El jugador del Real Madrid, Eduardo Camavinga sufre una rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Como señala a CuídatePlus Antonio Laclériga, traumatólogo de Itramed y entrenador de fútbol nacional de fútbol, “el jugador se lesionó en carrera, sin un gesto violento, ni traumatismo, ni taconazo, ni frenada”, informa el experto, lo que indica que es una lesión muscular”. La gravedad de una lesión de este tipo puede intuirse en función de la reacción del jugador en el terreno de juego. “Si el jugador no puede continuar el juego pero sale caminando del campo puede indicar que no es muy grave”. Y es que, “las lesiones muy severas impiden reanudar la marcha”.
En este caso, por el gesto del jugador de tocarse la parte media del muslo, “parece ser que la lesión se localiza en la zona de los isquiotibiales”. Existen diferentes lesiones: “En la inserción de arriba del muslo, en la inserción de abajo o en la zona intermedia”. En el caso de Camavinga y por la experiencia del traumatólogo “todo parece apuntar a que la lesión se ha producido en las inserciones de la zona intermedia del muslo”, por lo que la recuperación sería más rápida que en las lesiones localizadas en las inserciones de arriba o de abajo. Esto es así porque en estos dos últimos casos “se necesitaría cirugía para la recuperación”.
Grado 1, grado 2 o grado 3
Además de la localización de la lesión es importante conocer el grado ya que, en función de un grado y otro la recuperación será más larga o más corta. Si es una lesión muscular en grado 1, “estamos ante una rotura fibrilar o pequeña rotura de fibras donde la recuperación será de unos 10 días”. Es lo que comúnmente se conoce como pequeñas contracturas musculares que “te hacen perder un partido”. Estas, afirma el experto, “son las más frecuentes en el fútbol”.
La rotura de grado 2, que es la que sufre Camavinga, es aquella más compleja en la que “con recuperación y fisioterapia el jugador podría volver en 3 semanas al terreno de juego”. Por contra, las lesiones de grado 3, más complejas “suponen un periodo de baja de entre 2 y 3 meses con una alta incidencia de recaída si el jugador no se recupera bien”.
En este sentido, el experto quiere dejar claro un mensaje y es la “importancia de seguir los tiempos de recuperación establecidos por los expertos para evitar posibles recaídas”. Y es que, advierte, “la segunda lesión en la misma zona suele ser mucho más grave”.
Tratamiento de la lesión muscular
En las lesiones el mejor tratamiento es “el reposo breve, ejercicios de movilidad controlados y evitar los antiinflamatorios porque inhiben la recuperación del músculo”, informa. Sí se pueden recomendar “analgésicos y, por supuesto, tratamiento fisoteraéutico”. Al principio, añade, “suele ser recomendable el uso de medidas físicas de manipulación y resistencia que llevará al jugador a una segunda fase de readaptación con ejercicios progresivos de campo que permiten al jugador ver sus sensaciones”.
Tras esto, el equipo médico, “con lo que vea del jugador y con las pruebas de imagen podrá valorar si el jugador está listo para volver al terreno de juego con precaución”. Afortunadamente, gracias a los avances tecnológicos “podemos ver si un jugador evoluciona bien y si la recuperación es favorable”.
¿Se puede recuperar una lesión muscular al cien por cien?
Una pregunta muy habitual es si una lesión muscular, que no sea grave o de inserción arriba o abajo, se puede recuperar al cien por cien. La respuesta es que sí. “Hay zonas en el cuerpo que se recuperan y dejan cicatrices pero el músculo tiene una recuperación completa al cien por cien, es decir, que tras la recuperación correcta y completa, la zona de la lesión vuelve al inicio y no se diferencia nada de la zona previa a la lesión”. De ahí, “la importancia de recuperarse al cien por cien”, insiste.