23 enero, 2025

La transición verde avanza en Europa: las renovables desplazan a los combustibles fósiles y ahorran 59.000 millones en importaciones | Clima y Medio Ambiente

Al freno en el desarrollo de las renovables al que aspira el presidente Donald Trump, que ha firmado varias órdenes ejecutivas en ese sentido nada más aterrizar en la Casa Blanca, desde la Comisión Europea y algunos países de la UE se ha respondido con una defensa de estas tecnologías más allá de razones ideológicas y medioambientales. “La energía limpia es la respuesta a medio plazo, porque es barata, genera buenos empleos locales y refuerza nuestra independencia energética”, razonó el martes la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, desde el Foro de Davos. Un informe elaborado por Ember, un grupo de expertos en energía y clima, sobre el sector eléctrico de la UE apunta en esa misma dirección: las renovables, que han superado ya al carbón y el gas en la generación eléctrica en el conjunto de los 27, están ahorrando miles de millones de euros en importaciones a los europeos, además de reducir las emisiones de efecto invernadero, causantes del cambio climático.“La UE está cosechando los beneficios de la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles”, explica en su informe Ember, que cifra ese ahorro en 59.000 millones de euros. Esa cantidad se corresponde con el valor del gas y el carbón que la UE tendría que haber importado desde 2019 si no se hubiera ampliado la capacidad de generación eólica y, sobre todo, solar en ese periodo. Que se tome 2019 como punto de referencia no es arbitrario, porque fue en ese momento cuando la Comisión Europea, precisamente con Ursula von der Leyen a la cabeza, decidió lanzar el Pacto Verde. Fue en un contexto internacional parecido al de ahora: con Trump en la Casa Blanca y ausente de la lucha climática internacional. La invasión de Ucrania reforzó aún más esa estrategia verde al tener que reducir la UE su dependencia del gas ruso.En el informe de Ember se hace un balance de estos cinco años. Antes del Pacto Verde, en 2019, los combustibles fósiles generaron el 39% de la electricidad de la UE. En 2024, según los datos de esta consultora, esa cuota había caído al 29%. En el mismo periodo de vigencia del Pacto Verde las renovables han pasado del 34% al 47%. Es decir, casi la mitad de la electricidad de la UE se genera ya con las tecnologías solar, eólica e hidráulica. El mix libre de emisiones lo completa la energía nuclear, que la presidenta de la Comisión también defiende para los países que así lo hayan elegido.El salto más espectacular en estos años se ha dado con la energía solar, que ya cubre el 11% de la demanda eléctrica europea y que por primera vez en 2024 superó al carbón (10%). Del mismo modo, la eólica (con un 17% de cuota) generó más electricidad que el gas (16%) por segundo año consecutivo.“El Pacto Verde Europeo ha supuesto una transformación profunda y rápida del sector energético de la UE”, explica por correo electrónico Chris Rosslowe, analista de Ember y coordinador del informe. “Al principio, pocos pensaban que la transición energética de la UE podría estar donde está hoy”, continúa, “la energía solar, en particular, ha superado las expectativas, mostrando un crecimiento meteórico en los últimos años”.Más de la mitad de los países de la UE no tiene electricidad generada con carbón o la participación en su mix de este combustible, el más contaminante de todos, es ya residual, inferior al 5%. En ese grupo figura España, donde el año pasado el carbón solo generó un 1,1% de la electricidad y que tiene en su planificación energética marcado 2025 como el año en el que se pondrá fin por completo al uso de este combustible para producir electricidad. Del mismo modo, España es también uno de los alumnos aventajados de la UE en la implantación de la energía fotovoltaica. Ember destaca que en 2024 el 21% de la electricidad se generó con los paneles, casi el doble de la media de la UE (11%). Además, España fue por segundo año consecutivo el país europeo en el que más creció esta tecnología.Para Rosslowe, con la vuelta de Trump a la Casa Blanca, “el Pacto Verde adquiere aún más importancia” porque el mundo “necesita más que nunca el liderazgo climático”. Sobre todo, tras la orden dictada por el republicano para sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Además, según este analista, el regreso de Trump “también refuerza los argumentos para que Europa continúe su campaña para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados”. “En sus esfuerzos por reducir la dependencia de la energía rusa, la UE aumentó la dependencia de los suministros de gas de EE UU”. En su opinión, “la única solución estructural para mejorar tanto el acceso a la energía como la seguridad energética en la UE es continuar con la transición hacia una energía limpia, barata y autóctona”.La irrupción de Trump, que aspira a aumentar las perforaciones de petróleo y gas en EE UU (que es el primer productor mundial de estos dos combustibles), ha generado inquietud entre los activistas climáticos por el impacto que puedan causar las medidas que impulse el republicano, que también ha puesto en el punto de mira a la energía eólica para frenar su desarrollo. Pero António Guterres, secretario general de la ONU, se unió este miércoles al coro de voces de expertos que aseguran que no habrá marcha atrás en la transición energética. Lo hizo también en el Foro de Davos, el gran cónclave del capitalismo global.En su opinión, es “inevitable el fin de la era de los combustibles fósiles, sin importar cuánto intenten detenerlo los intereses creados”, en referencia a la presión del sector del petróleo y el carbón contra las tecnologías solar y eólica. Según Guterres, la razón principal es que “la energía barata y abundante proporcionada por las energías renovables” supone “una oportunidad económica extraordinaria”, algo que “beneficiará a las personas en todos los países”. Además, el secretario general de la ONU se mostró convencido de que nunca se llegarán a emplear todas las reservas de petróleo y gas que existen en el mundo porque la combustión será desplazada por las renovables.“El Acuerdo de París sigue siendo la mayor esperanza de toda la humanidad”, recalcó un día antes Ursula von der Leyen. “Europa mantendrá el rumbo y seguirá trabajando con todas las naciones que quieran proteger la naturaleza y detener el calentamiento global”, añadió la presidenta de la Comisión. Sin embargo, el contexto en Europa no es el mismo que en 2019, cuando se lanzó aquel Pacto Verde impulsado con el consenso de populares y socialdemócratas en Bruselas. En los últimos cinco años el avance del populismo de derechas también se ha dado en Europa y ha hecho que se retroceda en algunas políticas medioambientales en muchos casos difundiendo bulos.Pero Rosslowe, de Ember, es optimista y recuerda que Ursula von der Leyen y la nueva Comisión Europea tienen “un mandato claro para seguir implementando el Pacto Verde”. “No me preocupa que se vaya a dar marcha atrás porque en la transición energética en Europa ya no se trata solo de ser verde”, también consiste “en hacer que la energía sea más asequible para todos los europeos y en construir un suministro energético seguro que sea resistente a la influencia extranjera para las futuras generaciones”.

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