Ni Vinicius, ni el Real Madrid. Todo indica que será Rodri quien se quede con el Balón de Oro. El centrocampista del Manchester se llevará el premio en una temporada que lo ha dejado fuera de juego tras la lesión de rodilla que sufrió el pasado mes de septiembre y que le supuso un daño en el ligamento cruzado anterior y en el menisco.
En concreto, la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión de rodilla muy temida entre los deportistas, principalmente por el largo periodo de recuperación que requiere. ‘‘Aunque la intervención quirúrgica en sí no suele ser complicada, el verdadero desafío radica en el tiempo de recuperación y el riesgo de rerruptura’’, detalla Manuel Alejandro Rodríguez, traumatólogo del Hospital Vithas Lleida.
Para corregir esta lesión, Isabel Guillén, jefa de la Unidad de Cartílago y experta en traumatología del deporte de Clínica CEMTRO, cuenta que el problema del LCA es que la cirugía se basa en colocar un tendón que haga la función de ligamento. A pesar de los buenos resultados de la operación, los resultados no son perfectos. En este sentido, ‘‘el deportista no hace lo mismo que hacía naturalmente. No es como una fractura, que se consolida, forma hueso y queda igual que antes de la lesión’’.
Después de la cirugía, el nuevo ligamento, al no ser el original, tiene propiedades distintas, lo que aumenta las probabilidades de sufrir la misma lesión. De acuerdo con el traumatólogo de Vithas, ‘‘muchos deportistas no logran recuperar al 100% su nivel físico o mental, ya que el miedo a una nueva lesión puede limitar su rendimiento en el campo’’.
Sobre el tiempo de recuperación, el experto señala que varía dependiendo de la técnica y la gravedad de la lesión, pero suele oscilar entre 9 y 12 meses para volver a jugar de manera óptima. A partir del sexto mes, el deportista puede comenzar a realizar ejercicios para recuperar masa muscular, según el deporte que practique. El LCA es muy frecuente en el fútbol y en el esquí. Eso sí, la especialista de la clínica CEMTRO comenta que, aunque en el fútbol se registran más casos, proporcionalmente el esquí es más lesivo.
¿Qué supone el LCA para el futbolista?
En opinión de Miguel Romero, médico especialista en traumatología de hombro y rodilla, esta “es una de las peores lesiones que puede sufrir un futbolista”. De hecho, “en muchos casos esta lesión marca el declive en la carrera profesional, sobre todo en futbolistas cercanos a los 30 años”, augura el traumatólogo.
¿Y para un futbolista joven? Hablando concretamente de futbolistas jóvenes en proyección, “son lesiones que pueden condicionar el desarrollo de su carrera deportiva al frenar su progresión. Pero hay un aspecto poco conocido y que entre los traumatólogos deportivos tenemos claro. Más que la rotura del ligamento cruzado anterior en sí, lo que marca realmente la gravedad de la lesión y el pronóstico a medio largo plazo son las posibles lesiones asociadas. Fundamentalmente las lesiones de menisco y, sobre todo, del cartílago de la articulación”.
Como se ha mencionado, la recuperación al 100% es complicada, sobre todo en el deportista de élite, “donde la exigencia es máxima y pueden quedar algunas secuelas, como molestias o sobrecargas en determinados momentos de la competición”, apunta Romero. No obstante, hay que ser positivos y pensar en que “la gran mayoría de deportistas vuelven a competir tras la recuperación y muchos de ellos a buen nivel”. Lo que sí es cierto es que el riesgo de recaída existe, y no solo por haber sufrido una lesión previa, “sino porque están sometidos al mismo riesgo, debido a las características de su deporte que antes de la lesión”.