El bíceps femoral es un músculo muy importante de la parte posterior del muslo y es indispensable para andar, realizar movimientos con las piernas y para correr. Su lesión, en forma de rotura fibrilar, es una de las más comunes entre los futbolistas, sobre todo en aquellos que corren mucho y que son más activos en el campo de juego como es el caso de Kylian Mbappé. “En este tipo de roturas se produce por una contracción del músculo junto a una elongación en caídas o en aceleraciones bruscas”, informa Diego García-Germán, traumatólogo de HM Hospitales y de la Federación Española de Deportes de Invierno. Existen muchos tipos de lesión de este músculo pero lo más habitual son las “roturas fibrilares”.
“El espectro de lesión es muy amplio y pueden ir desde pequeños desgarros, que se trata sintomáticamente y que va a permitir volver a un rendimiento normal y pronto, hasta lesiones más graves que requieren un tiempo más prolongado de recuperación”.
En el caso de los jugadores que anuncian que vuelven a jugar antes de lo esperado, lo normal es que se trate “de una roturas fibrilares leves” cuya recuperación puede estar entre una y dos semanas. En estos casos, “al ser roturas leves, la recuperación puede variar entre los 8 y 10 días, aunque recalca que “es importante que el jugador, tras su vuelta, esté bien controlado para evitar posibles recaídas sobre la misma lesión”, algo que, como señala “es muy habitual”.
Ser joven y estar en forma, clave
El concepto de “acortar los plazos y de recuperarse de una forma temprana de una lesión es”, a juicio del traumatólogo, “un concepto pernicioso porque, en muchos casos, lleva a nuevas lesiones y a lesionarse precozmente”.
“Siempre decimos que los jugadores de fútbol están hechos de otra pasta cuando vemos que se recuperan antes de tiempo, pero la realidad es que no es así”, apunta el experto. “Los futbolistas no están hechos de otra pasta, pero sí ayuda el hecho de que sean jóvenes y de que estén en un buen estado de forma”. Esto, señala, “influye en la recuperación”.
Además, apunta, “tienen los mejores tratamientos que existen” pero esto no garantiza una pronta recuperación. El traumatólogo pone el ejemplo de las lesiones del ligamento cruzado anterior. “Hace años los jugadores empezaban a jugar de nuevo a los 6 meses de la lesión hasta que se vió que el riesgo de nueva lesión era mucho mayor”. Ahora se sabe que si un jugador con esta lesión vuelve al campo de juego antes de tiempo “el riesgo de rotura es muy alto”. La evidencia dice que “hay que esperar los tiempos que se necesitan para cada lesión”.
En el caso de los jugadores que vuelven antes de lo esperado al campo de fútbol, el experto cree que “los profesionales médicos habrán hecho todas las pruebas posibles que justifiquen la vuelta al campo tan pronto”. Si juegan “es porque las pruebas de imagen y la evolución de estos días demuestran que no hay riesgo de nueva lesión”. Aun así, el traumatólogo considera que “todos deben tener cuidado para evitar una segunda rotura o para sufrir otras lesiones”.