A 104 años del nacimiento de Mario Benedetti acaecido el 14 de septiembre de 1920, sus vínculos con Argentina se alimentan con nuevos acontecimientos que marcan su presencia en la cultura de nuestro país. El año pasado la Fundación que lleva su nombre, creada por él en su testamento, decidió, para conmemorar el 50° aniversario del Golpe de Estado en Uruguay, llamar a un primer Concurso de libros de cuentos. De este modo convocando al ejercicio de la libertad de expresión, se reivindicaban los derechos conculcados por los autoritarismos y, en especial, la acción represora de la dictadura uruguaya que se prolongó por doce años. Las bases del Concurso establecían que podían presentarse todos los escritores que se expresaran en idioma español cualquiera fuera el país de residencia, sin ningún condicionamiento respecto de los temas a abordar en los relatos. El jurado internacional, que tuvo a su cargo entregar la distinción entre los numerosos trabajos presentados, estuvo integrado por Claudia Piñeiro (Argentina), Mercedes Estramil (Uruguay) y Antonio Muñoz Molina (España), relevantes escritores de tres países a los que Benedetti está unido por su trayectoria vital y literaria. Y el premio lo ganó el escritor argentino, residente en Puerto Madryn, Guillermo Mac Kay, por su libro Cenizas en el viento. El autor nació en Quilmes (provincia de Buenos Aires), es arquitecto, fue docente de Historia de la Arquitectura y del Arte y ha obtenido distinciones en concursos literarios argentinos anteriores, pero éste será su primer libro editado. El libro se lanza en el mes de septiembre en toda la región por la editorial Emecé y tendrá su presentación pública en la Feria del Libro de Montevideo en octubre próximo.
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Nuevamente los lazos de Benedetti con Argentina, en este caso a través de la Fundación que custodia su memoria y su legado, se fortifican luego de más de cincuenta años de hechos que lo unieran a nuestro país y que lo hicieran formar parte de nuestra cultura en sus diferentes manifestaciones. Más allá de la difusión de su obra literaria, en los primeros años de la década del 70 del siglo pasado, Alberto Favero puso música a parte de su poemario y Nacha Guevara interpretó esas canciones, en un recital histórico que luego fue convertido en “long play” con el nombre Nacha canta a Benedetti. Muchas de ellas célebres canciones de protesta (“De qué se ríe, Sr. Ministro. De qué se ríe”), que fueron coreadas por millones de jóvenes. Otra que se incorporó luego al repertorio, se convirtió en un verdadero himno al amor militante (“Te quiero”) yfue interpretada por las más célebres cantantes de posteriores generaciones. Sin duda, una de las canciones de amor más interpretadas en distintos formatos musicales. En la misma época, Sergio Renán decidió hacer una versión televisiva de la novela La tregua en el ciclo “Las grandes novelas” que dirigía en el canal público. Dos años después, se realiza la célebre película que estrena el 1° de agosto de 1974 convoca a dos millones ochocientos mil espectadores a las salas de cine y al año siguiente se convierte en la primera película argentina nominada al Oscar. No todas son rosas en este estrecho vínculo del escritor uruguayo con nuestro país, pues si bien tuvo los indicados reconocimientos y eligió Buenos Aires como primer sitio de su exilio, poco tiempo después del estreno de la película mencionada fue amenazado de muerte por la Triple A, grupo parapolicial creado durante el tercer gobierno del General Juan Domingo Perón, y volvió a sufrir la censura y el destierro. Al regresar la democracia a la Argentina, Sergio Renán vuelve a proponerle llevar al cine otra novela de su autoría, Gracias por el fuego y pese a ciertas diferencias entre escritor y cineasta con la adaptación de La tregua, nuevamente autoriza la realización del filme. La película llega a los cines el 5 de abril de 1984, con el mismo lema publicitario de la campaña política de Raúl Alfonsín (“Ahora Argentina”) adecuado al filme que quería promoverse (“Ahora cine argentino”). Ambos contaron con la participación de excepcionales actores, muchos de ellos sufrieron como el escritor la persecución y el exilio, pero siguen presentes en la memoria de los espectadores gracias a esa ilusión de inmortalidad que nos regala el cine. Los aniversarios de las canciones y películas mencionadas, se refuerza hoy con el lanzamiento de este libro de un escritor argentino que de otro modo sigue la relación entre la cultura de las dos orillas del Río de la Plata. *Gestor cultural.