Miembro de una familia de clase baja, se fue de Italia para probar suerte. Años más tarde, regresó a su país y puso una tienda de elementos para caballos.La llegada de la Segunda Guerra Mundial lo obligó a diversificar su producción, sin saber que terminaría creando Gucci, una de las marcas de ropa más importantes del mundo.Luego de su muerte, los herederos se pelearon entre sí hasta que no quedó ningún Gucci dentro de la empresa.A continuación, los detalles de esta asombrosa historia de perseverancia y progreso.
Su experiencia en el extranjero y el regreso a Italia
Nacido en 1881 en Florencia, Italia, a Guccio Gucci le tocó crecer dentro de una familia muy humilde. Su padre era un artesano especializado en cuero, que producía elementos para montar caballo, mientras que su madre trabajaba como bordadora.Guccio Gucci, el fundador de la marca Gucci, tuvo orígenes muy humildes.Aunque no hay información acerca de su educación formal, sí se sabe que trabajó mucho durante su adolescencia, ya que, además de ayudar a su padre en las labores diarias, también fue repartidor de correo.Pero la situación de la Italia de entonces era complicada, por lo que, a sus 17 años, Guccio emigró a París, Francia, en búsqueda de mejores oportunidades.En la capital francesa, pasó varias semanas tratando de conseguir empleo, pero no tuvo éxito. Lejos de rendirse y volver a su país, el joven viajó a probar suerte a Londres, Inglaterra.Allí, finalmente, consiguió trabajo como recepcionista en Savoy, uno de los mejores hoteles de la lujosa capital, donde, con tan solo observar a las celebridades que se hospedaban, aprendió acerca del diseño de ropa.En 1921, ya con experiencia y ahorros, Guccio regresó a Italia, decidido a emprender su propio negocio. Así entonces, abrió un taller en Florencia, donde fabricaba y vendía artículos para caballos, tal como lo había hecho su padre.
El Hotel Savoy de Londres, donde Guccio Gucci trabajo como maletero. Foto: Wikipedia (CC BY-SA 3.0)
El origen inesperado y la expansión de Gucci
Al poco tiempo de su apertura, el local de elementos para caballos comenzó a reducir sus ventas, debido a la proliferación de los automóviles.Para revertir la situación, a Guccio se le ocurrió hacer un cambio radical: retiró todo los elementos para caballos y transformó el lugar en una boutique de accesorios de viaje, donde vendería zapatos, bolsos y baúles de equipaje inspirados en la moda francesa e inglesa.A mediados de 1930, gracias a su éxito, el florentino se mudó a una boutique más grande en Roma. Para entonces, tenía 60 empleados y había logrado darle un estilo propio e italiano a sus productos. La característica fundamental de estos era su exclusividad, dado que su valor solo los hacía alcanzables para las personas de clase alta.No obstante, la consagración de la empresa no ocurriría de la noche a la mañana. Recién a partir de 1938 comenzó a tener ingresos considerables, y fue entonces cuando Guccio, que tenía ya 57 años, decidió incorporara sus hijos al negocio.Pero desde 1940, a causa de la Segunda Guerra Mundial, a Gucci se le complicaron las importaciones de cuero del extranjero. Ante esto, Guccio decidió experimentar con cáñamo, lino y yute.Una versión moderna del famoso bolso con rayas verdes y rojas de Gucci. Foto: GucciLa incorporación de estos materiales resultó exitosa y, ese mismo año, la marca lanzó sus famosos bolsos de rayas verdes y rojas, gracias a los que comenzó a posicionarse como una firma innovadora.También es cierto que el éxito de Gucci se debió a su vínculo con el Gobierno de Benito Mussolini, ya que la empresa produjo las botas que utilizaba el ejército italiano. De hecho, cuando cayó el régimen fascista, Guccio fue acusado de colaboracionista y estuvo en la cárcel por un tiempo.Al finalizar el gran conflicto bélico, Aldo, uno de los seis hijos de Guccio, tomó la decisión de expandir el negocio familiar, abriendo locales en otros lugares de Italia, como Milán.El 2 de enero de 1953, a sus 71 años, falleció Guccio Gucci. Desde entonces, la empresa quedó en manos de cuatro de sus hijos: Aldo, Hugo, Rodolfo y Vasco.Los herederos de Guccio continuaron con la expansión de la marca. Ese año, Aldo se fue a vivir a Nueva York, donde abrió la primera filial de Gucci en un hotel Savoy, en honor a su padre.
Luego de la muerte de su padre Guccio, Aldo Gucci se hizo cargo de la empresa. Foto: WikipediaMás tarde, EE. UU. se volvería el país privilegiado de Gucci, donde actualmente poseen alrededor de 10 tiendas. Se dice que Kennedy, debido a su pasión por la marca, llegó a considerar a Aldo Gucci como embajador de Italia en los Estados Unidos.A pesar de la muerte de su fundador, 1953 sería recordado como un buen período para la marca, ya que durante él también creó el famoso mocasín Horsebit, que actualmente sigue vigente en sus tiendas.En los años siguientes, la empresa abrió locales en otras grandes ciudades como París, Tokio y Hong Kong.Para la década de 1970, Gucci se introdujo en la industria automotriz, ya que diseñó el interior de los coches AMC Hornet, al que decoró con las clásicas rayas verdes y rojas.Luego de eso, la firma siguió su diversificación al incorporar prendas de vestir, perfumes, relojes y gafas, los elementos por los que hoy es conocida.Un detalle de esta época revela el estatus que pretendía tener Gucci: En 1973, la marca abrió una tienda de glamour en los Estados Unidos, a la que solo podían ingresar los clientes premium que tenían una llave especial de oro.
