30 mayo, 2025

La Justicia alemana tumba la demanda de un agricultor peruano contra la energética RWE por el deshielo en los Andes | Clima y Medio Ambiente


La demanda presentada por un pequeño agricultor peruano y guía de montaña contra la energética RWE por el deshielo de los glaciares causado por las elevadas emisiones de CO₂ de sus centrales eléctricas fue desestimada este miércoles por el Tribunal Superior Regional de Hamm, en el oeste de Alemania, que dictaminó que la empresa germana no tiene que pagar por el efecto climático en los Andes. Saul Luciano Lliuya había demandado a RWE porque el derretimiento del hielo glaciar amenaza su ciudad natal en los Andes. Aunque esta compañía no tiene ninguna central eléctrica en Perú, la acusación la considera responsable de aproximadamente el 0,5% de las emisiones mundiales de CO₂. Por ello, el demandante peruano exigía que la empresa participara en los costes de las medidas de protección frente a las inundaciones por el deshielo, una suma que en el proceso judicial se determinó en unos 13.000 eurosA pesar de la decisión del Tribunal Superior Regional de Hamm, los representantes legales del agricultor peruano no lo consideran una derrota. Aunque el tribunal desestimó la demanda al considerar que el riesgo de inundación por el derretimiento del hielo en la vivienda de Lliuya no era suficientemente alto, según la abogada del peruano, la especialista en derecho ambiental Roda Verheyen, también estableció el precedente legal de que los principales emisores pueden ser considerados responsables de los daños climáticos que han causado en virtud del derecho civil alemán. “Por primera vez en la historia, un tribunal superior europeo ha dictaminado que los grandes emisores pueden ser considerados responsables de las consecuencias de sus emisiones de gases de efecto invernadero”, declaró Verheyen, a través de un comunicado. “Es cierto que el propio tribunal no consideró que el riesgo de inundación para mi cliente fuera suficientemente alto. Pero una cosa está clara: la sentencia de hoy es un hito y dará un impulso a las demandas climáticas contra las empresas de combustibles fósiles y, por tanto, al abandono de los combustibles fósiles en todo el mundo”.La extensa sentencia de 180 páginas se centró en la cuestión de en qué medida la casa del demandante y su familia se ven afectadas por el riesgo de una riada como consecuencia del calentamiento global que ha provocado que un lago glaciar situado sobre la ciudad andina de Huaraz haya crecido de forma alarmante debido al deshielo. Lliuya no se mostró descontento con sentencia. “Hoy han ganado las montañas. Aunque mi caso no vaya más allá, ha alcanzado un hito importante, y eso me enorgullece. Esta sentencia demuestra que los grandes contaminadores que impulsan el cambio climático pueden finalmente ser considerados legalmente responsables del daño que han causado”, afirmó. Si bien aseguró estar decepcionado con el tribunal y por el hecho de que no recibirán apoyo de RWE para protegerse del riesgo de inundaciones, el agricultor peruano recordó que este caso nunca se trató solo de él. “Se trataba de todas las personas que, como nosotros en Huaraz, ya estamos viviendo las consecuencias de una crisis que no hemos creado. Esta sentencia abre la puerta para que otros exijan justicia”.La sentencia de este miércoles es la última en el largo proceso iniciado en noviembre de 2015 por Saúl Luciano Lliuya cuando presentó una demanda contra la empresa energética RWE ante un tribunal civil alemán en la que la acusaba de ser corresponsable de la crisis climática y de la amenaza de una riada destructiva en Huaraz al ser uno de los mayores emisores de CO₂ de Europa. Para Lliuya, haber conseguido llegar hasta donde ha llegado ya era de por sí un gran paso y ha dejado claro en todo momento a lo largo del proceso que el cambio climático no solo afecta a Huaraz, una ciudad andina de 50.000 habitantes ubicada a 3.000 metros sobre el nivel del mar en la sierra central de Perú, sino que “afecta a todos los países del mundo por lo que debemos luchar por la justicia”. La demanda fue rechazada en primera instancia por el tribunal regional de Essen, donde tiene su sede RWE, y los abogados apelaron ante el tribunal regional superior de Hamburgo. En noviembre de 2017, el tribunal de Hamm, en el oeste de Alemania, responsable de las apelaciones en la zona donde se encuentra la sede de RWE, dictaminó que, en general, la ley responsabiliza a los grandes emisores de los efectos del cambio climático, es decir, que en principio, una empresa como RWE puede ser considerada responsable de su contribución al cambio climático. “Sin embargo, se trataba de una sentencia interlocutoria que dio lugar a la fase de prueba, lo que convirtió este caso en el primero de la historia y del mundo en entrar en la fase de prueba sobre el cambio climático, sus efectos y la responsabilidad y atribución de las emisiones a daños y riesgos concretos”, explicaba hace unos días su abogada, Roda Verheyen, en una videollamada con un pequeño grupo de periodistas. Esto hizo que en 2022, el tribunal y expertos viajaran a Perú para comprobar los hechos y los peligros que se ciernen sobre la vivienda del demandante como una inundación procedente de la Laguna Palcacocha, situada en los Andes, en lo alto de la cordillera. Sin embargo, uno de los peritos afirmó que el riesgo de que la casa del demandante se inunde debido al deshielo del glaciar es muy bajo. “En el peor de los casos, el agua alcanzaría unos 20 centímetros en el sótano de la casa”, declaró el experto, que presentó sus conclusiones con el resto de expertos en una vista oral celebrada el pasado mes de marzo. Esto reafirmó la defensa de RWE, que siempre ha alegado que no existe riesgo de inundaciones en un futuro previsible. En su opinión, los objetivos climáticos tienen que figurar dentro de la agenda política y no en una sala de tribunal. “La empresa siempre ha cumplido todas las normas de derecho público aplicables”, declaró RWE a través de un comunicado.Noah Walker-Crawford, investigador del Grantham Research Institute de la London School of Economics, cree que no se ha avanzado lo suficiente en materia de cambio climático en las últimas décadas, especialmente a nivel internacional, y sobre todo en lo que se refiere a las pérdidas y daños e impactos devastadores que las comunidades están sufriendo en todo el mundo. “Por eso vemos cada vez más que las comunidades recurren a los tribunales realmente por desesperación”, afirma y recuerda que a día de hoy hay más de 40 casos similares en todo el mundo. Se trata de litigios presentados por comunidades, personas o incluso gobiernos afectados por el cambio climático contra grandes empresas de combustibles fósiles y contra emisores por su contribución al cambio climático. Está el caso del agricultor Hugues Falys contra Total Energies en Bélgica y el caso contra el gigante cementero suizo Holcim denunciado por cuatro residentes de la isla de Pari, una pequeña isla indonesia que podría desaparecer por el ascenso del nivel del mar, así como más de dos docenas de litigios en curso en Estados Unidos. “El caso del agricultor peruano fue uno de los primeros de este tipo y uno de los que más ha avanzado. Algunos de estos casos se están basando en el caso contra RWE, especialmente los de Europa”, indica Walker-Crawford. En su opinión, Lliuya es muy consciente que este caso no va a resolver todos sus problemas, pero cree que es un paso muy importante para que se haga algo, para que los principales emisores se responsabilicen y, con suerte, a largo plazo, para contribuir a un movimiento más amplio para frenar el calentamiento global. “Esa es su esperanza, poder ayudar a dar un pequeño paso adelante como parte de un esfuerzo mucho mayor”.

Fuente

Comparte esta noticia:

Otras noticias:

Noticias relacionadas