.
Mejora la calidad del sueño.
Según la Clínica Cleveland hay tanto beneficios de ducharse por las mañanas como de hacerlo por las noches. Si lo hacemos por las mañanas empezaremos el día con la piel limpia y nos desharemos de las células muertas, el sudor, las bacterias y los ácaros que se acumulan en nuestras sábanas. Pero además, estaremos más despiertos y podremos realizar con calma la rutina de limpieza de nuestro rostro y salir a la calle con el pelo limpio.
En el otro extremo, si nos bañamos por la noche podremos limpiar la suciedad y los contaminantes que se acumulan durante el día, así como los productos de cuidado corporal, como las cremas o los fotoprotectores solares.. Además, ducharnos por la noche puede formar parte de nuestra rutina de sueño y ayudarnos a dormir mejor.
En este sentido un estudio publicado en Journal of Physiological Antropology quiso analizar los efectos que producen los cambios producidos por un baño en la temperatura corporal y cómo impacta en el sueño. La investigación concluye que cuando el baño produce un aumento de 0,9ºC en la temperatura sublingual parece ayudar a conciliar el sueño y a la calidad del sueño, puesto que provoca que la temperatura corporal se reduzca antes de dormir.
De hecho, los neurólogos recomiendan reducir la temperatura corporal para poder tener un sueño reparador.
Temperatura del agua
En cuanto a la temperatura del agua, nos duchemos de día o de noche, Eugenia Cutillas, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Murcia, explica que ésta es clave para la preservación del manto lipídico de la piel. “Los dermatólogos recomendamos que las duchas se hagan con agua a una temperatura entre 33 y 37 grados”.
No obstante, más allá de preferencias sobre la hora de la ducha, desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) explican que no hay evidencia científica al respecto para recomendar una hora o la otra.