Un ejemplar de mocasín Horsebit. Su nombre, que traducido al español significa “caballo”, se debe a que la hebilla se parece a la que se usa para las monturas de caballos. Foto: Gucci
Cómo los descendientes de Guccio perdieron la empresa
La segunda generación de descendientes de Guccio se mantuvo en armonía, pero ésta no se trasladó a sus hijos. Junto a la tercera rama de Gucci vinieron los problemas.Algunos Gucci quisieron utilizar el apellido para hacer su propia fortuna. El primer intento ocurrió en 1969, cuando Giorgio Gucci, hijo de Aldo, fundó Gucci Boutique, pero no tuvo el resultado esperado y, por ende, fue absorbida por la empresa familiar. Tiempo después, Paolo Gucci, otro hijo de Aldo, lanzó la marca Gucci Plus, que tampoco tuvo éxito.Por otra parte, en la familia había recelo hacia Aldo, quien manejaba los negocios internacionales y, por ende, era la persona más prestigiosa de Gucci. En 1982, en un intento de modificar esto, los Gucci decidieron colocar la empresa en la bolsa, con el objetivo de que se incorporaran nuevos accionistas.Al año siguiente, se desataría otro problema cuando Maurizio Gucci, hijo de Rodolfo, inició una batalla legal contra su tío Aldo por el control de la empresa y, en consecuencia, logró quedarse con la dirección de la firma y con la mayor parte del paquete accionario.Maurizio Gucci, el último miembro de la familia que controló la empresa. Foto: YahooPero este no fue el fin de los conflictos. Poco tiempo después, Paolo Gucci, quien reclamaba más participación en la marca, denunció a su propio padre, Aldo, por evasión de impuestos, y no sólo logró que este fuera desplazado de la empresa, sino también que pasara un año en prisión.A cargo de la empresa quedó, entonces, Maurizio Gucci, quien tenía poco más de 30 años y poca experiencia e interés en el negocio. Por ello, en 1988, vendió la mitad de sus acciones a Investcorp, una multinacional de origen árabe.A pesar de todo, la década de los 80 fue muy buena para Gucci. Pero el problema era que se había diversificado tanto que, de a poco, perdía su carácter de lujo y exclusividad. Para revertir esto, en 1989, Maurizio contrató como vicepresidenta ejecutiva y encargada de diseño a la estadounidense Dawn Mello.Enseguida, Mello redujo la cantidad de tiendas de Gucci de 1000 a 180, y el número de productos de 22.000 a 7000.
Dawn Mello, la diseñadora que recuperó la característica de exclusividad para Gucci Foto: YahooA principios de los 90, no obstante, la compañía tenía la contabilidad en rojo, y esto se debía, en buena medida, a los gastos suntuarios de Maurizio, como coches y casas.Finalmente, en 1993, Maurizio vendió el resto de las acciones Investcorp, por lo que la marca se quedó por primera vez en su historia sin un Gucci en el directorio. Se concretaba así algo parecido a lo que sentencia la famosa frase acerca de los dueños de las empresas: “La primera generación la funda, la segunda la expande, la tercera la funde”.El destino de Maurizio, por su parte, iba a ser trágico. En 1973, se había casado con la diseñadora de moda Patrizia Reggiani, a quien otorgó influencia en el control de la empresa. No obstante, se separó de ella en 1985 y tiempo después comenzó a salir con Paola Franchi, una publicista de la compañía, lo que irritó a Reggiani.Cuando en 1993 Maurizio vendió Gucci, Reggiani quedó totalmente fuera de la marca, y así aumentó su resentimiento hacia el empresario. Dos años después, Patricia contrató un sicario, quien asesinó a balazos a su marido.En 1994, el diseñador estadounidense Tom Ford reemplazó a Dawn Melo y entonces comenzó una nueva era en la empresa.
Tom Ford, el diseñador que impulsó “la revolución de los vestidos” en Gucci. Foto: Wikipedia (CC BY-SA 2.0)Ford, que tenía experiencia en la industria textil de EE. UU., creía que, a diferencia de las europeas, las mujeres estadounidenses sentían vergüenza de usar ropa que estuviera a la moda.Para cambiar lo anterior, el flamante encargado impulsó la confección de vestimenta de corte sensual, lo que se conoció como “la revolución de los vestidos”.Las innovaciones de Ford fueron acompañadas por otros nuevos productos y por una buena campaña de propaganda impulsada por Domenico De Sole, que había sido designado como director ejecutivo de Gucci. Todo esto logró colocar de nuevo a la marca en lo más alto.En 1999, el grupo Investcorp puso a la venta sus acciones en Gucci por la cifra de 1900 millones de dólares. Uno de los discretos compradores de estas fue Bernarde Arnault, el magnate de Louis Vuitton, quien obtuvo el 34% del paquete.Pero Ford y Domenico De Sole no querían trabajar para Arnault, por lo que recurrieron al empresario François Pinault, quien a través de su grupo comercial llamado Kering, compró el 40% de las acciones de Gucci, que aún le pertenece.Para 2004, finalmente, Pinault compró el 100% de Gucci. Ese mismo año, tanto Ford como Domenico de Sole se desvincularon de la empresa, tras no llegar a un acuerdo por sus remuneraciones. Luego de ellos, la empresa logró tener un buen desempeño bajo el mandato de Alexandre Michelle, que estuvo desde 2015 hasta 2022.Actualmente, Gucci es una de las empresas de ropa más importante del mundo, con una valuación estimada en alrededor de 20 mil millones de dólares. !Y pensar que se inició con un joven aventurero que decidió vender monturas para caballos!